Revisiones bibliográficas. Documentación científica en Ortopedia y Traumatología, medicina deportiva, artroscopia, artroplastia y de todas las patologías del sistema Músculo-Esquelético
La evidencia sobre el síndrome de cauda equina traumático (SCET) es escasa; se desconoce con precisión su frecuencia y los desenlaces funcionales a largo plazo. El objetivo del estudio fue estimar
la incidencia del SCET en el estado de Victoria (Australia) entre
2010-2022 y describir sus resultados clínicos y de calidad de vida hasta
un seguimiento mediano de 6,8 años. PubMed
Métodos
Estudio de cohorte basado en registro: se identificaron todos los casos con diagnóstico de SCET en el Victorian State Trauma Registry.
Incidencia anual: número de casos nuevos/población de Victoria cada año.
Variables: datos demográficos, mecanismo lesional, detalles de internación y procedimientos.
Seguimiento rutinario a los 6, 12 y 24 meses; posteriormente una entrevista telefónica única (mediana 6,8 años).
Instrumentos de desenlace: EQ-5D (calidad de vida), WHODAS-2.0 (discapacidad) y retorno al trabajo; en la entrevista tardía se añadieron síntomas de vejiga e intestino.
Análisis: estadística descriptiva y modelos de efectos mixtos para la evolución del EQ-5D. PubMed
Incidencia anual: 0,56 – 2,51 por millón de habitantes.
Calidad de vida: la mayoría reportó problemas en ≥ 1 dimensión del EQ-5D en los cuatro puntos de seguimiento, sin mejoría significativa en los modelos longitudinales.
Retorno laboral: 47 % no había regresado al trabajo a los 24 meses.
Seguimiento tardío (n ≈ 75): 41 % estreñimiento y 51 % episodios semanales de incontinencia urinaria. PubMed
Discusión / Conclusiones
El SCET es poco frecuente, pero genera secuelas
persistentes: discapacidad, problemas de continencia y baja reinserción
laboral incluso muchos años después de la lesión. Estos hallazgos
subrayan la necesidad de estrategias de rehabilitación específicas y de estudios multijurisdiccionales para comprender plenamente la carga de la enfermedad y optimizar la atención.
Zubenko X, Liew S, Reeder S, Yang Y,
Humadi A, Gabbe B. The incidence and outcomes of traumatic cauda equina
syndrome in Victoria, Australia. N Am Spine Soc J. 2024 Sep
12;20:100558. doi: 10.1016/j.xnsj.2024.100558. PMID: 40093385; PMCID:
PMC11907211.
Antecedentes La
instrumentación posterior de segmento largo (PLSI) permite la reparación
estable de fracturas toracolumbares (TLFx) y, por lo tanto, se utiliza
ampliamente. Sin embargo, los pacientes con fracturas muy inestables
pueden experimentar fallo de implantes y complicaciones relacionadas (p.
ej., dolor y cifosis) a pesar de la PLSI. Pocos estudios han
considerado la tasa de fallo de implantes y los factores de riesgo
asociados con la PLSI para TLFx.
Clinics in Orthopedic Surgery @CiOSjournal Factores de riesgo de fallo de implantes en fracturas toracolumbares tratadas con instrumentación posterior de segmento largo Clin Orthop Surg. Dic. 2024;16(6)Han-Dong Lee #Columna #Trauma #fractura_toracolumbar #fallo_de_implante
Conclusiones Este
estudio demostró una alta tasa de fracaso de implantes en pacientes con
TLFx tratados con PLSI. El tabaquismo en el momento de la lesión, la
fractura lumbar media o baja y un ACR elevado se identificaron como
factores de riesgo significativos para el fracaso de los implantes.
Estos hallazgos pueden ayudar a orientar las decisiones terapéuticas y
mejorar los resultados de los pacientes en la cirugía de TLFx.
