HR 8799 es, en efecto, uno de los primeros sistemas solares lejanos de los que se han podido obtener imágenes directas. Fue en 2008 cuando Christian Marois, del Instituto de Astrofísica Herzberg, en Canadá, consiguió la primera imagen de este sistema, a 130 años luz de la Tierra. Y descubrió en él tres planetas gigantes. Ahora, utilizando el telescopio Keck II, en Hawái, el mismo equipo ha vuelto a "visitar" el lugar y ha descubierto un cuarto mundo alrededor de la misma estrella. Se trata de otro gigante y, al igual que sus compañeros, forma parte de un sistema solar que nuestra ciencia considera, hoy por hoy, imposible.
UN BRILLO ESPECIAL
El nuevo planeta, denominado HR 8799e orbita a una distancia de su estrella de 14, 5 Unidades Astronómicas (una UA es la distancia que hay entre la Tierra y el Sol, cerca de 150 millones de km.). Lo que hace de él el más interior de los cuatro mundos descubiertos en el sistema. Los demás, en efecto, orbitan a distancias superiores a las 25 UA.
La imagen, que aparece junto a este texto, ha sido obtenida en el rango del infrarrojo, en el que los mundos de este lejano sistema solar brillan con especial intensidad. De hecho, se trata de un sistema relativamente joven (menos de cien millones de años) y sus mundos emiten aún grandes cantidades de calor, fácilmente detectable en la zona infrarroja del espectro electromagnético.
Y es precisamente la juventud de estos cuatro planetas lo que trae de cabeza a los investigadores. La razón es que su existencia no puede explicarse con las dos principales teorías de formación planetaria. La primera sostiene que esta clase de mundos se forma a partir de un único y gran colapso que crea toda la masa del planeta de una vez. La segunda, sin embargo, sostiene que el colapso inicial forma pequeños núcleos que después van creciendo a base de agregar los materiales y gases circundantes.
DESAFÍO A LO CONOCIDO
Pero el descubrimiento de este nuevo mundo desafía ambas teorías por igual. Según la primera hipótesis, el planeta recién descubierto habría tardado en formarse más del triple de la edad que tiene su sistema, algo que no es posible. Según la segunda, la gravedad de la estrella no habría permitido la formación de un mundo tan grande. HR 8799e tiene diez veces la masa de Júpiter y si se hubiera formado in situ y de una sola vez, en el mismo lugar en que se encuentra, las perturbaciones gravitarorias de su estrella habrían impedido, sin lugar a dudas, el proceso. De hecho, que sepamos, dichas perturbaciones no permiten la formación de gigantes gaseosos a distancias inferiores a las 20 UA Según el propio Marois, "ninguna de las teorías existentes puede explicar la formación in situ de estos cuatro planetas". Sin embargo, opina el científico, se podría utilizar una combinación de ambos métodos para explicar la existencia de un sistema como éste. Los astrónomos han encontrado en HR 8799 varios cinturones de polvo y fragmentos, lo que puede ayudarles a determinar lo que sucedió.
Para los investigadores, por lo tanto, hay dos posibilidades: o el planeta "e" era inicialmente mucho más pequeño y ha ido creciendo (aunque de una forma mucho más rápida de lo que indica la teoría) o bien se formó en otro sitio y ha "emigrado" hasta su posición actual. La respuesta correcta, por ahora, no se conoce.
Autor: José Manuel Nieves |
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario