lunes, 21 de marzo de 2011

Aumenta temor por radiación nuclear en Japón


| AP
Aumenta temor por radiación nuclear en Japón
REUTERS | lunes, 21 marzo 2011 04:53 p.m.
La ansiedad mundial por la radiación de una planta nuclear dañada por el terremoto en Japón creció el martes, a pesar de que los ingenieros lograron algo de progreso en su intento por evitar un desastre mayor al ya causado por la peor crisis atómica desde Chernóbil.

El drama en el complejo de la planta nuclear de Fukushima continuaba mientras el país asiático lidia con las consecuencias del terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo que dejaron al menos 21.000 muertos o desaparecidos.

Los técnicos que trabajan dentro de la zona de evacuación alrededor de la dañada planta en el noreste de Japón, sobre la costa del Pacífico, lograron finalmente conectar cables de energía a los seis reactores y comenzaron a bombear agua a uno de ellos para enfriar las barras de combustible nuclear.

"Vemos una luz para salir de la crisis", dijo un funcionario citando al primer ministro Naoto Kan, permitiéndose un optimismo inusual en el momento más duro de Japón desde la Segunda Guerra Mundial.

Aún así, afuera de la planta, una creciente evidencia de radiación detectada en vegetales, agua y leche puso nerviosos a todos en Japón y en el exterior a pesar de las declaraciones de funcionarios de que los niveles no eran peligrosos.

El operador de la planta nuclear, Tokyo Electric Power Co <9501.T> (TEPCO), dijo que se encontraron pequeños rastros de radiación en las aguas del Pacífico cercanas al lugar, un hecho tal vez no sorpresivo puesto que los técnicos han estado echando agua de mar a los reactores desde el accidente.

El yodo radiactivo en las muestras marinas era 126,7 veces superior al límite permitido, mientras que el cesio era 24,8 veces mayor, reportó la agencia de noticias Kyodo. Esto no plantea un riesgo inmediato, dijo TEPCO.

"Se tendría que beber esta agua por un año entero para acumular un millisievert", dijo un funcionario de TEPCO en referencia a la unidad de medida de la radiación. Las personas están expuestas generalmente a 1 a 10 millisievert por año de radiación causada por sustancias en el aire y el suelo.

El Ministerio de Salud de Japón ha pedido a los residentes cercanos a la central que dejen de beber agua del grifo tras detectarse altos niveles de yodo radiactivo. También detuvo cargamentos de la zona como leche, espinacas y otras verduras locales llamadas kakina.

"Niveles de radiación que exceden los estándares provisionales han sido detectados (en algunos productos)", dijo el jefe de Gabinete, Yukio Edano.

"Lo que quiero que la gente entienda es que esos niveles no son suficientes para afectar a los humanos. Comer esos productos un par de veces no afectará la salud de las personas", agregó.

Los expertos dicen que las mediciones son mucho menores a las de Chernóbil después del accidente de 1986 en Ucrania. Algunos advirtieron en contra de entrar en pánico.

"Tendría que comer o beber una cantidad importante para recibir un nivel de radiación que pudiera ser peligroso", dijo Laurence Williams, profesor de seguridad nuclear del Instituto John Tyndall en Gran Bretaña.

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que el impacto de la radiación se estaba volviendo más serio de lo pensado inicialmente, cuando se esperaba que estuviera limitado a unos 20-30 kilómetros de la planta.

"Es lógico suponer que algún producto contaminado salga de la zona de contaminación", declaró Peter Cordingley, portavoz de la oficina regional de la OMS, a Reuters.

De todos modos, Cordingley dijo que no había pruebas de que alimentos contaminados desde la prefectura Fukushima estén llegando a otros países.

No había reportes importantes de alimentos contaminados en Tokio, una ciudad de unos 13 millones de habitantes ubicada a unos 240 kilómetros al sur del complejo de Fukushima. Muchos en Tokio permanecían en sus hogares o usaban mascarillas.

Algunos expatriados y locales se fueron del país la semana pasada poco después del accidente.

PREOCUPACION EN EL EXTERIOR

Japón es un importador neto de alimentos, pero tiene exportaciones sustanciales -principalmente de frutas, verduras, productos lácteos y mariscos- hacia sus grandes mercados en Hong Kong, China y Estados Unidos.

China dijo que está vigilando la comida importada de Japón, dijo la agencia de noticias Xinhua, citando al organismo de control de la calidad del país. Pero también actuó en contra del pánico encarcelando a un hombre durante 10 días por difundir rumores sobre la contaminación de sus aguas.

Corea del Sur dijo que ampliaría las inspecciones de radiactividad a la comida agrícola japonesa procesada y deshidratada, además de los productos frescos.

En Taiwán, uno de los mejores restaurantes japoneses de la ciudad está ofreciendo a los comensales el uso de un medidor de radiación en caso de que estén nerviosos por la comida.

Estados Unidos está distribuyendo yoduro de potasio a su personal en Japón como una medida de precaución por la exposición a la radiación.

La perspectiva de una fusión de la planta nuclear en la tercera mayor economía del mundo y su posición clave en la cadena de suministros mundial afectó a los inversores de todo el mundo la semana pasada y provocó una inusual intervención monetaria conjunta del grupo de las siete naciones más ricas (G-7) para estabilizar los mercados.

El costo de los daños fue estimado en alrededor de 250.000 millones de dólares, convirtiéndolo en el desastre natural más costoso de la historia. El crecimiento de la economía japonesa está previsto que decaiga en la primera mitad del año antes de que la reconstrucción dé un nuevo impulso.

Los mercados financieros en Tokio estuvieron cerrados el lunes por feriado, pero los mercados globales subieron a medida que el apetito por el riesgo volvía tras los progresos reportados en la resolución de la crisis nuclear. El yen bajó en medio de especulaciones de más intervención de parte del G7.

DEVASTACION

La cifra oficial de muertos, de 8.805 el martes en la mañana, probablemente continuará aumentando debido a que todavía hay 12.654 personas reportadas como desaparecidas.

La policía dijo que más de 15.000 personas habrían muerto en la prefectura de Migayi, una de las cuatro más afectadas por el tsunami.

El terremoto de magnitud 9 y el tsunami de 10 metros arrasaron ciudades, que ahora son basurales de barro y restos.

El desastre dejó a más de 350.000 personas sin hogar. Agua, comida, medicinas y combustible escasean en algunas zonas y las temperaturas de casi bajo cero del invierno japonés no están ayudando.

Los japoneses son famosos por su resistencia y se ve poco del caos social o de los saqueos que suelen acompañar desastres globales de esta envergadura. 

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