Medicina Azteca.
La medicina azteca o ticiotl fue en su inicio heredada de padres a hijos por la tradición oral. Más tarde fue un oficio o artesanía. Igual que en otras culturas de la barbarie, fue mágica y empírica. A diferencia de la medicina europea, no fue especialmente sintomática ya que los aztecas se ocuparon de las causas y esencia de las enfermedades. Se enseñaba en los templos por los tepoxtlatos o sacerdotes a los momaxtles o discípulos. Se aprendía la manera de conocer las enfermedades, la terapéutica mediante la cirugía, el uso de plantas o animales, o la fisioterapia.
Los aztecas consideraban la enfermedad como un fenómeno tan antiguo y natural que hasta los dioses la padecían.
La medicina era también un atributo de los dioses que vivían en el Tlalocan, región paradisiaca o en el Mictlan, el mundo subterráneo presidido por el dios de la muerte, Mictlantecuhtli. Por ello se tenían varias deidades relacionadas con las enfermedades y su tratamiento: (continua abajo)
La medicina azteca o ticiotl fue en su inicio heredada de padres a hijos por la tradición oral. Más tarde fue un oficio o artesanía. Igual que en otras culturas de la barbarie, fue mágica y empírica. A diferencia de la medicina europea, no fue especialmente sintomática ya que los aztecas se ocuparon de las causas y esencia de las enfermedades. Se enseñaba en los templos por los tepoxtlatos o sacerdotes a los momaxtles o discípulos. Se aprendía la manera de conocer las enfermedades, la terapéutica mediante la cirugía, el uso de plantas o animales, o la fisioterapia.
Los aztecas consideraban la enfermedad como un fenómeno tan antiguo y natural que hasta los dioses la padecían.
La medicina era también un atributo de los dioses que vivían en el Tlalocan, región paradisiaca o en el Mictlan, el mundo subterráneo presidido por el dios de la muerte, Mictlantecuhtli. Por ello se tenían varias deidades relacionadas con las enfermedades y su tratamiento: (continua abajo)
Tzapotlatenan. Nativa de Zapotlán, pesidía la medicina en general y se le tenía como la descubridora del Oxtiti o Uxitl, la resina sagrada curativa.
Xipetotec. Dios de la primavera, de las flores y de las enfermedades de la piel, patrón de los cirujanos y de las plantas medicinales. "Atribuían a este dios primeramente las viruelas (?) las apostemas que se hacen en el cuerpo y la sarna; también las enfermedades de los ojos, como el mal que procede de mucho beber".
Tezcatlipoca, creador del cielo y de la tierra, se creía que castigaba a los lascivos enviándoles las enfermedades venéreas.
Quetzalcoatl. Se le encomendaban los enfermos de catarro y reumatismo, así como a las mujeres que deseaban tener hijos.
Xochiquetzal. Era la diosa propicia para las embarazadas y como Matlacueye o Macuilixochitl favorecía el puerperio normal. Enviaba enfermedades venéreas y de la piel además de la hemorroides.
Tzinteotl o Centeotl era la diosa de los medicamentos, de las hierbas medicinales, y de la epilepsia.
Tlaloc. Dios del agua. Se le invocaba en casos de reumatismo o ahogamiento. Causaba enfermedades de la piel, úlceras, lepra (?) hidropesía.
Amimitl era invocado por los enfermos del estómago o disentería.
Nanahuatl era el dios de los leprosos (?) mas bien de los bubosos y otras enfermedades de la piel.
Ixtlitlon era la deidad protectora de los niños en especial ante los cuadros diarreicos.
Las enfermedades en general, eran conocidas como cocolli; las contagiosas como cocoliztli; las epidémicas como temoxtli y las venéreas como cihuatlaueliloc.
Los médicos indígenas eran más higiénicos que los europeos de su tiempo. Comprendieron la influencia del clima en las enfermedades reumáticas y el catarro, lo nocivo de las bebidas embriagantes. Distinguieron síntomas del aparato digestivo: la sialorrea, los vómitos con sus variantes de flema, moco y sangre. Conocieron y trataron la disentería. Distinguieron el dolor precordial, las modificaciones en los caracteres del pulso, la hemoptisis, la ozena, el catarro común la neumonía, la bronquitis, la tuberculosis, el labio leporino o tencua.
