Hasta ahora, los médicos habían aplicado quimioterapia a mujeres preñadas con mucha cautela por temor a causar daños fetales irreversibles, de modo que las gestantes con cáncer no siempre han recibido la terapia óptima. Esta situación ha llevado al Grupo de Mama alemán a impulsar un registro internacional con datos de embarazadas con cáncer, a partir de los cuales se ha llevado a cabo el estudio.
La investigación se efectuó con información de 235 gestantes, de una media de edad de 33 años, con un cáncer de mama diagnosticado alrededor de la 23ª semana de gestación. Los resultados preliminares corresponden a 151, de las cuales 91 recibieron dos ciclos de quimioterapia durante el embarazo y 60 no se trataron con ella. Al finalizar la gestación no se observaron diferencias significativas entre los recién nacidos de ambos grupos. La edad media gestacional de los bebés en el momento del parto fue de un promedio de 36 semanas, y el peso de los expuestos al tratamiento anticáncer fue ligeramente inferior, de 2.636 gramos frente a los 2.791 de los no expuestos.
"Después de la duodécima semana de gestación, tratar con quimioterapia es factible, ya que los resultados en eventos fetales fueron similares en los dos grupos, aunque necesitamos más información sobre los agentes citotóxicos modernos", dijo Sibylle Loibl, profesora adjunta de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Frankfurt, que ha coordinado el trabajo.
DIAGNÓSTICO TARDÍO
Otra noticia favorable para las embarazadas es que el diagnóstico del cáncer de mama durante la gestación no siempre tiene consecuencias fatales. Una investigación australiana, realizada en 2.752 pacientes, ha descubierto que, cuando se diagnostica en el embarazo, el riesgo de muerte de la afectada sólo es un 3% mayor al de las mujeres no gestantes. En cambio, si se detecta durante los 12 meses posteriores, este riesgo se eleva hasta el 48%, según el estudio, expuesto por Angela Ives, profesora adjunta de la Universidad de Australia Occidental.
En cuanto a la lactancia materna, un estudio epidemiológico sueco, que ha evaluado la agresividad de los tumores de 622 casos de cáncer de mama, tomados del grupo de 17.035 mujeres del Estudio de Dieta y Cáncer de Malmö, aporta nuevas conclusiones. "No hemos encontrado una asociación entre la lactancia materna y el cáncer de mama, pero hemos visto que una mayor duración de la lactancia se asocia a un subgrupo de tumores más agresivos; necesitamos más estudios para analizarlo", afirmó Salma Butt, del Departamento de Cirugía del Hospital Universitario de Malmö (Suecia).
Autor: Patricia Morén |
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