viernes, 13 de mayo de 2011

Investigación en migración celular


Investigación en migración celular
Alfonso Escobar Izquierdo, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, ha recibido el Premio Ramón de la Fuente Muñiz de Salud Mental, en su primera edición. Desde hace cinco años, Escobar y sus estudiantes indagan en los procesos de migración celular, mecanismo fundamental en la formación, crecimiento y regeneración de los seres vivos, a partir de la fecundación, las células comienzan a multiplicarse y migran hacia un lugar específico para realizar su función, sea para formar un órgano, desarrollar algún trabajo en el organismo o moldearlo para adquirir su forma. El equipo del profesor Escobar Izquierdo estudia cómo la serotonina afecta y regula el proceso de migración celular.
FUENTE | Universidad Nacional Autónoma de Mexico - Dirección General de Comunicación Social04/05/2011

México
La migración celular es un mecanismo fundamental en la formación, crecimiento y regeneración de los seres vivos. Ocurre a diferentes niveles, a veces en organismos formados a partir de una sola célula, y otras, en los constituidos por miles de ellas.

A partir de la fecundación, las células comienzan a multiplicarse para constituir lo que más adelante será un ser vivo. No pueden solamente reproducirse y quedarse en el sitio donde nacieron, así que migran hacia un lugar específico para realizar su función, sea para formar un órgano, desarrollar algún trabajo en el organismo o moldearlo para adquirir su forma, explicó en un texto de próxima publicación, Alfonso Escobar Izquierdo, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM.

Estudioso del proceso de migración celular en las neuronas cerebrales, el investigador emérito fue reconocido por su trayectoria académica con la primera edición del Premio Ramón de la Fuente Muñizde Salud Mental. "Es un honor, me siento halagado de que me lo hayan dado", comentó en entrevista. 

El científico, adscrito al Departamento de Biología Celular y Fisiología del IIBm, destacó que, fundamentalmente, el cerebro es el determinante de todas las funciones que se llaman mentales. "Se cree que hay enfermedades mentales y nerviosas, pero no es cierto, todas son neurológicas", aclaró. 

Migración neuronal

Desde hace cinco años, Escobar y sus estudiantes indagan un grupo de células del tallo cerebral productoras de serotonina, neurotransmisor que además de participar en los procesos de memoria, aprendizaje y regulación del estado de ánimo, se considera que puede participar en la regulación de la migración neuronal. 

"La serotonina ó 5-HT tiene que ver con los procesos cognoscitivos en general, y para que se produzca se necesita del aminoácido triptófano, que solo se obtiene a través de la dieta", dijo el universitario. 

La corteza cerebral recubre la parte más externa del cerebro, está formada por seis capas celulares y cada una posee diferentes tipos neuronales. Está relacionada con los mecanismos de motricidad, memoria, interpretación de estímulos sensoriales y con la generación de funciones cognoscitivas, añadió. 

En la fase de migración se trasladan desde el tubo neuronal hasta la capa de la corteza que les corresponde, de tal manera que las células generadas tempranamente ocupan las capas más profundas, mientras que las producidas de manera tardía, forman las más externas. 

Las futuras células se mueven hacia su nivel correspondiente a través de las llamadas glías radiales, utilizadas como andamios por los que las células cerebrales escalan hasta llegar al lugar que ocuparán, donde dependen de señales químicas para efectuar su función. Sin embargo, hay factores externos, como la desnutrición en el periodo prenatal, que pueden alterar los patrones normales. 

Estudio experimental en ratas

Para estudiar este proceso, Alfonso Escobar y sus alumnas diseñaron una dieta con deficiencia en triptófano, para analizar qué modificaciones sufren ante la escasa o nula producción de serotonina. 

En su experimento, alimentan a las ratas embarazadas con la dieta deficiente en triptófano y luego observan a sus crías, que al nacer muestran cambios conductuales y modificaciones celulares por la nula producción de ese neurotransmisor. 

En los seres humanos adultos, la serotonina se vincula con la depresión. "Por eso los medicamentos tienden a mejorar su cantidad circulante en el cerebro. Aunque en los recién nacidos no hay ese déficit, quizá lo guardan para la etapa madura", precisó el científico, quien aclaró que su estudio se realiza únicamente en modelos experimentales animales.

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