El buscador cede el control al internauta
Los usuarios podrán censurar resultados de la web. Los expertos creen que la compañía está rediseñando su algoritmo para hacerlo cada vez más humano
Google, que lo fiaba todo a la matemática de su algoritmo, invita ahora a los internautas a bloquear los resultados del buscador que quieran. Si decide hacerlo, en su próxima búsqueda ya habrán desaparecido. Aunque el bloqueo sólo afectará a lo que ve cada uno de ellos, la compañía no descarta usar esta información para afinar su sistema. Con 2.000 millones de usuarioscensurando páginas, la introducción del factor humano preocupa a los webmaster porque puede desvirtuar la justicia matemática de Google.
"Ahora hay otra manera de encontrar más sobre lo que estás buscando, al bloquear los sitios que no quieres ver", explican los ingenieros responsables de la calidad de las búsquedas de Google, Amay Champaneria y Beverly Yang, en el blog oficial de la compañía. Con la nueva herramienta, cuando un usuario busca sobre football (americano, en este caso), en Google le saldrán también páginas de fútbol europeo. Debajo de cada uno de estos enlaces aparece desde ayer la opción de bloquear ese sitio. Cuando vuelva a rastrear algo similar, esos sitios ya no volverán a aparecer.
Se crea una lista que el usuario siempre puede visitar para levantar vetos
"Es probable que hayas tenido la experiencia de hacer clic en un resultado que no era exactamente lo que estás buscando", explica el blog. "Puede que el resultado no fuese el correcto, otras veces es posible que te disguste el sitio en general, ya sea por su contenido ofensivo, pornográfico o de baja calidad. Para ocasiones así, tendrás una nueva opción para bloquear dominios concretos en tus resultados de futuras búsquedas". Aunque mencionan tres categorías, el usuario podrá borrar los sitios que quiera. Las páginas despreciadas caen en una lista de bloqueo que el usuario siempre puede visitar para levantar algún veto o añadir más webs a esta lista negra. El servicio, que hoy sólo está disponible en la versión en inglés de Google, se irá ampliando al resto de idiomas y países en los próximos días.
"Google le ha dado un toque humano a su algoritmo", dice Ismael El-Qudsi, en su momento manager de búsquedas en MSN y ahora responsable de nuevos medios en Havas Digital. Para este experto en posicionamiento en buscadores (SEO), "estamos ante un movimiento importante del buscador para mejorar sus resultados". Google podrá aprender de lo que bloqueen muchos usuarios. En principio, las listas de bloqueo son personales, pero Google las podría usar para revisar el lugar en que aparece una página determinada. "Lo que bloquea uno no importa pero y ¿si lo hacen 100 o 1.000?", plantea El-Qudsi.
De hecho, la compañía dice en su blog que, aunque no va a usar por ahora el bloqueo de dominios como una medida para establecer su ranking en el buscador, analizarán los datos para ver si se pueden aprovechar "para evaluar y mejorar nuestros resultados de búsqueda en el futuro". En el mundo hay 2.000 millones de internautas y la mayoría usa Google. En España, cerca del 90% opta por este buscador. La posibilidad de que tanta gente empiece a bloquear sitios preocupa a los expertos en posicionamiento en buscadores o SEO.
La compañía no descarta usar esta información para afinar su sistema
La importancia de la posición
Un estudio realizado por la consultora User Centric en enero volvió a demostrar lo importante que es aparecer bien colocado en los buscadores. Usando un sistema de rastreo comprobaron que apenas el 10% de los participantes miraba más allá del quinto o sexto enlace que ofrecía el algoritmo de Google. Por eso son tan codiciados los buenos SEO, las empresas se los rifan para que su página salga lo más arriba posible. El juego era cosa de dos. Por un lado, el algoritmo de Google, que determina la relevancia de un sitio en función de una fórmula que valora los enlaces a esa página como votos positivos. Por otro lado estaban los SEO que, con técnicas más o menos honestas, intentan escalar posiciones en el ranking.
"Ahora, la intervención humana hará que Google se salga del control del webmaster", explica el consultor web y profesor de diseño web Luis Molina. Para él, el movimiento de Google puede tener consecuencias inesperadas. "Puede haber un grupo de usuarios con animadversión hacia un sitio. ¿Google usará esta pista para penalizarlo?", se pregunta. De hecho, como plantea un usuario en el sitio que Google ha habilitado para responder a las dudas sobre su nueva herramienta, podría ocurrir que se organizaran campañas contra una página. "Google debería habilitar un canal para negociar el desbloqueo", opina Molina. "El que me bloquee puede ser un competidor o alguien con mala uva", añade.
Los webmaster temen que se desvirtúe la justicia matemática'
Para el profesor del IE Business School, Enrique Dans, la herramienta de Google da al usuario la posibilidad de decidir qué es o no relevante, "pero a nadie se le escapa que millones de usuarios expresando sus preferencias ofrecen una posibilidad enormemente ventajosa de depurar en tiempo real un algoritmo que muchos consideraban que, a medida que las técnicas de manipulación progresaban, estaba perdiendo gran parte de su calidad y su sentido".
Tanto Molina como Dans relacionan el bloqueo con el cambio en el algoritmo que introdujo Google hace unas semanas. Entonces, el buscador lanzó una nueva versión que busca penalizar a las llamadas granjas de contenido, sitios con material copiado de otras páginas y llenos de palabras clave y enlaces que usurpaban los primeros puestos del buscador. "Si los usuarios señalan un sitio como no deseado, puede responder a muchos factores, pero uno de ellos podría hipotéticamente ser su irrelevancia", comenta Dans. El también bloguero destaca que esto último puede ser muy positivo para el futuro de las búsquedas. "Hay muchos factores detrás de la idea de relevancia, y que muchos millones de usuarios expresen sus preferencias proporciona a Google una visibilidad agregada descomunal", explica. La compañía podría mejorar su algoritmo sin coste alguno, gracias al feedback de los usuarios.
Sobre el lado oscuro de la maniobra, se plantean varias posibilidades. Para El-Qudsi, es un guiño a la web social. "Google no está de moda, lo están Facebook o Twitter. Pero dando esta opción al usuario se hace más social". Molina va algo más allá: "Fuera de sus cavilaciones matemáticas, Google necesita nuevas herramientas para seguir afinando su buscador, y qué mejor herramienta que todos nosotros", plantea. A largo plazo, el interés podría ser comercial. Como dice Molina, "así irá mejorando el conocimiento que tiene de cada uno para conseguir su fin último, la mejor publicidad personalizada".
En lo que coinciden todos es en que los buenos SEO, los que dan contenido interesante, no tienen que tenerle miedo a la herramienta que da Google a los internautas.
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