No existe consenso sobre el
tratamiento de las fracturas toracolumbares inestables traumáticas
agudas (TLFx). 1) La cirugía se realiza generalmente en pacientes con
inestabilidad neurológica o mecánica, con el objetivo de descomprimir el
tracto espinal, restaurar la altura vertebral y la alineación espinal,
prevenir la deformidad cifótica progresiva y el daño neurológico, y
proporcionar movilización y rehabilitación tempranas para la
deambulación y rehabilitación tempranas. 2) La instrumentación posterior
de segmento largo (PLSI) generalmente se considera el tratamiento de
elección para pacientes con TLFx debido a su mejor estabilidad y
corrección. 1,3,4,5,6,7)
La PLSI se utiliza
comúnmente para fijar los dos segmentos del cuerpo vertebral por encima y
por debajo de la vértebra fracturada. Independientemente de esta
fijación estable, pueden presentarse complicaciones relacionadas con el
implante; en algunos casos, es necesario un soporte anterior adicional o
una instrumentación posterior más larga (≥ 3 niveles por encima y por
debajo de la vértebra fracturada). Se ha recomendado el uso de PLSI ≥ 3
niveles por encima y por debajo de la vértebra fracturada en pacientes
con espondilitis anquilosante, con el objetivo de prevenir el fallo del
implante (IF) y la pérdida de reducción. En la luxación-fractura
altamente inestable que caracteriza a la TLFx, a menudo es necesario un
montaje más largo (que cubra ≥ 3 niveles por encima y por debajo de la
vértebra fracturada) o el uso de soporte anterior para prevenir
complicaciones relacionadas con el implante.8) Sin embargo, estas
complicaciones pueden surgir en pacientes con TLFx cuando la PLSI se
realiza de una manera diferente al abordaje descrito anteriormente.9)
Hasta donde sabemos,
existen pocos estudios sobre las tasas de IF y los factores de riesgo
asociados con la PLSI para el tratamiento de la TLFx. El propósito de
este estudio fue determinar la incidencia, el momento de aparición, el
tipo y los resultados clínicos de la fiebre inguinal (FI), junto con los
factores de riesgo asociados, en pacientes sometidos a PLSI por TLFx
aguda.
This is an Open Access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution Non-Commercial License (http://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0)
which permits unrestricted non-commercial use, distribution, and
reproduction in any medium, provided the original work is properly
cited.
JHS GO @JHSGlobalOnline Metacarpofalángica #Articulación #SalvamentoTras #HeridasPorArmaDeFuego: Serie de Casos y Revisión de la Literatura @msuhealthcare #Trauma #JHSGO #CirugíaDeMano #AccesoAbierto
Resumen La artroplastia
de la articulación metacarpofalángica (MCF) puede considerarse en
pacientes con heridas destructivas por arma de fuego (HGB). Presentamos
la revisión de dos pacientes que sufrieron una HGB de baja velocidad en
la mano con afectación de la articulación MCF, lo que requirió
salvamento de la articulación MCF mediante artroplastia. Se utilizaron
diferentes métodos de artroplastia para cada paciente, incluyendo
hemiartroplastia de pirocarbono y artroplastia de silicona. En la
hemiartroplastia de pirocarbono, el arco de movilidad total a los 9
meses de la cirugía para las articulaciones MCF, interfalángica proximal
e interfalángica distal fue de 70°, 110° y 80°, respectivamente. En la
artroplastia de silicona, el arco de movilidad total a los 9 meses de la
cirugía para las articulaciones MCF, interfalángica proximal e
interfalángica distal fue de 85°, 120° y 80°, respectivamente. Ambos
pacientes regresaron a trabajar sin restricciones y no presentaban dolor
crónico en el último seguimiento, 9 meses después de la cirugía de
rescate. La aplicación de artroplastia de pirocarbono o silicona para
heridas de bala es una opción viable para el rescate articular en esta
población.
Introducción Las heridas
por arma de fuego (HBA) son lesiones con alta morbilidad, y se estima
que el 32% de todas las HBA afectan la extremidad superior.¹ En
particular, la afectación de las superficies articulares supone un reto
para la estabilización de la fractura y el dolor postoperatorio, la
artritis postraumática y la discapacidad. La reparación primaria de la
superficie articular a menudo no es posible debido al grado de
destrucción secundario al traumatismo balístico observado en las HBA. La
articulación metacarpofalángica (MCF) es fundamental para la función de
los dedos, ya que es responsable de la mayor parte del arco de
movimiento total de los dedos.² Las opciones de tratamiento actuales
para las lesiones traumáticas de la articulación MCF incluyen
amputación, artrodesis, artroplastia o transferencia articular
vascularizada, y el tratamiento adecuado debe considerar todas las
lesiones óseas y de tejidos blandos.² La artroplastia de la articulación
MCF con implantes de silicona o pirocarbono puede considerarse en
pacientes con defectos articulares traumáticos para preservar el
movimiento y la función.
Discusión En los casos
presentados se utilizaron artroplastias con implantes de silicona y
pirocarbono con resultados satisfactorios. La decisión de utilizar una
técnica frente a la otra se basa en la preservación de la base de la
falange proximal y el soporte ligamentoso circundante. En los casos en
los que no hay preocupación por la lesión de la falange proximal y hay
un stock metacarpiano adecuado, el implante de pirocarbono proporciona
una reconstrucción estable a largo plazo. El ROM promedio de la
articulación MCP después de la artroplastia para el tratamiento de
afecciones artríticas es de 50° a 70°.3,10 En esta serie de casos, los
resultados del ROM fueron similares con 70° y 85° para la artroplastia
de silicona y implante de pirocarbono, respectivamente. Según lo
recomendado por Houdek et al,4 la resuspensión del ligamento colateral
con sutura absorbible se utilizó en estos casos y se aconseja para
preservar la estabilidad de la articulación. En el seguimiento final,
ambos pacientes han regresado al trabajo sin limitación significativa a
pesar de la gravedad de sus lesiones iniciales. Como lo demuestra la
literatura y nuestra serie de casos, la artroplastia de la articulación
MCP postraumática es una opción razonable para el salvamento articular.
