Desgraciadamente una de las soluciones para reducir de manera dramática el tabaquismo, es trabajar sobre nuestros niños, educarlos dentro de la familia, que tomen conciencia de lo que representa el daño que nos causa el cigarro y que en el futuro aunado a una férrea educación publica podríamos tener una generación que fume menos. Lo triste de esto es que tenemos que dejar morir a nuestros actuales fumadores, que muchos de ellos son nuestros padres, hermanos hijos, cónyuges, etc, etc. El activismo no funciona, solo espero que se me ocurra algo que pudiera funcionar y no permanecer indolente.
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