Revisiones bibliográficas. Documentación científica en Ortopedia y Traumatología, medicina deportiva, artroscopia, artroplastia y de todas las patologías del sistema Músculo-Esquelético
Las
líneas de Park-Harris son opacidades lineales aparentes
radiográficamente que ocurren en un hueso metafisario en la proximidad
de una fisis. Las líneas corresponden a una interrupción temporal de la
fisis normalmente osificante con una línea esclerótica que corresponde a
trabéculas orientadas transversalmente. Se observaron por primera vez
en los huesos largos de niños diabéticos y desde entonces se han
descrito en diversas afecciones metabólicas, endocrinológicas,
infecciosas, neoplásicas y postraumáticas, así como en respuesta a
medicamentos sistémicos.
Las
líneas de Park-Harris son clínicamente útiles para demarcar eventos
notables en el desarrollo óseo individual o de todo el cuerpo, para
rastrear el crecimiento longitudinal o para evaluar la detención fisaria
y las respuestas a su tratamiento. Sigue existiendo controversia sobre
si estas líneas son patológicas o un componente del desarrollo
fisiológico y si constituyen una verdadera «detención del crecimiento» o
más bien una «recuperación del crecimiento».
En
esta revisión, se analizan la historia, la fisiopatología, las imágenes
y el uso clínico de las líneas de Park-Harris, así como una perspectiva
antropológica sobre su utilidad para estudiar enfermedades, nutrición y
condiciones de vida históricas a lo largo del tiempo.
La
osteocondritis disecante (OCD) de rodilla es una patología
osteoarticular, cuyo tratamiento aún sigue siendo debatido. Nuestro
objetivo fue analizar los pacientes intervenidos mediante fijación
interna con implante bioabsorbible, asistido por artroscopia.
El
implante bioabsorbible es una opción válida, reproducible, para
lesiones inestables con integridad de la lesión, con una gran mejora de
la función, de la calidad de vida y con escasez de complicaciones.
El
LCA es una estructura compleja en forma de cinta, que es
aproximadamente 3,5 veces más grande en las inserciones tibial y femoral
que en el punto medio. En consecuencia, es imposible recrear con un
solo injerto cilíndrico. Sin embargo, esto no ha impedido que los
cirujanos utilicen el término «anatómico» para describir múltiples
técnicas de reconstrucción del LCA que se insertan en varios lugares
diferentes dentro de la huella original del LCA, lo que genera
confusión.
El término «anatómico» debe descartarse y
reemplazarse por una descripción anatómica de las ubicaciones de los
túneles en la tibia y el fémur. Las técnicas actuales de reconstrucción
del LCA citan estudios anatómicos que identificaron «fibras directas e
indirectas» del LCA. Las ‘fibras directas’ soportan el 85-95% de la
carga y proporcionan la principal resistencia tanto a la traslación
tibial anterior como a la rotación interna/cambio de pivote. En el
fémur, estas fibras se insertan en una línea justo por detrás de la
cresta intercondílea y comprenden la porción del LCA que los cirujanos
deben esforzarse por restaurar.
La colocación del injerto justo
por detrás de la cresta intercondílea crea una línea de opciones de
colocación desde el haz anteromedial hasta la posición «central» y,
finalmente, hasta la posición del haz posteromedial. Los autores
prefieren colocar el túnel femoral en la posición anteromedial
isométrica y abordar un cambio de pivote de alto grado en la banda IT
con una tenodesis extraarticular lateral. Al igual que con el túnel
femoral, la huella nativa del LCA en la tibia es mucho más grande que el
injerto del LCA y, por lo tanto, se puede colocar en múltiples
ubicaciones «anatómicas».
Los autores prefieren la colocación
del túnel tibial en la posición más anterior de la huella original, que
no causa pinzamiento en la escotadura femoral. Se necesita investigación
adicional para determinar las posiciones ideales del túnel en el fémur y
la tibia y validar la técnica con los resultados del paciente. Sin
embargo, esto no se puede lograr sin describir la colocación del túnel
con ubicaciones anatómicas específicas para que otros cirujanos puedan
replicar la técnica.
Borque KA, Laughlin MS, Pinheiro VH,
Jones M, Williams A. Rebranding the ‘Anatomic’ ACL reconstruction:
current concepts. J ISAKOS. 2022 Nov 23:S2059-7754(22)00101-8. doi:
10.1016/j.jisako.2022.11.001. Epub ahead of print. PMID: 36435433.