Este informe proporciona un nuevo contexto para estas técnicas en el
salvamento de la articulación MCP después de una herida de bala en la
mano. Las heridas de bala en la mano pueden presentar defectos
traumáticos de la articulación MCF difíciles de tratar. El salvamento de
la articulación MCF con artroplastia de silicona o pirocarbono es una
opción viable en estos casos. Los resultados de ROM y función en la
artroplastia postraumática de la articulación MCF se aproximan a los
observados en la reconstrucción de la articulación artrítica. Se
necesitan más investigaciones comparativas entre estas dos opciones de
implantes en la reconstrucción articular traumática.
Moore RA, Franke J, Fahrenkopf M.
Metacarpophalangeal Joint Salvage Following Gunshot Wounds: A Case
Series And Literature Review. J Hand Surg Glob Online. 2024 Nov
25;7(1):117-120. doi: 10.1016/j.jhsg.2024.11.004. PMID: 39991612; PMCID:
PMC11846594.
Efectos de la fijación
con placa del peroné en la estabilidad del tobillo en un modelo de
fractura Weber B con seccionamiento parcial del ligamento deltoideo
Antecedentes: Las fracturas
Weber B con lesión concomitante del ligamento deltoideo se han operado
tradicionalmente con reducción abierta y fijación interna de la fractura
del peroné. Más recientemente, estudios clínicos han sugerido que
algunas fracturas tienen una lesión parcial concomitante del ligamento
deltoideo con el ligamento tibioastragalino posterior profundo intacto
(SER4a), lo que permite un tratamiento no quirúrgico en este subgrupo.
Este estudio explora si la fijación con placa del peroné mejora la
estabilidad del tobillo en un modelo de lesión SER4a. Y si es así,
¿restaura la estabilidad nativa del tobillo?
AOFAS_Journals @AOFAS_Journals Este
estudio demostró que la reducción anatómica del peroné y la fijación
con placa mejoraron la estabilidad de rotación externa en fracturas de
tobillo SER4a. La traslación lateral, el valgo o la estabilidad de
rotación interna no mejoraron estadísticamente en comparación con los
modelos de control.
Conclusión: Los resultados
de este estudio sugieren que la fijación con placa de la fractura
peronea mejora principalmente la estabilidad de rotación externa, pero
no mejora sustancialmente la traslación lateral, el valgo o la
estabilidad de rotación interna en los modelos de lesión SER4a. En este
modelo robótico de cadáver, la fijación con placa peronea no restauró
por completo la estabilidad intacta del tobillo después de una lesión
SER4a simulada.
Relevancia clínica: Este estudio ofrece
información sobre los efectos de la fijación con placa peronea en los
modelos de lesión Weber B/SER4a y puede ayudar a tomar decisiones
informadas al seleccionar tratamientos para este tipo de fracturas.
Introducción Las
fracturas Weber B/supinación-rotación externa (SER) con signos de
insuficiencia del ligamento deltoideo se consideran inestables y
tradicionalmente se tratan quirúrgicamente con reducción anatómica
abierta y fijación interna de la fractura peronea, más comúnmente con
placa y tornillos. Sin embargo, la comprensión de las fracturas de
tobillo con lesiones concomitantes del ligamento deltoideo ha
evolucionado.4-6 La comprensión binaria tradicional de la estabilidad,
ya sea como estable o inestable, ha sido desafiada por los hallazgos
clínicos y biomecánicos que indican que las lesiones parciales del
ligamento deltoideo, donde el ligamento tibioastragalino posterior
profundo (dPTTL) permanece intacto, son comunes.2,4-6,9 Se ha propuesto
clasificar estas lesiones como SER4a. 4 En la práctica clínica, esta
lesión se identifica mediante una prueba de estrés radiográfico
inestable pero una radiografía con carga estable.4-6 Por el contrario,
las lesiones que son genuinamente inestables, potencialmente presentando
una ruptura completa del deltoides, se pueden clasificar como SER4b
según las pruebas de estrés y las radiografías con carga que indican
inestabilidad.
La práctica tradicional del
tratamiento quirúrgico de las fracturas de tobillo inestables por
estrés es controvertida. Un ensayo controlado aleatorio solitario no
encontró diferencias significativas en los resultados funcionales entre
el tratamiento quirúrgico y no quirúrgico. 12 Otros estudios han
sugerido que las fracturas que son estables en las radiografías con
carga (SER2 y SER4a) pueden ser tratadas de manera no quirúrgica con
resultados satisfactorios a corto y mediano plazo.3,5-8,11,13,14
Definimos la estabilidad
del tobillo como la capacidad de la articulación de permanecer alineada
anatómicamente en presencia de fuerzas deformantes. Dos estudios
biomecánicos recientes respaldan el tratamiento no quirúrgico de las
fracturas SER4a.2,9 Estos estudios demostraron que los tobillos
mantuvieron la estabilidad con una fractura peronea transsindesmal
oblicua y una transección de los ligamentos deltoideos anterior
superficial y profundo. Aun así, mostraron aumentos sustanciales en la
inestabilidad entre los estados SER4a y SER4b, lo que sugiere un papel
estabilizador significativo del tobillo del dPTTL, lo que indica que la
ruptura del dPTTL (SER4b) puede representar el umbral para cuando el
tobillo se vuelve inestable. Sin embargo, ningún estudio previo ha
evaluado el efecto estabilizador de la fijación con placa del peroné en
modelos de lesión SER4a. Este estudio tuvo como objetivo cuantificar los
efectos biomecánicos de la reducción anatómica y la fijación con placa
sobre la estabilidad del tobillo en modelos de lesiones SER4a en
comparación con modelos de lesiones SER4a sin fijación con placa y
articulaciones intactas.
Gregersen MG, Dalen AF, Skrede AL,
Bjelland Ø, Nilsen FA, Molund M. Effects of Fibular Plate Fixation on
Ankle Stability in a Weber B Fracture Model With Partial Deltoid
Ligament Sectioning. Foot Ankle Int. 2024 Jun;45(6):641-647. doi:
10.1177/10711007241235903. Epub 2024 Mar 19. PMID: 38501723; PMCID:
PMC11165943.
This article is distributed under the terms of the Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 License (https://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0/)
which permits non-commercial use, reproduction and distribution of the
work without further permission provided the original work is attributed
as specified on the SAGE and Open Access pages (https://us.sagepub.com/en-us/nam/open-access-at-sage).
Antecedentes La
instrumentación de segmento largo posterior (PLSI) permite la reparación
estable de fracturas toracolumbares (TLFx) y, por lo tanto, se usa
ampliamente. Sin embargo, los pacientes con fracturas altamente
inestables pueden experimentar falla del implante y complicaciones
relacionadas (p. ej., dolor y cifosis) a pesar de la PLSI. Pocos
estudios han considerado la tasa de fracaso de los implantes y los
factores de riesgo asociados con la PLSI para el TLFx.
Clinics in Orthopedic Surgery @CiOSjournal Factores de riesgo de falla de implantes en fracturas toracolumbares tratadas con instrumentación de segmento largo posterior https://doi.org/10.4055/cios23387 Clin Orthop Surg. 2024 Dic;16(6)Han-Dong Lee #Columna vertebral #Trauma #fractura_toracolumbar #falla_de_implante #Spine #Trauma #Thoracolumbar_fracture #Implant_failure
Conclusiones Este
estudio demostró una alta tasa de fracaso de los implantes en pacientes
con TLFx tratados con PLSI. El tabaquismo en el momento de la lesión, la
fractura lumbar media a baja y un ACR más alto se identificaron como
factores de riesgo significativos para el fracaso de los implantes.
Estos hallazgos pueden ayudar a orientar las decisiones de tratamiento y
mejorar los resultados de los pacientes en la cirugía TLFx.
No existe consenso sobre el
tratamiento de las fracturas toracolumbares inestables traumáticas
agudas (TLFx).1) La cirugía se realiza generalmente en pacientes con
inestabilidad neurológica o mecánica, con el objetivo de descomprimir el
tracto espinal, restaurar la altura vertebral y la alineación espinal,
prevenir la deformidad cifótica progresiva y el daño neurológico, y
proporcionar movilización y rehabilitación tempranas para la
deambulación y rehabilitación tempranas.2) La instrumentación de
segmento largo posterior (PLSI) generalmente se considera el tratamiento
de elección para pacientes con TLFx debido a su mejor estabilidad y
corrección.1,3,4,5,6,7)
La PLSI se utiliza
comúnmente para fijar los 2 segmentos del cuerpo vertebral por encima y
por debajo de la vértebra fracturada. Independientemente de esta
fijación estable, pueden ocurrir complicaciones relacionadas con el
implante; en algunos casos, es necesario un soporte anterior adicional o
una instrumentación posterior más larga (≥ 3 niveles por encima y por
debajo de la vértebra fracturada). Se ha recomendado el uso de PLSI ≥ 3
niveles por encima y por debajo de la vértebra fracturada en pacientes
con espondilitis anquilosante, con el objetivo de prevenir la falla del
implante (IF) y la pérdida de reducción. En la dislocación por fractura
altamente inestable que caracteriza a la TLFx, a menudo es necesario un
constructo más largo (que cubra ≥ 3 niveles por encima y por debajo de
la vértebra fracturada) o el uso de soporte anterior para prevenir
complicaciones relacionadas con el implante.8) Sin embargo, tales
complicaciones pueden surgir en pacientes con TLFx cuando la PLSI se
realiza de una manera diferente al enfoque descrito anteriormente.9)
Hasta donde sabemos, ha
habido pocos estudios sobre las tasas de IF y los factores de riesgo
asociados con la PLSI para el tratamiento de la TLFx. El propósito de
este estudio fue determinar la incidencia, el tiempo de aparición, el
tipo y los resultados clínicos de la IF, junto con los factores de
riesgo asociados, en pacientes que se sometieron a PLSI para la TLFx
aguda.
