Cada vez estamos más concienciados, en la sociedad en general, de la influencia de las nuevas tecnologías en nuestras vidas, y sobre todo en los menores, para los que ya no son “nuevas tecnologías”, ellos están creciendo con estos avances, descubriendo cada día nuevas aplicaciones, nuevos juegos, nuevas páginas.
Utilizamos las tecnologías y con ellas el teléfono móvil, o Internet como una herramienta integrada en nuestro entorno del que prácticamente no nos podemos despegar. Además de servirnos de ayuda en el contexto laboral y educativo, nos sirve como forma de ocio para adultos y para menores.
La expansión tecnológica es cada vez mayor y más sofisticada, y de ahí la responsabilidad de cada uno para garantizarse su adecuada formación y manejo, al igual que la de nuestros hijos, aprendiendo los peligros y consecuencias de una inadecuada utilización.
Cómo ocurre en todos los sectores, primero suceden las cosas, y después se va regulando a nivel legal, por eso, actualmente existen muchas controversias y vacíos legales sobre algunos temas de Internet, como puede ser, la descargas de contenidos en la red. Sin embargo, sí existe ya, regulación sobre tráfico de contenido ilegal de manera virtual, o realización de insultos o amenazas por Internet, como se recoge en los Artículos 169 al 171 del Código Penal, del mismo modo, conocemos normativa legal, normalmente calificado como faltas, cuando se realizan amenazas a través del teléfono móvil.
¿Qué es el ciberbullying o acoso escolar? Es el acoso a través de teléfono móvil, mensajes, correos electrónicos, chats, redes sociales como Facebook, Tuenti, o Myspace… El acoso a través de los dispositivos electrónicos, que realizan muchos alumnos y genera un gran malestar en las víctimas de estas situaciones.
Uno de los agravantes de estas acciones es que son anónimas, y debido a que normalmente los niños no suelen ser vigilados en el entorno familiar sobre el uso que hacen de internet, es fácil que puedan realizar el acoso, e igualmente pueda recibirse. Éste es uno de los motivos por los que los educandos insisten en la importancia de compartir un espacio común para el ordenador y la navegación, en los hogares donde hay menores.
En caso de que se reciban correos amenazantes o con insultos, es recomendable que los menores no contesten a ese tipo de mensajes y si continúa sucediendo, lo comuniquen a los padres, o profesores, para que se puedan tomar las medidas oportunas. Por tanto, es fundamental, que los padres, traten de compartir espacios con sus hijos donde puedan comunicar sus experiencias y conocer qué suelen hacer, con quien hablan, donde cuelgan fotos, a través de la red.
Es importante, como padres, o profesores, conocer que existen departamentos dentro de la policía y la guardia civil, que se dedican a trabajar en estas problemáticas, en caso de que los menores reciban de forma recurrente amenazas, insultos o injurias a través de la red, y no se trate de una broma consentida por el menor, se pueden dirigir a estas unidades. Otra recomendación, si los padres conocen que le está sucediéndole una situación de acoso a su hijo, es que se pongan en contacto con el centro escolar donde acude el chico, para que puedan orientarle y ayudarle, además de solicitar atención médica/psicológica profesional cuando se observe algún problema de tipo social, psicológico, emocional, o escolar en los menores derivada de estas situaciones.
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