Entre las enfermedades de la pies estaban familiarizados con las úlceras, las niguas, la sarna, tiña, pediculosis.
Se refieren a la urticaria como chincual y a la psoriasis como xiotl. De las enfermedades nerviosas distinguieron la locura furiosa de la apacible o moderada, las hemiplejias, las paraplejias, el temblor, la epilepsia (Diagnóstico Temprano)
El Tlamatepatiticitl funcionaba como un médico internista, curaba con medicina ingeridas o aplicadas sobre los tegumentos o por medios físicos. Había cirujanos y sangradores. El Papiani-Panamacani era el herbolario, expendía las plantas medicinales. El Tepatiani conocía mejor sus propiedades medicinales. Los Teomiquetzani eran los "componedores de huesos", hábiles para tratar esguinces, luxaciones y fracturas. Había además otólogos, oculistas, dentistas, intérpretes de sueños y médicos que restituían el alma perdida.
En obstetricia la Tlamatlquiticitl, partera o comadrona, vigilaba períodicamente el embarazo, intentaba el acomodo del producto mediante maniobras externas, o internas en el momento del parto, y era muy hábil para realizar embriotomías en caso de muerte del producto. El cuidado del embarazo era una mezcla de fórmulas mágicas para ahuyentar los malos espíritus, normas higiénicas y dietéticas personales y de la casa. (Promoción de Salud).
Se prohibía el trabajo pesado, se hacía énfasis en la higiene sexual; se usaba el temaxcal en el pre y el posparto Para los aztecas "..no se desconocía la profilaxia..en las enfermedades que se creían contagiosas (usaban) el secuestro del afectado". Moctezuma tenía en su palacio una casa para los enfermos incurables y extraordinarios (que) estaba anexo al templo mayor un hospicio y un edificio llamado Netlatilopan que estaba consagrado al dios Nanahuatl donde se recogía a los albinos, leprosos (?) pintos y otros. En Colhuacan existía un hospital de inválidos sostenido por el Estado para los servidores militares y civiles. Había un hospital militar en Texcoco. Al hospital o enfermería se le llamaba Cocaxcalli y al hospital u hospicio para huérfanos, Icnopilcalli. (Protección específica).
Fray Toribio de Benavente y Fray Juan de Torquemada señalan que las condiciones higiénicas de los aztecas eran favorables por la práctica del baño ritual o por hábito y además mantenían las calles limpias y barridas y cuando era mucha la basura la incineraban. Los aztecas realizaron obras de ingeniería mediante las cuales evitaban las inundaciones de la ciudad. Para proveerse de agua potable construyeron un ingenioso sistema de acueductos a partir de los manantiales de Chapultepec. Bernal Diaz del Castillo describe los axixcalli, pequeñas casas privadas a los lados de los caminos a los cuales acudía el necesitado viandante para purgar el vientre. (Saneamiento Ambiental).
El Codice Badiano contiene la herbolaria y la terapéutica conocida y experimentada por los médicos precortesianos.
Utilizaban ampliamente, la valeriana, el ricino, la zarzaparrilla, el árnica, la ruda, el copal, el costomate, el coyotomate, el cuastomate, el chilpatle, la chinana, que hoy son de uso en la medicina popular. Las emplastos de tortillas de maiz guardadas y húmedas eran muy utilizadas para las infecciones de la piel. Para la tos y los hemoptoicos empleaban Calliandra anomala. Para la neumonía extracto de Croton sanguiglum y cataplasmas de chimecatl. Para las enfermedades cardíacas, la magnolia americana con propiedades similares a la digital.
Tenían remedios para la caspa, las úlceras, los abscesos y tumores, eméticos y antieméticos, purgantes, laxantes, estornutatorios.. Para la diarrea utilizaban el hueso de aguacate pulverizado y mezclado con agua de plátano o extracto de corteza de guayabo. Como antiparasitarios plantas del género artemisa, el epazote, la papaya el timbiriche.