La
investigación tiene como objetivo evaluar los resultados a corto y
mediano plazo de pacientes tratados con condrogénesis autóloga inducida
por matriz (AMIC) con andamio de ácido hialurónico (Hyalofast, Anika
Therapeutics, MA-USA) en lesiones condrales de grado IV según la
clasificación de Outerbridge en la rodilla.
Los resultados de
este estudio indican que los pacientes que se sometieron al
procedimiento AMIC con armazón de ácido hialurónico para el tratamiento
de lesiones condrales grado IV en la rodilla presentaron resultados
satisfactorios durante todo el seguimiento.
Para
los desgarros irreparables del manguito rotador, la reconstrucción
capsular superior (SCR) se ha convertido en una opción para restaurar la
estabilidad de la articulación glenohumeral y revertir la migración
humeral proximal. Los signos de desgarros irreparables del manguito de
los rotadores incluyen dolor por pinzamiento subacromial, debilidad
muscular y seudoparálisis. En estudios biomecánicos, Mihata et al.
mostró SCR con injerto de fascia lata y sutura de lado a lado al tendón
infraespinoso restante restauró la estabilidad superior de la
articulación del hombro.
Agregar acromioplastia disminuyó el
área de contacto subacromial sin alterar la posición de la cabeza
humeral, la traslación superior o la presión máxima de contacto
subacromial. El mismo grupo de investigación demostró que el uso de un
injerto de fascia lata de 8 mm de espesor adherido a 15° a 45° de
abducción del hombro optimizó la estabilidad superior de la articulación
del hombro. Adams et al. realizó SCR utilizando un aloinjerto dérmico y
descubrió que un mayor ángulo de abducción glenohumeral (60°) disminuía
la fuerza deltoidea aplicada.
La RCS se puede realizar con el
paciente en decúbito lateral o en silla de playa. Se completa la
exploración artroscópica, el desbridamiento y el intento de reparación
del infraespinoso y supraespinoso antes de proceder con la RCS. Para
restaurar la cápsula superior del hombro, el injerto (autoinjerto de
fascia lata, aloinjerto dérmico) se puede unir a la cavidad glenoidea
superior medialmente y la huella del manguito rotador en la tuberosidad
mayor del húmero lateralmente, después de desbridar el hueso para
mejorar la cicatrización. La SCR con sutura de lado a lado al manguito
rotador remanente produce resultados clínicos prometedores.
Utilizando
un autoinjerto de fascia lata, Mihata et al. mostró una reversión de la
pseudoparálisis en el 93% al 96% de los pacientes y mejoraron la
elevación activa media, la rotación externa y la distancia
acromiohumeral en la radiografía. Utilizando un aloinjerto dérmico y una
técnica de entrega de injerto única, Burkhart et al. pseudoparálisis
revertida en 9 de 10 pacientes y el 70% de los pacientes tenían injertos
completamente intactos. Las recomendaciones para la rehabilitación y el
regreso a la actividad varían, pero se recomienda un tiempo adecuado
para la cicatrización del injerto.
El
propósito de este estudio de seguimiento a largo plazo (hasta 17 años)
fue determinar: (1) resultados clínicos y evidencia de chasquidos o
chirridos; (2) resultados radiográficos, incluidas las tasas de
osteointegración, remodelación ósea y osteólisis; (3) tasas de
complicaciones que incluyen dolor en el muslo, fractura periprotésica y
fractura de cerámica; (4) tasas de revisión; y (5) tasas de
supervivencia de los implantes en pacientes menores de 30 años.
Los
resultados del presente estudio a largo plazo de vástagos femorales no
cementados anatómicos ultracortos sugieren excelentes resultados
clínicos y radiográficos en pacientes menores de 30 años.
Kim YH, Park JW, Jang YS, Kim EJ. Does an
Ultra-Short Anatomic Cementless Femoral Stem Improve Long-Term (Up to
17 Years) Results in Patients Younger Than 30 Years? J Arthroplasty.
2022 Nov;37(11):2225-2232. doi: 10.1016/j.arth.2022.06.003. Epub 2022
Jun 9. PMID: 35691512.