This is an Open Access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution Non-Commercial License (http://creativecommons.org/licenses/by-nc/4.0)
which permits unrestricted non-commercial use, distribution, and
reproduction in any medium, provided the original work is properly
cited.
El objetivo de este
estudio fue informar una descripción general completa de la incidencia,
la distribución de las fracturas, el modo de lesión y la demografía
inicial de los pacientes con fracturas de antebrazo distal pediátricas
para identificar la edad de riesgo y los tipos de actividades que
conducen a la lesión.
Bone & Joint Open @BoneJointOpen Los
resultados muestran que las fracturas de antebrazo distal pediátricas
son muy comunes durante la infancia en ambos sexos, y casi el 2 % de los
varones de 13 años sufren una fractura de antebrazo cada año. #BJO #Fractura #Pediatría #OpenAccess @Trauma_Aalborg
Conclusión Los
resultados muestran que las fracturas de antebrazo distal pediátricas
son muy comunes durante la infancia en ambos sexos, y casi el 2 % de los
varones de 13 años sufren una fractura de antebrazo cada año.
Introducción La fractura
del antebrazo distal es una lesión muy frecuente en niños y
adolescentes, 1-8 y constituye el 74% de todas las fracturas pediátricas
en el miembro superior. 3 A pesar de que en las últimas décadas se ha
prestado cada vez más atención a la seguridad de los niños en todo el
mundo, 9 estudios han informado de un aumento inexplicable de la
incidencia de fracturas del antebrazo distal en niños. 7,8,10,11
La incidencia de las
fracturas del antebrazo distal en niños se ha investigado previamente en
varios estudios que informaban incidencias entre 263,3/100.000
personas/año y 801,0/100.000 personas/año. 2,8,11-16 Sin embargo, la
mayoría de los estudios incluyeron un número reducido de pacientes, solo
tipos específicos de fracturas (radio distal) y/o no incluyeron una
población pediátrica en riesgo precisa, lo que dificulta la comparación y
el análisis de subgrupos en relación con las cuestiones de seguridad.
Además, la mayoría de los
estudios poblacionales que informan sobre fracturas de antebrazo
pediátricas carecen de información sobre las clasificaciones de
fracturas y/o información sobre el mecanismo del traumatismo. El cambio
informado en la comorbilidad de los niños y el cambio en la actividad
hacia un estilo de vida más inactivo 17 pueden ser factores que resulten
en cambios en la incidencia de fracturas, el mecanismo del traumatismo,
la clasificación de fracturas y/o la distribución de fracturas entre
sexos y grupos de edad pediátrica.
En la actualidad, la
incidencia y la epidemiología informadas de las fracturas distales del
antebrazo pediátricos son inconsistentes, y la literatura carece de un
estudio poblacional a gran escala de todas las fracturas distales del
antebrazo, basado en una población en riesgo precisa que incluya a todos
los niños y adolescentes, que informen las clasificaciones de fracturas
y el modo asociado de lesión.
Esos datos precisos son
esenciales para identificar posibles problemas de seguridad y
desarrollar posibles estrategias de prevención para reducir el riesgo de
fracturas distales del antebrazo en niños. Además, los datos precisos
son esenciales en la asignación de recursos de atención médica en el
departamento de emergencias y pueden ser un fuerte predictor para
determinar el costo de la lesión y las consecuencias asociadas en la
sociedad.
El objetivo de este estudio
fue informar una descripción general completa de la incidencia, la
distribución de las fracturas, el modo de lesión y la demografía inicial
de los pacientes con fracturas de antebrazo distal pediátricas para
identificar la edad de riesgo y los tipos de actividades propensas a
sufrir lesiones.
Korup LR, Larsen P, Nanthan KR, Arildsen
M, Warming N, Sørensen S, Rahbek O, Elsoe R. Children’s distal forearm
fractures: a population-based epidemiology study of 4,316 fractures.
Bone Jt Open. 2022 Jun;3(6):448-454. doi:
10.1302/2633-1462.36.BJO-2022-0040.R1. PMID: 35658607; PMCID:
PMC9233428.
