lunes, 20 de diciembre de 2010

La evolución es una teoría o es un hecho?


¿La evolución es una teoría o es un hecho? (I)

Thomas Malthus tuvo una serie de ideas que fueron codificadas con manchas de tinta en las páginas de un libro, Ensayo sobre el principio de la población.Charles Darwin posó sus ojos en estas manchas, seleccionó visualmente algunas de ellas y las copió en su cerebro, donde se unieron a otras ideas ya presentes en la mente de Darwin, combinándose hasta crear un complejo único: la teoría de la evolución. (El mismo complejo se iluminó en otro cerebro, el de Alfred Russel Wallace, después de leer a Malthus unos años más tarde).
Hasta aquí, todo está bastante claro. Pero este complejo de ideas, avanzadas para su época, parcialmente comprendidas incluso en nuestra época, finalmente ¿qué son? ¿Una creencia? ¿Una hipótesis? ¿Una teoría? ¿Un hecho?
En definitiva, ¿cabe dudar de la teoría de la evolución e, incluso, advertir esta duda en las escuelas donde se enseña biología a los niños, tal y como se impone en Estados Unidos desde asociaciones de padres y religiones organizadas?
Echemos un vistazo al aviso incluido en todos los libros de texto de biología por el Consejo de Educación del Estado de Alabama, 1996-2001
Además, ¿quién es Darwin y sus seguidores para asegurar que la vida se desarrolló así y no de otra manera? ¿Acaso el aviso de los libros de texto de Alabama no tienen razón?
La tiene. Sin embargo, con esos avisos ocurre lo mismo que con los avisos de los mecheros BIC y las Pop Tarts de Kellog´s. Me explico. En la caja de Pop-tarts de Kellog´s podemos leer: “Cuidado: el relleno puede estar caliente cuando se calienta”. En el aviso que hay en los mecheros Bic estadounidenses: “No encender cerca de la cara”.
Es decir, obviedades, perogrulladas para ahuyentar querellas por un mal uso.

El aviso de los libros de texto a propósito de la evolución también es obviedad, pero con intenciones aviesas. Es obvio que no podemos estar COMPLETAMENTE seguros de que la evolución sea un hecho. Pero no podemos estar completamente seguros de eso ni de absolutamente nada. ¿Cómo podemos estar seguros de que, en realidad, no estamos conectados a Matrix? ¿Y si tal vez somos duendes que soñamos que somos seres humanos? ¿Y si somos juguetes de un alienígena?
Sin embargo, en los libros de texto no se indica que todo lo expuesto en el libro no se sabe con certeza. Se puntualiza exclusivamente la evolución, por motivos políticos y religiosos, además de poner de manifiesto una profunda ignorancia en epistemología y biología.
Cuando en ciencia se propone una teoría en realidad se está afirmando que poseemos abrumadoras evidencias para creer que en esa teoría, al menos eventualmente. Por ejemplo, Claudi Alsinarefiere sólo uno de ellos, cuando se completó el Proyecto Genoma Humano. Lio Patcher y Bern Sturmfels estudiaron la secuencia concreta de 42 componentes, descubriendo que esta misma secuencia se encuentra en algún lugar del ADN del ser humano, el chimpancé, el ratón, la rata, la rana, el pollo, el perro y los peces.
Si el tema fuese de puro azar la probabilidad de que una secuencia así de 42 componentes fuese tan omnipresente sería cero. (…) cabe concluir que todos estos vertebrados que se citan pudieron tener algún ancestro común.
Lo que llamamos “hechos” no son certezas blindadas, sino creencias no expuestas a dudas razonables o abrumadoramente probables. Aunque persisten las dudas sobre el funcionamiento exacto de la evolución, la afirmación de que la vida ha evolucionado sobre la Tierra es tan cierta como puede serlo cualquier afirmación científica.
Tal y como zanja brillantemente el filósofo Julian Baggini:
La gente parece creer que la incertidumbre siempre exige encogerse de hombros. De hecho, la certeza es una cuestión de grado. Allí donde hay menos, no siempre es preciso suspender el juicio. Con frecuencia basta con permanecer abierto al improbable pero posible descubrimiento de que estamos equivocados. Pensar bien requiere no otorgar excesiva importancia a la incertidumbre inherente a nuestras creencias ni instalarse en una falsa sensación de seguridad.
Vía | El meme eléctrico de Robert Aunger / ¿Se creen que somos tontos? de Julian Baggini /Vitaminas matemáticas de Claudi Alsina

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