Centrados en experiencias similares con otros virus -el de la gripe de 1918 y el de la aviar-, Kwok-Yung Yuen, de la Universidad de Hong Kong, y un nutrido grupo de expertos de esa misma región asiática, intentaron demostrar la eficacia de los trasplantes de plasma para superar la gripe A. Los resultados aparecen ahora publicados en la revista 'Clinical Infectious Diseases'.
El trabajo se centró en 93 infectados por el H1N1 que ingresaron en la Unidad de Cuidados Intensivos de siete hospitales distintos, entre septiembre de 2009 y junio de 2010. Una veintena de ellos recibió la solución con el plasma (y los anticuerpos) de otros pacientes que habían superado la enfermedad. Los que se negaron a someterse esta terapia recibieron el tratamiento habitual y sirvieron como grupo control.
LOS EFECTOS DE LA TRANSFUSIÓN
Tras la transfusión, llevada a cabo a las 48 horas del ingreso hospitalario y que "no provocó ningún efecto secundario", la carga viral se redujo notablemente, tal y como se pudo comprobar al tercer día, el quinto y el séptimo.
Esta reducción también se extendió a la tasa de mortalidad, bastante menor que la de los pacientes que no recibieron el plasma: un 20% frente a un 54,8%. En total, 44 enfermos acabaron falleciendo en ambos grupos.
Aunque todavía se desconoce su vía de acción exacta, "el tratamiento de las infecciones severas por H1N1 [...] con una dosis de este tipo de plasma de convaleciente (de donantes que ya superaron la infección) redujo la carga viral del tracto respiratorio, la respuesta inflamatoria de las citoquinas y la mortalidad", concluyen.
Por otro lado, los autores del trabajo subrayan cómo el fallo renal agudo impactó gravemente sobre la salud de este tipo de pacientes, estando directamente relacionado con un marcado aumento en la mortalidad. De hecho, fue una de las principales causas de los fallecimientos.
Autor: María Sainz |
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