Romanos, visigodos, árabes, judíos y cristianos han dejado su huella en el trazado medieval del casco antiguo de Toledo. Recorremos sus calles empedradas en busca de sus pequeños arquitectónicos. El aroma de las especias, la intensidad de los colores y la proximidad de sus gentes hacen de Marrakech una ciudad fascinante. El mejor lugar para sentir su magia es la plaza Jamaa el Fna, tanto de día como de noche. Ecléctico, excéntrico, exhuberante... Este antiguo palacio del XIX, totalmente rehabilitado en los años cincuenta como casa de huéspedes, ocupa toda una finca en el palmeral de Marrakech, a las afueras de la ciudad. Menorca es el paradigma del turismo familiar, una isla tranquila de calas recónditas que han logrado escapar de la especulación inmobiliaria. El otoño, con sus agradables temperaturas, es buen momento para visitarla. Construido sobre un edificio antiguo del siglo XVIII, Menorca ya tiene su primer hotel rural en el casco antiguo de Ciutadella. El respeto por la arquitectura tradicional de la isla ha sido una constante en su rehabilitación. Junto a la Valencia de los arquitectos, tan cerca de la playa como de las ruinas de Sagunto y en el corazón de uno los paisajes más fértiles de la península, este rincón de la huerta cumple las expectativas de cualquier viajero. Los propietarios de esta alquería del siglo XVII decidieron compartir la que iba a ser su casa de veraneo con sus huéspedes y hasta les han brindado su huerto ecológico. Toda una muestra de generosidad valenciana.
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