This
is an open-access article distributed under the terms of the Creative
Commons Attribution Non-Commercial No Derivatives (CC BY-NC-ND 4.0)
licence, which permits the copying and redistribution of the work only,
and provided the original author and source are credited. See https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
Incluso
en situaciones de traumatismo grave, la mayoría de las fracturas del
radio distal se pueden tratar de forma no quirúrgica y, cuando se
requiere fijación quirúrgica, la fijación con placa anterior bloqueada
es el método de tratamiento preferido. BJO #Trauma #Fractura #Pacientes #Fracture #Patients @VFCFracClin
Las lesiones de manos y
muñecas constituyen una proporción considerable de la carga de trabajo
traumatológica. 1,2 De estas, las fracturas del radio distal son
lesiones comunes que se ha demostrado que ocurren en una distribución
bimodal, con picos en hombres jóvenes y mujeres de edad avanzada. 2,3 En
pacientes de edad avanzada, las fracturas del radio distal suelen ser
lesiones aisladas de baja energía, como caídas desde una altura elevada y
fracturas por fragilidad. En un grupo demográfico más joven, estas
fracturas a menudo ocurren como lesiones de alta energía y posiblemente
como parte de un politraumatismo. 2,4,5
La organización de los
sistemas de trauma en modelos radiales, donde las unidades de trauma
alimentan a los principales centros de trauma, ha sido ampliamente
reconocida como un avance en la atención de trauma que ha resultado en
mejoras en la atención y los resultados de los pacientes de trauma. 6
Esto significa que los pacientes con lesiones más críticas son
transportados directamente a centros importantes con experiencia y
recursos en trauma compartidos. En muchos casos, las fracturas del radio
distal no serán la lesión más crítica del paciente y, en algunas
circunstancias, es posible que sea necesario posponer el tratamiento
definitivo.
Llevamos a cabo un estudio
para examinar los patrones de lesión y tratamiento de pacientes adultos
que presentan fracturas de radio distal en un importante centro de
traumatología que atiende a una población urbana de 3,9 millones de
personas.
Las fracturas del radio
distal son frecuentes y constituyen una proporción considerable de la
carga de trabajo del traumatismo. Realizamos un estudio para examinar
los patrones de lesión y tratamiento de pacientes adultos que presentan
fracturas de radio distal en un importante centro de traumatología que
atiende a una población urbana.
Conclusión La
epidemiología de las fracturas de radio distal tratadas en nuestro
principal centro de traumatología replicó la distribución bimodal
clásica descrita en la literatura. La edad del paciente, las fracturas
abiertas y la clasificación de las fracturas fueron factores
correlacionados con la decisión de tratar la fractura operativamente. Si
bien la mayoría de las fracturas se trataron de forma conservadora, la
fijación con placa anterior bloqueada sigue siendo el método de fijación
predominante para las fracturas del radio distal; esto a pesar de las
preguntas y el debate continuo sobre cuál es el mejor método de fijación
quirúrgica para estas lesiones.
Francis JL, Battle JM, Hardman J, Anakwe
RE. Patterns of injury and treatment for distal radius fractures at a
major trauma centre. Bone Jt Open. 2022 Aug;3(8):623-627. doi:
10.1302/2633-1462.38.BJO-2022-0027.R1. PMID: 35938303; PMCID:
PMC9422898.
This is an open-access article
distributed under the terms of the Creative Commons Attribution
Non-Commercial No Derivatives (CC BY-NC-ND 4.0) licence, which permits
the copying and redistribution of the work only, and provided the
original author and source are credited. See https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
JHS GO @JHSGlobalOnline Uso de inyecciones de toxina botulínica en el tratamiento de la intolerancia al #frío @MWLNHS #Trauma #JHSGO #CirugíaDeMano #AccesoAbierto #HandSurgery #OpenAccess
La intolerancia al frío en
las extremidades es un problema común informado por muchos. Se define
como sensibilidad a las temperaturas frías que puede provocar dolor,
entumecimiento, hormigueo, debilidad o cambios de color en la extremidad
afectada.1 Puede haber un síntoma solo o una combinación de síntomas y
comúnmente ocurre después de un traumatismo en la extremidad superior
con una intensidad variable. predominio. Graham y Schofield2 informaron
que en una cohorte de compensación laboral, más del 90% de los pacientes
en el grupo de trauma y del 59% al 69% de los pacientes en el grupo sin
trauma reportaron intolerancia al frío.
La intolerancia al frío no
siempre se desarrolla en lesiones iguales o similares y no se basa en la
gravedad de la lesión. Comprender la etiología es un desafío, pero la
teoría más ampliamente aceptada vincula la afección con trastornos en la
circulación de las extremidades.3 Nylander et al4 encontraron que los
cambios en la vasorregulación de los dedos se asociaban con síntomas de
intolerancia al frío. En los dedos reimplantados, la anastomosis de una
sola arteria se relacionó con mayores probabilidades de desarrollar o
sufrir más intolerancia al frío.5 Puede desarrollarse 6 meses después de
la lesión y se ha descubierto que no mejora en los 6 meses siguientes.