El
uso intraoperatorio de torniquetes durante la artroplastia total de
rodilla (TKA) es una práctica común. Las ventajas del uso de torniquetes
incluyen la reducción del tiempo de operación y la creación de un campo
de visualización sin sangre. Sin embargo, el uso de torniquetes se ha
relacionado recientemente con un aumento del dolor posoperatorio, una
reducción del rango de movimiento y una recuperación funcional más
lenta. Es importante destacar que hay pruebas limitadas del efecto del
uso de torniquetes sobre el riesgo de infección. El propósito de esta
revisión sistemática y metanálisis es llenar este vacío en la literatura
mediante la síntesis de datos relacionados con la asociación entre el
uso de torniquetes y el riesgo de infección en la ATR.
La
síntesis cuantitativa de los datos sugirió que el uso de torniquetes se
asoció con un mayor riesgo general de infección, pérdida de sangre
intraoperatoria, necesidad de transfusión de sangre y una estancia
hospitalaria más prolongada. Los hallazgos de este metanálisis no
respaldan el uso rutinario de torniquetes en la artroplastia total de
rodilla y los cirujanos de artroplastia deben considerar cualquier
posible riesgo adicional asociado con su uso.
Magan AA, Dunseath O, Armonis P, Fontalis
A, Kayani B, Haddad FS. Tourniquet use in total knee arthroplasty and
the risk of infection: a meta-analysis of randomised controlled trials. J
Exp Orthop. 2022 Jul 1;9(1):62. doi: 10.1186/s40634-022-00485-9. PMID:
35776268; PMCID: PMC9249956.
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Presentamos
3 casos en los que las varillas espinales que se extendían más allá del
nivel previsto de fusión causaron lesiones en las estructuras
adyacentes, lo que denominamos «pinzamiento del segmento adyacente».
Todos los casos se presentaron como dolor de espalda sin síntomas
neurológicos, con un seguimiento mínimo de 6 años desde el procedimiento
inicial. El tratamiento consistió en extender la fusión para incluir el
segmento adyacente afectado.
Recomendamos
a los cirujanos que verifiquen para asegurarse de que las varillas
espinales no colindan con estructuras de niveles adyacentes en el
momento del implante inicial, teniendo en cuenta que los niveles
adyacentes pueden acercarse a la varilla durante la extensión o torsión
de la columna.
Skaggs, Kira F. MD1; Stephan, Stephen
MD1; Perry, Tiffany G. MD2; Skaggs, David L. MD MMM1,a. Adjacent Segment
Impingement: A New Type of Adjacent Segment Disease?: A Report of 3
Cases. JBJS Case Connector: October-December 2022 – Volume 12 – Issue 4 –
e22.00364 doi: 10.2106/JBJS.CC.22.00364
El papel de las
variantes de colonias pequeñas de Staphylococcus aureus en la invasión y
colonización intraósea en la infección articular periprotésica
Este
estudio tuvo como objetivo explorar el papel de las variantes de
colonias pequeñas (SCV) de Staphylococcus aureus en la invasión y
colonización intraósea en pacientes con infección articular
periprotésica (PJI).
Nuestro
estudio ha demostrado que las SCV de S. aureus tienen una mayor
capacidad para invadir y colonizar el hueso, lo que hace que S. aureus
permanezca en los tejidos óseos a largo plazo, lo que explica la
patogenia de la IAP crónica.
Cai Y, Huang C, Chen X, Chen Y, Huang Z, Zhang C, Zhang W, Fang X. The role of Staphylococcus aureus small
colony variants in intraosseous invasion and colonization in
periprosthetic joint infection. Bone Joint Res. 2022 Dec;11(12):843-853.
doi: 10.1302/2046-3758.1112.BJR-2021-0590.R1. PMID: 36453022.
Desbridamiento
artroscópico para resultados de epicondilitis lateral refractaria para
una mejora sustancial en las puntuaciones de tendinosis y buenos
resultados clínicos: análisis cualitativo y cuantitativo de imágenes por
resonancia magnética
Cualificar
y cuantificar los cambios en las señales de resonancia magnética (IRM)
en los tendones extensores después del desbridamiento artroscópico para
la epicondilitis lateral y evaluar la asociación entre los hallazgos de
IRM y los resultados clínicos temporales mediante comparaciones entre
casos recuperados y no recuperados.
