¿Cómo medir el impacto de la ciencia en la sociedad?
La Universidad de Málaga (UMA) acoge durante dos días a los científicos que componen el Observatorio para la Ciencia en la Sociedad basado en Modelos Sociales (SISOB), cuyo objetivo es explorar nuevos modelos con los que evaluar cómo el conocimiento se introduce en la sociedad. El establecimiento de indicadores que midan este impacto desde diferentes perspectivas ha sido y es una preocupación constante de los responsables de las políticas públicas científicas y tecnológicas.
El proyecto SISOB arranca este mes enero y tendrá una duración de tres años, concluyendo en diciembre de 2013. Las herramientas que se prevén desarrollar están orientadas a medir el impacto social que puede llegar a tener cualquier investigación científica y, en particular, la forma en la que el conocimiento se introduce en la sociedad y cómo ésta acaba apropiándose de aquel.
La metodología que se quiere aplicar está basada en la detección de interacciones dentro y entre múltiples comunidades de científicos, periodistas, industriales, gestores de políticas públicas y consumidores, a partir de las cuales se construirán modelos con los que obtener indicadores de tipo social y así poder predecir la repercusión que cualquier avance científico puede llegar a tener socialmente.
La puesta en marcha de esta investigación ha venido propiciada por la preocupación creciente de diversos colectivos y, especialmente, de la Administración pública, en torno al impacto social de la investigación. El establecimiento de indicadores que midan este impacto desde diferentes perspectivas, de forma horizontal o sectorial, ha sido y es una preocupación constante de los responsables de las políticas públicas científicas y tecnológicas, no sólo a nivel regional, nacional, nacional o comunitario, sino también en ámbitos más restringidos como las universidades y organismos de investigación.
El proyecto, liderado por la UMA y lo componen expertos de la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania); la Fundación Frontiersln de Suiza; el Instituto para la Organización de la Investigación (IRO) de forma conjunta con la Academia Húngara de Ciencias (HAS); la Fundación Rosselli, de Francia; y la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT). Además, participa la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, la Universidad de Ljubljana (Eslovenia) y la Universidad de Granada.
Financiada por la Unión Europa con 1,4 millones de euros, esta investigación se enmarca dentro del programa específico ‘Ciencia en Sociedad’, incluido en el VII Programa Marco de Investigación, Desarrollo e Innovación (2007-2013) de la UE (7PM).
Una participante singular
En la evaluación positiva del proyecto ha influido el hecho de que uno de los participantes sea la Administración andaluza, destacando la comisión el hecho de que la presencia de la misma puede ayudar a incrementar el impacto la propia investigación.
El 7PM es, hoy por hoy, un espacio cien por cien competitivo donde la excelencia constituye el único criterio para el éxito de cualquier propuesta. Con esta iniciativa, el Gobierno andaluz pretende animar al resto de entidades de la comunidad, y en especial a las empresas, a abrirse camino en el ámbito de la investigación europea, buscando fomentar su participación en el 7PM, la principal herramienta de la UE para financiar proyectos de I+D+i.
El Programa constituye un escenario en el que universidades, organismos de investigación y empresas pueden lograr que el conocimiento generado revierta en la sociedad, y es un espacio inmejorable para trabajar en colaboración con otras regiones y países europeos, superando entornos y mercados que, hasta hace poco tiempo, se presentaban como inalcanzables.
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