Vaksvik et al6 informaron una disminución de la hipersensibilidad al
frío entre 1 y 2 años y entre 2 y 3 años.
Hasta la fecha no existe
consenso sobre el tratamiento de la intolerancia al frío. Ha habido
informes sobre la mejora de los síntomas con el tiempo. Graham y
Schofield2 informaron, sin embargo, que, por el contrario, el 50% de los
casos empeoraron con el tiempo y sólo el 9% mejoraron. Es importante
señalar que esto fue para una cohorte de compensación laboral.
Si nos fijamos en el
fenómeno de Raynaud, también es una afección que implica una disminución
de la circulación en las extremidades debido al vasoespasmo
desencadenado por el frío o el estrés.7 Aprendiendo de la experiencia
del tratamiento del fenómeno de Raynaud, se ha descrito que las
inyecciones de toxina botulínica A son beneficiosas.7, 8, 9
Presentamos dos casos en
los que se utilizaron inyecciones de toxina botulínica tipo A para
mejorar los síntomas de la intolerancia al frío.
Actualmente no existe consenso sobre el
tratamiento de la intolerancia al frío en las extremidades en pacientes
postraumáticos. Nuestro objetivo es presentar dos casos en los que se
utilizaron inyecciones de toxina botulínica tipo A para mejorar los
síntomas de la intolerancia al frío. Se inyectó toxina botulínica tipo A
(Allergan) en el área alrededor del haz neurovascular digital palmar en
ambos lados del dedo afectado. Realizamos esto en dos pacientes y ambos
tuvieron una buena mejoría de los síntomas. Un paciente fue dado de
alta y el otro permaneció bajo seguimiento de rutina con posibles
inyecciones botulínicas anuales para aliviar los síntomas durante los
meses de invierno. Ambos pacientes están satisfechos con los resultados y
reportan una mejora significativa con el tratamiento de bajo riesgo. En
ambos casos descritos, las inyecciones de toxina botulínica tuvieron un
efecto significativo sobre sus síntomas. Concluimos que la toxina
botulínica tipo A puede usarse como modalidad de tratamiento para
mejorar los síntomas de intolerancia al frío después de un trauma.
Sigamoney KV, Naji S, Hassan Z, McArthur
P. Use of Botulinum Toxin Injections in the Treatment of Cold
Intolerance. J Hand Surg Glob Online. 2024 Feb 29;6(3):415-417. doi:
10.1016/j.jhsg.2024.01.014. PMID: 38817774; PMCID: PMC11133842.
NASJ @NASSJournal El
modelado de elementos finitos de la médula espinal puede proporcionar
una visión única del estrés y la tensión de la médula espinal cervical,
pero se necesitan más estandarizaciones de los modelos. @AdityaVedantam, @NASSspine, @ElsOrthopaedics, #orthotwitter
El modelado de
elementos finitos (FEM) es una técnica establecida para comprender la
biomecánica de sistemas complejos, incluida la neuroanatomía humana. El
modelado de elementos finitos descompone geometrías anatómicas complejas
en pequeños elementos con propiedades materiales específicas, lo que
permite realizar análisis computacionales con cargas simuladas. Las
pruebas biomecánicas que utilizan FEM superan las limitaciones de los
modelos de cadáveres y pueden usarse para medir las fuerzas intrínsecas
del tejido cuando las pruebas clínicas no son factibles [1], [2], [3],
[4]. Las pruebas biomecánicas tradicionales de la columna requieren
pruebas de preparaciones cadavéricas de la columna, a menudo sin los
músculos paraespinales. Específicamente, la médula espinal no se puede
probar en modelos de cadáveres ya que las propiedades del tejido de la
médula espinal no se mantienen durante la preparación del cadáver y no
se puede medir el estrés intrínseco. Las limitaciones de los modelos de
cadáveres que se superan con el MEF incluyen la variabilidad biológica,
la dificultad de adquisición, las capacidades de prueba sofisticadas y
los costos. Mientras que un solo cadáver solo puede simular una única
intervención quirúrgica, los FEM pueden simular y comparar múltiples
intervenciones quirúrgicas en un solo modelo debido a su absoluta
repetibilidad y capacidad para explorar las respuestas a las
características anatómico-geométricas específicas de cada paciente
utilizando imágenes del paciente como tomografía computarizada (CT) o
resonancia magnética (MRI).
Los modelos de elementos
finitos de la columna vertebral se utilizan ampliamente para estudiar
las respuestas biomecánicas de la columna vertebral humana a cargas,
lesiones e intervenciones quirúrgicas. Los avances en el modelado
computacional, así como el conocimiento de las propiedades materiales de
los tejidos neurales, han llevado al desarrollo de FEM de la médula
espinal. El desarrollo de un MEF de la médula espinal requiere varios
aportes que contribuyen a la precisión y validez del modelo. Para
empezar, es necesario obtener geometrías precisas de la médula espinal
obtenidas por resonancia magnética. Las geometrías de la columna
cervical y la médula espinal deben registrarse a partir de datos de
imágenes médicas, como resonancias magnéticas o tomografías
computarizadas. Los componentes segmentados deben discretizarse con una
formulación de elementos óptima y un número adecuado de elementos.
