lunes, 29 de noviembre de 2010

Un paraíso de plástico reciclado


Un paraíso de plástico reciclado
En los tiempos de Cristóbal Colón o de Magallanes, añadir nuevos territorios a un mapa podía ser una actividad casi habitual. No obstante, la Tierra, tal como se conoce hoy en día, apenas ha variado en décadas.
FUENTE | Público16/08/2010
Esto puede estar a punto de cambiar por obra del estudio holandés de arquitectura WHIM, que planea atentar contra la estabilidad de los mapas del mundo. Como si de un chalet en la playa se tratara, el equipo del estudio se ha embarcado en la construcción de una nueva isla que se levantará a partir de los desechos plásticos que flotan en el mar. Bienvenidos a Recycled Island, la Isla Reciclada.

El propósito de esta titánica obra es doble: por un lado, pretende mejorar la salud del océano al retirar los plásticos que lo contaminan. Por otro, quiere dar a luz a un nuevo hábitat que será capaz de dar cobijo hasta a medio millón de personas, según los responsables del concepto.

Aunque aún no se conoce la localización exacta, el proyecto sitúa la isla en el océano Pacífico, donde actualmente se estima que flotan hasta 44.000 toneladas de residuos plásticos. Respecto a su superficie, el proyecto calcula que la isla podría llegar a medir hasta 10.000 kilómetros cuadrados, una extensión parecida a la de la isla de Hawai (EE.UU.) y unas cinco veces la de Tenerife.

Aunque de momento este paraíso ecológico sólo existe sobre el papel, el responsable del proyecto, el arquitecto Ramon Knoester, espera que las obras de construcción arranquen "en un plazo de dos años". "Queremos que dentro de los próximos cinco años la isla ya tenga un tamaño considerable", explica Knoester.

A pesar de la precisión con la que WHIM describe cómo será la isla cuando esté terminada, la compañía no ofrece detalle alguno de cómo se construirá. De hecho, el estudio está atascado en el primer paso de la construcción de la isla: recopilar los plásticos del mar. "Los residuos están esparcidos en un área muy grande y la mayor parte del plástico está fragmentada en trozos pequeños", lamenta Knoester. "Aún no hemos encontrado la manera más adecuada para recolectar los desechos", añade.

SOPA DE PLÁSTICO

Pero el equipo de Knoester no está solo. En enero de 2010, el estudio recibió una subvención de laFundación de Arquitectura Holandesa por valor de 7.500 euros para financiar un estudio sobre la recogida de plásticos. "Esta subvención se concedió para aumentar el conocimiento sobre la posible retirada de esta sopa de plástico del océano", precisa a este diario el portavoz de la fundación, Martijn Oskam. No obstante, al preguntar al beneficiario de la beca por los resultados de aquel estudio, Knoester simplemente alega que "no se han publicado las conclusiones".

Al igual que el equipo aún no sabe cómo cosechará los residuos plásticos del mar, tampoco ha logrado decidir cuál será el procedimiento para crear una base sólida sobre la que estructurar su particular edén. "Aún tenemos que trabajar duro en el proyecto, cualquier sugerencia será bien recibida", asegura Knoester.

Lo que la empresa sí tiene claro es que dentro de la isla todo funcionará de forma sostenible. La luz del sol y la fuerza de las olas serán las únicas fuentes de energía, mientras que los abonos para la agricultura procederán de las deposiciones de los propios habitantes y del cultivo de algas marinas. Aunque, igual que otros aspectos del proyecto, los arquitectos de WHIM tampoco han decidido cómo lograrán instalar la arena necesaria para crear las zonas de baño y las áreas de cultivo que aparecen en los bocetos del proyecto.

Quiénes serán los habitantes de la isla es otra de las incógnitas de la utopía de WHIM. El proyecto asegura que Recycled Island podrá dar cobijo a aquellos que se vean obligados a abandonar sus hogares debido a los efectos del cambio climático. Sin embargo, Knoester asegura que el único requisito será que los habitantes "sigan los principios del respeto al medio ambiente".

La isla pretende ser un hábitat a caballo entre el mundo urbano y el rural. "La gente podrá trabajar, comer, dormir e ir al cine, entre otras cosas", afirma el responsable del proyecto. "Recycled Islandserá una nueva ciudad, por lo que debe ser construida incluyendo colegios y hospitales", asegura.

Para el aporte de agua dulce, Knoester deposita toda su confianza en la lluvia, aunque, como otros muchos aspectos del proyecto, "aún no se ha profundizado demasiado en esta parte del plan", confiesa. "Estamos trabajando paso a paso; cuando tengamos construido el prototipo todo irá mucho más deprisa", asegura Knoester.

NUEVA VENECIA

A pesar de los vacíos sobre los que se está levantando el proyecto, los responsables ven la isla como una versión verde y moderna de la actual Venecia (Italia). Sus habitantes estarán en contacto permanente con el agua, que recorrerá Recycled Island a través de numerosos canales.

De momento, la isla cuenta con un montón de bocetos elaborados al detalle, ideas y buenas intenciones, pero poco de esto conseguirá levantar la obra. Los cimientos que busca la compañía están en la financiación, aunque los planes del proyecto aseguran que "no se debe ver la isla como una inversión rentable en términos económicos", sino como una inversión ecológica.

A pesar de todas estas promesas, harán falta unos cuantos años para comprobar la solidez del proyecto de WHIM que, si consigue salir adelante, quizá obligue a actualizar los mapamundis.

Autor:   Marta del Amo

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