Argentina El coordinador del grupo de investigadores del Instituto de Lactología Industrial (Inlain) de la Universidad, Jorge Reinheimer, precisó que "se trata de un producto único en el mundo, con altas probabilidades de transferencia a la industria", dado que es un alimento perdurable, no como la leche y los cereales.
Reinheimer explicó que el aditivo se obtuvo "a partir del suero de la manteca, fermentado por medio de un proceso sencillo", y destacó que "las empresas lácteas ya cuentan con el equipamiento necesario para su fabricación".
El suero de manteca, dijo, "posee un bajo costo, ya que en Argentina es un desecho que no tiene aplicaciones muy variadas", y sostuvo que "es apto para el desarrollo de bacterias necesarias para fabricar el polvo".
Fernando López, encargado del área de Comunicación Científica de la UNL, explicó que "consumir a la mañana una leche fermentada o un yogur con bacterias buenas se convirtió en un hábito cada vez más común, debido a los beneficios que producen al organismo".
"La variedad de alimentos con esas particularidades es escasa y se reduce a unos pocos lácteos probióticos", destacó, y subrayó que por ello "investigadores de la UNL y el Conicet buscaron ampliar la lista a través de un aditivo funcional, que permitirá cuidar la salud consumiendo un jugo de frutas, una barra de cereal, o bien añadiéndolo como si fuera leche en polvo".
Los péptidos son moléculas más pequeñas que las proteínas; cumplen numerosas funciones y, en el caso de la investigación del Inlain, la idea fue usarlos para reemplazar las bacterias que se utilizan en los alimentos probióticos.
Gabriel Vinderola, uno de los investigadores del equipo del Inlain, que también integran Ana Binetti y Patricia Burns, explicó que "los péptidos que usamos son extraídos de la caseína, una proteína láctea que perdura en el suero de la manteca", y agregó que "la gran propiedad de esos químicos naturales es su resistencia a entornos adversos, que los organismos no toleran".
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