En cirugía usaban navajas de obsidiana, el hule para las curaciones y como protector de las superficies cruentas o quemadas. Inmovilizaban las fracturas después de reducirlas, con tejamanil y cojinetes de algodón. Hacían trepanaciones para reducir la presión intracraneal. En las heridas ponían polvo de obsidiana finamento pulverizado a fin de lograr la hemostasia. Hicieron circuncisiones de carácter ritual; amputaciones, extirpación de cataratas, carnosidades y pterigión. Aplicaban fomentos para localizar infecciones, y constituido el flemón o chipoctli, lo escindían. Suturaban con cabello, fibras de maguey o ixtle. "Las heridas de los labios se han de coser con el cabello de la cabeza y después derretir un poco de zumo de maguey que se llama meulli y echarlo en la herida; y si después de sano quedara alguna señal fea, para cerrarla se ha de sajar y quemarse y tornarse a coser con el cabello de la cabeza y echar encima ulli derretido". Sahagún.
Para las operaciones anestesiaban tal vez con toloache. Manejaban el peyote y los hongos alucinógenos para realizar la narcosis actual. (Tratamiento Específico y Limitación de Daño).
Xipetotec. Dios de la primavera, de las flores y de las enfermedades de la piel, patrón de los cirujanos y de las plantas medicinales. "Atribuían a este dios primeramente las viruelas (?) las apostemas que se hacen en el cuerpo y la sarna; también las enfermedades de los ojos, como el mal que procede de mucho beber".
Tezcatlipoca, creador del cielo y de la tierra, se creía que castigaba a los lascivos enviándoles las enfermedades venéreas.
Quetzalcoatl. Se le encomendaban los enfermos de catarro y reumatismo, así como a las mujeres que deseaban tener hijos.
Xochiquetzal. Era la diosa propicia para las embarazadas y como Matlacueye o Macuilixochitl favorecía el puerperio normal. Enviaba enfermedades venéreas y de la piel además de la hemorroides.
Tzinteotl o Centeotl era la diosa de los medicamentos, de las hierbas medicinales, y de la epilepsia.
Tlaloc. Dios del agua. Se le invocaba en casos de reumatismo o ahogamiento. Causaba enfermedades de la piel, úlceras, lepra (?) hidropesía.
Amimitl era invocado por los enfermos del estómago o disentería.
Nanahuatl era el dios de los leprosos (?) mas bien de los bubosos y otras enfermedades de la piel.
Ixtlitlon era la deidad protectora de los niños en especial ante los cuadros diarreicos.
Las enfermedades en general, eran conocidas como cocolli; las contagiosas como cocoliztli; las epidémicas como temoxtli y las venéreas como cihuatlaueliloc.
Los médicos indígenas eran más higiénicos que los europeos de su tiempo. Comprendieron la influencia del clima en las enfermedades reumáticas y el catarro, lo nocivo de las bebidas embriagantes. Distinguieron síntomas del aparato digestivo: la sialorrea, los vómitos con sus variantes de flema, moco y sangre. Conocieron y trataron la disentería. Distinguieron el dolor precordial, las modificaciones en los caracteres del pulso, la hemoptisis, la ozena, el catarro común la neumonía, la bronquitis, la tuberculosis, el labio leporino o tencua.
Entre las enfermedades de la pies estaban familiarizados con las úlceras, las niguas, la sarna, tiña, pediculosis.
Se refieren a la urticaria como chincual y a la psoriasis como xiotl. De las enfermedades nerviosas distinguieron la locura furiosa de la apacible o moderada, las hemiplejias, las paraplejias, el temblor, la epilepsia (Diagnóstico Temprano)
El Tlamatepatiticitl funcionaba como un médico internista, curaba con medicina ingeridas o aplicadas sobre los tegumentos o por medios físicos. Había cirujanos y sangradores. El Papiani-Panamacani era el herbolario, expendía las plantas medicinales. El Tepatiani conocía mejor sus propiedades medicinales. Los Teomiquetzani eran los "componedores de huesos", hábiles para tratar esguinces, luxaciones y fracturas. Había además otólogos, oculistas, dentistas, intérpretes de sueños y médicos que restituían el alma perdida.