Además, se modelan las propiedades materiales de huesos, ligamentos y
tejidos blandos con diferentes componentes de materiales obtenidos a
partir de estudios experimentales. Además, se establecen condiciones
límite, limitaciones y contactos entre componentes para reflejar
condiciones e interacciones fisiológicas realistas. Finalmente, se deben
determinar las fuerzas y momentos externos aplicados al modelo FE para
simular las condiciones fisiológicas que se están estudiando. Esta
técnica se utiliza ahora para estudiar la tensión de la médula espinal y
los estados de tensión debidos a patologías de la médula espinal y
lesiones traumáticas. Los modelos de elementos finitos de la médula
espinal humana permiten la cuantificación de las fuerzas de la médula
espinal en entornos dinámicos, así como después de intervenciones
quirúrgicas simuladas.
La aplicación del FEM a la
investigación biomecánica de la médula espinal comenzó alrededor de los
años 1980. Al principio, estos modelos eran predominantemente 2D debido a
limitaciones computacionales. Durante este tiempo, los FEM
proporcionaron información valiosa sobre el comportamiento de la médula
espinal en diversas condiciones fisiológicas. Coburn et al. [5]
utilizaron un modelo 2D para comprender el efecto de la estimulación
eléctrica inducida por electrodos epidurales en la médula espinal. A
principios de la década de 2000, los avances en las capacidades
computacionales permitieron un cambio hacia los FEM 3D. Estos modelos 3D
proporcionaron una representación más precisa de las complejidades
anatómicas y biomecánicas de la médula espinal [6]. Durante la última
década, los FEM se han empleado para estudiar escenarios clínicos más
complejos y diversos. Esto incluye analizar la tensión en la médula
espinal debido a la mielopatía cervical degenerativa [7], comprender el
impacto de la representación del líquido cefalorraquídeo durante los
impactos transversales [8] e investigar los efectos de la carga de
contusión en la médula espinal cervical [9]. Algunos estudios también
exploraron la biomecánica de las intervenciones quirúrgicas [10] y el
tratamiento quirúrgico de la mielopatía cervical [11]. Recientemente, se
han desarrollado técnicas de modelado más sofisticadas, como modelos
multifísicos hiperviscoelásticos de elementos finitos [12] y modelos de
elementos finitos específicos del paciente [13] para la médula espinal
cervical. Estos avances han ampliado nuestra comprensión de la
biomecánica de la médula espinal cervical y son prometedores para guiar
estrategias quirúrgicas, comprender la patobiología de la médula espinal
e impulsar innovaciones en este campo. Existe una variabilidad
considerable en la metodología y en las aplicaciones de los FEM de la
médula espinal cervical y hasta la fecha no ha habido ninguna revisión
que resuma el estado actual, las capacidades y las limitaciones de los
FEM de la médula espinal cervical humana.
En esta revisión de los FEM
de la médula espinal cervical humana, abordamos el desarrollo de
modelos, las propiedades de los materiales, el entorno de prueba y las
aplicaciones clínicas. Nuestro objetivo es definir el estado actual, las
áreas de necesidad y las direcciones futuras del FEM de la médula
espinal humana para aplicaciones clínicas.
El modelado de
elementos finitos (FEM) es una herramienta establecida para analizar la
biomecánica de sistemas complejos. Los avances en las técnicas
computacionales han llevado al uso cada vez mayor de FEM de la médula
espinal para estudiar la patología de la médula espinal cervical. Existe
una variabilidad considerable en la creación de MEF de la médula
espinal cervical y hasta la fecha no ha habido una revisión sistemática
de la técnica. El objetivo de este estudio fue revisar los usos,
técnicas, limitaciones y aplicaciones de los MEF de la médula espinal
cervical humana.
Conclusiones: El FEM de la
médula espinal proporciona una visión única del estrés y la tensión de
la médula espinal cervical en diversas condiciones patológicas y permite
la simulación de procedimientos quirúrgicos. La estandarización de los
parámetros de modelado, las estructuras anatómicas y la inclusión de
datos específicos del paciente son necesarias para mejorar la traducción
clínica.
Singhal I, Harinathan B, Warraich A,
Purushothaman Y, Budde MD, Yoganandan N, Vedantam A. Finite element
modeling of the human cervical spinal cord and its applications: A
systematic review. N Am Spine Soc J. 2023 Jul 27;15:100246. doi:
10.1016/j.xnsj.2023.100246. PMID: 37636342; PMCID: PMC10448221.
Copyright
Published by Elsevier Inc. on behalf of North American Spine Society.