Pero el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), ha señalado que hay una segunda inscripción sobre 2012 en otro fragmento encontrado en un yacimiento en ruinas de Comalcalco, también en Tabasco. Ambos restos de aspecto críptico tienen una antigüedad de 1.300 años. Por supuesto, su aparición no significa que la interpretación del fin del mundo deje de ser una tontería.
La inscripción se encuentra en una cara tallada en un ladrillo. Comalcalco es inusual entre los templos mayas, precisamente por estar construido con ladrillos. Arturo Méndez, portavoz del INAH, ha señalado que el fragmento fue descubierto hace varios años y ha sido objeto de un minucioso estudio. Actualmente no está en exhibición y se mantiene resguardado en el instituto.
El "ladrillo de Comalcalco", como es conocido el segundo fragmento, ha sido tema de discusión por expertos en algunos foros en Internet. Algunos aún dudan que sea una referencia definitiva al 21 de diciembre o al 23 de diciembre de 2012, las fechas citadas por los defensores de las absurdas teorías sobre el fin del mundo. "Algunos lo han propuesto como otra referencia a 2012, aunque yo sigo sin estar convencido", señala David Stuart, especialista en epigrafía maya de la Universidad de Texas en Austin. Según Stuart, la fecha inscrita "es una ronda del calendario, una combinación de un día y mes que se repetirá cada 52 años".
El calendario maya empieza en 3.114 a.C y divide el tiempo en períodos denominados baktunes. El 13 era un número importante, sagrado para los mayas, y el decimotercer baktún culmina alrededor del 21 de diciembre de 2012.
«ÉL LLEGA»
Sin embargo, la fecha en el ladrillo podría también responder a fechas similares del pasado. "No hay razón para que no pudiera ser también una fecha del tiempo antiguo, describiendo algún evento histórico importante en el periodo Clásico. De hecho, el tercer glifo en el ladrillo parece leerse como el verbo huli, 'él/ella/ello llega", señala Stuart. "No hay tiempo futuro (a diferencia de la frase de Tortuguero), lo que para mí apunta más a que la fecha de Comalcalco es más histórica que profética", añade.
La inscripción de Tortuguero describe algo que se supone ocurre en el año 2012 y que involucra a Bolon Yoke, un misterioso dios maya asociado a la guerra y a la creación. Sin embargo, la erosión y una grieta en la piedra hacen que el final del pasaje sea casi ilegible, aunque hay quien interpreta los últimos glifos como «Él descenderá del cielo».
El ladrillo de Comalcalco es extraño en el sentido de que los rostros moldeados o inscritos en los ladrillos fueron probablemente hechos hacia dentro o cubiertos con estuco, lo que sugiere que no fueron hechos para ser vistos.
El INAH sostiene que los rumores de que el mundo podría acabarse o experimentar un importante cambio en diciembre de 2012 son malinterpretaciones del calendario maya. "El pensamiento mesiánico de Occidente ha tergiversado la cosmovisión de antiguas civilizaciones como la de los mayas", insiste.
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