Los sentimientos de inferioridad pueden provocar inhibición y retraimiento, dando lugar a que se vaya construyendo una personalidad tímida e insegura, dentro de un marco de escasa actividad social.....Cuando alguien se siente inferior, puede optar por la «resignación”, lo que da lugar a una actitud de modestia y timidez exageradas,
inseguridad e inhibición, con lo que esta persona parece actuar como si se disculpase
constantemente por el mero hecho de su propia presencia. 
Pero si no se resigna, intenta compensar su defecto de tres modos que no se excluyen totalmente entre sí, y que serían las compensaciones psicológicas.
........Por último, estarían las compensaciones de tercer grado, con las que se intenta adoptar un falso sentimiento de superioridad que sirva para ocultar el problema de fondo ante uno mismo y ante los demás. Cuando el individuo adopta esta última vía de compensación, se muestra altanero, presuntuoso, arrogante, inflexible y vanidoso,
aparentando, a simple vista, un cierto complejo de superioridad.