En obstetricia la Tlamatlquiticitl, partera o comadrona, vigilaba períodicamente el embarazo, intentaba el acomodo del producto mediante maniobras externas, o internas en el momento del parto, y era muy hábil para realizar embriotomías en caso de muerte del producto. El cuidado del embarazo era una mezcla de fórmulas mágicas para ahuyentar los malos espíritus, normas higiénicas y dietéticas personales y de la casa. (Promoción de Salud).
Se prohibía el trabajo pesado, se hacía énfasis en la higiene sexual; se usaba el temaxcal en el pre y el posparto Para los aztecas "..no se desconocía la profilaxia..en las enfermedades que se creían contagiosas (usaban) el secuestro del afectado". Moctezuma tenía en su palacio una casa para los enfermos incurables y extraordinarios (que) estaba anexo al templo mayor un hospicio y un edificio llamado Netlatilopan que estaba consagrado al dios Nanahuatl donde se recogía a los albinos, leprosos (?) pintos y otros. En Colhuacan existía un hospital de inválidos sostenido por el Estado para los servidores militares y civiles. Había un hospital militar en Texcoco. Al hospital o enfermería se le llamaba Cocaxcalli y al hospital u hospicio para huérfanos, Icnopilcalli. (Protección específica).
Fray Toribio de Benavente y Fray Juan de Torquemada señalan que las condiciones higiénicas de los aztecas eran favorables por la práctica del baño ritual o por hábito y además mantenían las calles limpias y barridas y cuando era mucha la basura la incineraban. Los aztecas realizaron obras de ingeniería mediante las cuales evitaban las inundaciones de la ciudad. Para proveerse de agua potable construyeron un ingenioso sistema de acueductos a partir de los manantiales de Chapultepec. Bernal Diaz del Castillo describe los axixcalli, pequeñas casas privadas a los lados de los caminos a los cuales acudía el necesitado viandante para purgar el vientre. (Saneamiento Ambiental).
El Codice Badiano contiene la herbolaria y la terapéutica conocida y experimentada por los médicos precortesianos.
Utilizaban ampliamente, la valeriana, el ricino, la zarzaparrilla, el árnica, la ruda, el copal, el costomate, el coyotomate, el cuastomate, el chilpatle, la chinana, que hoy son de uso en la medicina popular. Las emplastos de tortillas de maiz guardadas y húmedas eran muy utilizadas para las infecciones de la piel. Para la tos y los hemoptoicos empleaban Calliandra anomala. Para la neumonía extracto de Croton sanguiglum y cataplasmas de chimecatl. Para las enfermedades cardíacas, la magnolia americana con propiedades similares a la digital.
Tenían remedios para la caspa, las úlceras, los abscesos y tumores, eméticos y antieméticos, purgantes, laxantes, estornutatorios.. Para la diarrea utilizaban el hueso de aguacate pulverizado y mezclado con agua de plátano o extracto de corteza de guayabo. Como antiparasitarios plantas del género artemisa, el epazote, la papaya el timbiriche.
En cirugía usaban navajas de obsidiana, el hule para las curaciones y como protector de las superficies cruentas o quemadas. Inmovilizaban las fracturas después de reducirlas, con tejamanil y cojinetes de algodón. Hacían trepanaciones para reducir la presión intracraneal. En las heridas ponían polvo de obsidiana finamento pulverizado a fin de lograr la hemostasia. Hicieron circuncisiones de carácter ritual; amputaciones, extirpación de cataratas, carnosidades y pterigión. Aplicaban fomentos para localizar infecciones, y constituido el flemón o chipoctli, lo escindían. Suturaban con cabello, fibras de maguey o ixtle. "Las heridas de los labios se han de coser con el cabello de la cabeza y después derretir un poco de zumo de maguey que se llama meulli y echarlo en la herida; y si después de sano quedara alguna señal fea, para cerrarla se ha de sajar y quemarse y tornarse a coser con el cabello de la cabeza y echar encima ulli derretido". Sahagún.
Para las operaciones anestesiaban tal vez con toloache. Manejaban el peyote y los hongos alucinógenos para realizar la narcosis actual. (Tratamiento Específico y Limitación de Daño).
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