¿Por qué fracasan los blogs de los hospitales?
El día que conocí al MAestro Máñez, me pasó un enlace muy interesante que comentaba algunos de los motivos por los que los blogs de los hospitales solían fracasar.
Comentemos algunos:
- Miedo al fracaso. Si tienes esa sensación antes de empezar un blog, mejor no lo hagas. Bajo mi punto de vista, la filosofía que le da sentido a un blog se basa en el compartir experiencias e ideas de una forma abierta… te puedes equivocar un día, todos lo hacemos, lo importante es saber admitirlo con naturalidad y enriquecerse con los comentarios que puedan hacer otras personas. Y otra cosa que quiero añadir, aunque no venga mucho a cuento, el bloguero que no lee y participa (comentando) en otros blogs, tiene que cambiar el chip, pues el 2.0 se basa en la participación. Y aunque parezca que mi comentario va dirigido a un blog personal… ¿realmente el blog de un hospital tendría que ser diferente? ¿No está escrito, al fin y al cabo, por personas? ¡Dejémonos de tanta ceremonia, anda!
- La falsa creencia de que los hospitales no tienen historias que contar en un blog. ¡Nada más lejos de la realidad! Ocurren miles de cosas a diario que pueden ser muy interesantes y enriquecedoras… si perdemos el miedo a contarlas, a ser transparentes y a admitir nuestros errores (que los hay… y a veces, cuando los intentamos tapar, hacemos el ridículo… ¡qué la gente no es tonta!), el beneficio puede ser inmenso. Eso sí, tener un blog para plagarlo de noticias corporativas, marketing de la organización y fotos de políticos, está abocado al fracaso más estrepitoso… un blog no está pensado para ese tipo de contenido.
- Confianza -excesiva- en Twitter y Facebook (o el “hay que estar porque hay que estar“). El mero hecho de conectar nuestros blogs con Twitter y Facebook no son garantía de éxito para nada. Podemos entenderlos como medios de difusión del contenido pero, poniéndonos en la piel de un hospital. ¿Es razonable que el blog esté conectado con Facebook si cuando alguien comenta un contenido no hay nadie detrás para contestar? Me molesta especialmente como nuestras organizaciones están convirtiendo Facebook en una herramienta 1.0. ¿De verdad hay que estar porque hay que estar? Igual que si no tienes nada que decir, mejor estate callado… si no vas a usar Facebook, mejor no estés.
- Subestimar el riesgo de no ser encontrado en Google. Quien dice Google, dice cualquier otro buscador. Si generas contenido interesante y nadie es capaz de encontrarlo, ¿existe el contenido? ¿Suena un árbol que cae en un bosque en el que no hay nadie? Cuando un decisor pide hacer un blog corporativo y al hablarle de SEO, no sólo dice “¿Mande?”, sino que no se preocupa de saber qué es o piensa que no es importante invertir recursos en ello… ¡pues mal vamos! (que conste que no explico lo que es el SEO a posta
).
- Falta de recursos e inversión a largo plazo. No podemos pensar que hacer un blog corporativo es una cosa muy sencilla que el informático de turno hace en dos minutos y que no conlleva ningún coste. Esa forma de pensar es lo que nos lleva a tener lo que tenemos: un repositorio de noticias y fotitos de marketing institucional.
- Estrategia corporativa de comunicación poco adecuada. Que enlaza un poco con el punto anterior. ¿Escribimos para nosotros o para nuestros lectores?
- Falta de ganas. Si no lo tienes claro, si no tienes nada que contar, si no tienes el tiempo necesario para contarlo de forma que interese a los demás… mejor no lo hagas.
Espero que estos comentarios os inviten a la reflexión. No perdamos el norte… hagamos un blog para nuestro hospital si de verdad tenemos algo que aportar… si de verdad vamos a hacerlo bien, al estilo 2.0… por favor, ¡no lo hagamos porque lo hace otro o porque es la moda!
Fuente: Health is social.
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