La
resonancia magnética cualitativa y cuantitativa es útil para evaluar el
progreso de la cicatrización del tendón después del desbridamiento
artroscópico. En los grupos recuperados y no recuperados, la mejora del
área de la tendinopatía fue del 60 % frente al 16 %, lo que indica que
los hallazgos de la resonancia magnética posoperatoria reflejan los
resultados clínicos.
Miyamura S, Temporin K, Miyata S, Miyake
T, Shimada K. Arthroscopic Debridement for Refractory Lateral
Epicondylitis Results for Substantial Improvement in Tendinosis Scores
and Good Clinical Outcomes: Qualitative and Quantitative Magnetic
Resonance Imaging Analysis. Arthroscopy. 2022 Dec;38(12):3120-3129. doi:
10.1016/j.arthro.2022.07.019. Epub 2022 Aug 10. PMID: 35963597.
AntecedentesLa
infección relacionada con fracturas (FRI) conlleva una carga sustancial
de enfermedad y costos socioeconómicos.1-3 La incidencia de FRI es del
1% al 2% en fracturas cerradas y puede alcanzar el 30% en fracturas
abiertas.1 Hasta hace poco, la amputación y las tasas de recurrencia se
mantuvieron altas.2,4 Con la publicación de documentos de consenso
internacional,4,5 se ha proporcionado una descripción general del
diagnóstico y el tratamiento basada en la evidencia, que debería mejorar
los resultados del tratamiento.
Patología. La
patología de FRI es multifactorial; la infección bacteriana y la
inestabilidad de la fractura son interdependientes y fundamentales en la
FRI6,7. La formación de biopelículas, la invasión canalicular8, la
infección intracelular9 y la formación de comunidades de abscesos
estafilocócicos10 son los nichos clave que ocupan las bacterias. Un
círculo vicioso entre la inestabilidad con trauma continuo de los
tejidos blandos, neovascularización comprometida y osteólisis crea un
ambiente de apoyo para las bacterias, lo que promueve el desarrollo de
FRI o dificulta su erradicación.6
Diagnóstico. Los
criterios de confirmación incluyen fístula o trayecto sinusal, drenaje
purulento o pus, crecimiento microbiano en dos o más muestras de tejido
profundo y evidencia histológica de patógenos e inflamación en el tejido
periimplantario.4,5 Los criterios sugestivos incluyen signos clínicos
como: eritema; hinchazón; drenaje de heridas persistente, creciente o de
nueva aparición; signos de imágenes radiológicas o nucleares;
marcadores inflamatorios séricos aumentados; y crecimiento microbiano en
una sola muestra de tejido profundo.5,7
Manejo. Se
ha desarrollado un algoritmo de manejo basado en el consenso y debe ser
dirigido por un equipo multidisciplinario.5,7 Basado en tres principios
básicos, que consisten en el intercambio, la retención o la extracción
del implante permanente, la estrategia preferida depende de la
fisiología del huésped, el intervalo de tiempo entre la fijación de la
fractura y la manifestación de FRI, la localización anatómica y el
patógeno causante. Para la retención del implante, la estabilidad de la
construcción y la capacidad de realizar un desbridamiento adecuado son
fundamentales, teniendo en cuenta el tipo de implante y las condiciones
de los tejidos blandos.7
Prevención. El
uso apropiado de antibióticos profilácticos es crucial para prevenir la
IRA. En lesiones cerradas, se recomienda la profilaxis antibiótica
perioperatoria limitada a una dosis única. En las fracturas abiertas, la
administración profiláctica de antibióticos no debe exceder las 24
horas para las fracturas Gustilo-Anderson tipo I y II y las 72 horas
para las fracturas Gustilo-Anderson tipo III.5,7 El desbridamiento
temprano, el manejo de los tejidos blandos y la fijación estable de la
fractura son los pilares del manejo. .5
El
seguimiento de la FRI debe planificarse en colaboración con un equipo
multidisciplinario, durante un mínimo de 12 meses después del cese de la
terapia quirúrgica y antibiótica11.
Las
perspectivas futuras para la prevención y el manejo de la FRI incluyen:
implantes con recubrimiento antimicrobiano; biomateriales cargados de
antibióticos osteoinductivos; y terapia bacteriófaga y enzibiótica.
Todas estas terapias consideran la amenaza global de la resistencia a
los antibióticos y se dirigen a los mecanismos de tolerancia a los
antimicrobianos, como la formación de biopelículas.1
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