Anesthesia for Plastic Surgery Procedures in Previously Morbidly Obese Patients Víctor M. Whizar-Lugo MD, Roberto Cisneros-Corral MD, Miguel A. Reyes-Aveleyra MD, Jaime Campos-León MD, John Domínguez MD. Anestesia en México 2009;21:186-193. Obese patients that have undergone bariatric surgery and have lost considerable amounts of weight tend to seek the assistance of plastic surgeons for body contour surgery to improve their physical appearance as well as their self esteem. This growing patient population tends to retain a certain amount of excess weight, as well as some of the co morbidities of obesity, such as arterial hypertension, mixed cardiopathy, pulmonary hypertension and hyperglycemia, among other pathologies. They should be examined thoroughly, in search of these co morbidities, as well as to obtain a complete list of medications they take or have taken in the past. The anesthetic management plan should be contingent upon the patient's physical condition, anatomic and physiologic changes, psychological condition and the surgical plan. Anemia is a frequent complication of some bariatric procedures and should be compensated with appropriate anticipation. Preanesthetic medications may include benzodiazepines and alfa-2 agonists, as long as precautions are taken against nausea and vomiting. Droperidol is the drug of choice. Regional anesthesia should be employed whenever possible, especially subarachnoid block, since it is deeper and has fewer adverse effects. General anesthesia should be left as the last choice, and may be combined with regional techniques. It is prudent to use conscious sedation for facial and neck surgery, maintaining stringent monitoring, especially with respect to airway management. Thromboprophylaxis is mandatory in these patients, and should continue for several days post-operatively. Key words: previously obese, plastic surgery, anesthesia
Los pacientes con obesidad que fueron sometidos a cirugía bariátrica y que han perdido peso en forma considerable suele buscar al cirujano plástico para procedimientos de cirugía del contorno corporal que les mejore su apariencia física, al igual que su autoestima. Este grupo creciente de enfermos suelen conservar sobrepeso y algunas de las comorbilidades de la obesidad como son la hipertensión arterial, la cardiopatía mixta, hipertensión pulmonar y la hiperglucemia, entre otras patologías. Deben de ser estudiados de una forma integral en búsqueda de estas patologías asociadas, así como determinar el tipo de fármacos que ingieren. El manejo anestésico se basa en el estado físico, en los cambios anatómicos y fisiológicos, el estado psicológico y el plan quirúrgico. La anemia es frecuente como resultado de algunos procedimientos bariátricos y debe de ser corregida con anticipación debida. La medicación preanestésica se puede realizar con benzodiazepinas y alfa2 agonistas, siempre con profilaxis de náusea y vomito. El droperidol es una droga de elección. Siempre que sea posible se debe de utilizar anestesia regional, en especial el bloqueo subaracnoideo ya que es el más profundo y con menos efectos secundarios. La anestesia general debiera de dejarse como una última alternativa, pudiéndose combinar con técnicas regionales. Para cirugía de la cara y el cuello es prudente utilizar técnicas de sedación consciente, manteniendo una vigilancia muy estrecha, en especial sobre la permeabilidad de la vía aérea. La tromboprofilaxis es mandatoria en estos pacientes y debe de extenderse por varios días en el postoperatorio mediato. Palabras clave. Ex obesos, cirugía plástica, anestesia
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