La Antigua Biblioteca Nacional será centro multimedia
2011-10-29 • Impreso Cultura
Convento, almacén, cuartel y biblioteca, el Ex Templo de San Agustín es objeto de una profunda remodelación para abrir un centro multimedia que dé acceso electrónico a los acervos bibliográficos de la UNAM.
Foto: Jorge Carballo
El inmueble de gran valor arquitectónico por su estilo renacentista y ejemplo de la época virreinal, recinto que durante casi un siglo albergó a la Biblioteca Nacional y que hoy pertenece al Patrimonio de la Universidad Nacional Autónoma de México, es objeto de una restauración que durará casi dos años.
Así lo señala el arquitecto Vicente Flores, director de Desarrollo Inmobiliario del Fideicomiso para el Centro Histórico de la Ciudad de México, institución que coadyuva en el proceso, al facilitar algunos trámites como permisos de obra, entre otras cosas.
De acuerdo con el especialista, en realidad los trabajos de recuperación se iniciaron hace ocho años, cuando la Universidad Nacional Autónoma de México realizó los estudios de estabilización de suelos, y desde hace dos años se ha venido realizado dicha estabilización.
"El problema mayor que presenta este edificio es de índole estructural, como todo el Centro Histórico, se está hundiendo de manera irregular, en algunos casos hay hundimientos de hasta 2 metros. Ello no significa que se vaya a caer, simplemente que ese movimiento irregular hace que las estructuras se abran, que las paredes se cuarteen y que, por ejemplo, se meta toda el agua de la lluvia", dice Flores.
Del lado de la calle República del Salvador, el muro que une al ex Templo con la actual Iglesia de San Agustín presenta grietas importantes, apreciables a simple vista, con una separación de varios centímetros, lo que da una idea del estado general de la construcción.
El arquitecto indica que igualmente se restaurará la fachada monumental y la nave principal, así como los hermosos relieves de cantera. "Toda la construcción —dice— será utilizada para instalar un centro multimedia que dé acceso electrónico a los acervos de la UNAM, y esta primera parte se llevará al menos 2dosaños".
El Ex Templo de San Agustín empezó a construirse el 22 de mayo de 1677 (el primer inmueble era del siglo XVI y en 1676 fue destruido por un incendio que duró 3 días). El nuevo edificio se conformó de tres naves y ocho capillas muy al estilo renacentista, una colosal obra que ocupa la manzana que forman las calles de Uruguay, Isabel la Católica, República del Salvador y Cinco de Febrero.
El maestro Bernardo Bátiz escribió recientemente que, con motivo de las Leyes de Reforma, el convento quedó en el abandono y fue usado para diversos fines: almacén, cuartel y tuvo mala suerte en la invasión estadunidense de 1847, ya que ahí se instalaron tropas de los invasores y se perdieron entonces tesoros artísticos y bibliográficos.
Lo que pudo salvarse fueron algunos lienzos de Miguel Cabrera y archivos históricos, la famosa sillería del coro, dos hileras de bancos tallados con escenas de la Biblia. Otras piezas, rescatadas y luego restauradas, están en un salón del Colegio de San Ildefonso, conocido como El Generalito.
El nuevo templo estuvo abierto al culto religioso durante algún tiempo; sin embargo, el 2 de abril de 1884 fue convertido en la antigua sede de la Biblioteca Nacional. Para esta tarea fue necesario realizar algunas modificaciones, el atrio, por ejemplo, quedó convertido en un jardín. Durante casi un siglo, aquí se pudo consultar material bibliográfico, pero se desocupó cuando su acervo se trasladó al Centro Cultural Universitario de Ciudad Universitaria.
Testigos de piedra
••• En la esquina de Isabel la Católica y Uruguay, por encima de la verja se asoma la figura en mármol de un viajero, con un libro en la mano izquierda y su sombrero en la derecha. Es la estatua de Alexander von Humboldt que fue develada el 13 de septiembre de 1910 durante los festejos del Centenario de la Independencia. La escultura fue donada por el emperador Guillermo II en honor del viajero, humanista y científico que visitó nuestro país.
••• En la esquina de Isabel la Católica y Uruguay, por encima de la verja se asoma la figura en mármol de un viajero, con un libro en la mano izquierda y su sombrero en la derecha. Es la estatua de Alexander von Humboldt que fue develada el 13 de septiembre de 1910 durante los festejos del Centenario de la Independencia. La escultura fue donada por el emperador Guillermo II en honor del viajero, humanista y científico que visitó nuestro país.
Un reporte periodístico de Liliana Jiménez, Elia Baltazar y Primavera Téllez indica que en origen, la estatua fue idea del entonces presidente Benito Juárez, quien encargó la pieza a Italia para colocarla en el Colegio de Minería de la Ciudad de México, pero su decreto no se cumplió.
En el acervo escultórico de la biblioteca destacan también los bustos de personajes de la Reforma, colocados en la punta de las pilastras que rodean el jardín, lo mismo románticos que clásicos, puros, moderados y conservadores, entre los que están Bernardo Couto, Manuel Carpio y José Joaquín Pesado, entre otros.
Ciudad de México. Verónica Díaz
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