domingo 27 de febrero de 2011
Repaso semanal a la blogosfera sanitaria y alrededores (21 a 27 de febrero de 2011)
En medicina a veces lo más difícil es no hacer nada. Quizá gran parte de la culpa de la medicalización de la sociedad la tenemos nosotros: hemos sido entrenados para diagnosticar enfermedades y para "prescribir" presuntos remedios. Es sólo con la experiencia cuando nos vamos dando cuenta de que en muchas ocasiones (¿la mayoría?) es mejor "prescribir" información y tranquilidad a nuestros pacientes en vez de dispararles con un medicamento.
Muy relacionado con este tema en concreto está la entrada de Giordano Pérez Gaxiola en el blog "Sin Estetoscopio". El título de la entrada es "Número Necesario a No Tratar". Dejemos que Giordano nos lo explique: "...hoy salió publicado en el BMJ un punto de vista muy interesante de Des Spence. Spence hace mención a un concepto contrario al número necesario a tratar (NNT): el número necesario a no tratar (NNNT).
El ejemplo que se menciona es un motivo de consulta muy frecuente. ¿Qué pasaría si no se prescriben antibióticos en faringitis? Aparte de los resultados clínicos, ¿qué impresión tendrían los pacientes? Spence, citando a Bandolier, hace referencia a un ensayo clínico de 1997 donde a un grupo de pacientes le dieron antibióticos, a otro le dieron una receta para antibióticos sólo si persistían con síntomas después de 3 días, y a otro más no les dieron antibióticos.
Al final del estudio, los antibióticos tuvieron un efecto mínimo en los síntomas. La satisfacción de los pacientes fue la misma en los 3 grupos. Sin embargo, lo que pasó fue que, comparados con los grupos de no antibiótico o de antibiótico tardío, los pacientes del grupo de antibióticos se convencieron que el tratamiento era efectivo. Y si piensas que algo sirve, es obvio que en la siguiente ocasión esperarás la misma receta.
En Bandolier podemos ver la tabla con los resultados. Ahí observamos que “necesitaríamos NO tratar” (NNNT) a 3 pacientes para persuadir a 1 de que los antibióticos no son tan efectivos en las faringitis. Y podemos ver el impacto que tendría en futuras consultas".
Y su conclusión final es acertadísima: "Esto me hace pensar mucho en los medicamentos que a veces podemos llegar a recetar sólo “por dar algo”. El dar tratamientos así puede crear la percepción de que sí funcionan. Y luego hasta los mismos médicos nos convencemos que así es. Por el contrario, si dejamos de hacer algo, podemos persuadir, o más bien educar, que en ciertas enfermedades, es mejor dar apoyo moral y confort que dar algún medicamento sin efecto comprobado". Los subrayados en negrita son míos. Estoy totalmente de acuerdo con Giordano.
La medicalización de la vida cotidiana, que afecta a la población adulta de forma demoledora, está llegando a la población infantil. A mi hace tiempo que me preocupa, y mucho, la abundancia de diagnósticos psiquiátricos que se realizan en niños, especialmente en Estados Unidos. No me refiero al TDAH. Resulta que por aquellas tierras cada vez son más los niños diagnosticados de depresión mayor, trastornos bipolares y otras enfermedades inéditas hasta hace poco en la infancia. ¿Es que no las diagnosticábamos? ¿Se nos "pasaban"? O, pensando menos ingenuamente, ¿no son los niños un segmento de mercado fabuloso para la industria farmacéutica? Fijaos en este vídeo, donde "etiquetan" psiquiátricamente a niños por 3.000 dólares en centros médicos situados... en centros comerciales. Espeluznante pero ya está sucediendo.
"Asuntos del cerebro": Psiquiatria infantil y neuroimagen
Cargado por raulespert. - Descubre más vídeos de ecología y sociedad.
Sea como fuere, el uso de antipsicóticos en niños ya está aquí, es una realidad preocupante. En "Sala de Lectura" tratan el problema, a resultas de una revisión sistemática sobre los efectos adversos de estos fármacos e población infantojuvenil. Carlos Fernández Oropesa, en su comentario de ste artículo, comenta lo siguiente: "el uso de antipsicóticos atípicos en niños y adolescentes es particularmente complejo y polémico. No obstante, su uso ha aumentado de forma importante en Estados Unidos y Canadá ante la atenta vigilancia y la preocupación de los agentes reguladores. En España hay datos globales de su consumo, pero no hemos encontrado información específica en estos segmentos poblacionales. Los resultados de este estudio no hacen sino confirmar la evidencia ya existente: estamos ante un subgrupo terapéutico con reacciones adversas graves, algunas con repercusiones inmediata y otras (diabetes y sus complicaciones) a largo plazo. Y, como hemos criticado en otras ocasiones, seguimos constatando una gran opacidad a la hora de investigar y comunicar los resultados de seguridad de los medicamentos, lo que ha motivado que los autores solo hayan podido meta-analizar los datos relativos al aumento de peso (ojo a los NNH)". Los subrayados en negrita nuevamente son míos.
Jesús Martínez ("El Médico de mi hij@") nos habla del colecho, tema siempre polémico. Jesús refiere su punto de vista, con el que yo, a títulopersonal, estoy de acuerdo al 100%: "¿Qué llamamos colecho?
Que el niño duerma en la cama con mamá para poder tomar teta cuando le plazca, bien, pero la cama tiene 135 cm, entonces sobra alguien y como soy yo el que sobra, me molesta.
Que el niño duerma en la cama ya mayorcito y destetado con los padres, bueno ahora puede sobrar ella, pero….. no suele ser así, Ya me voy yo otra vez al salón.
Que duerma en la misma habitación que los papas pero en otra cama propia. No se, pero en mi casa no caben. Se requiere un espacio.
Mi cultura, mi educación me enseñó lo importante que es el destete y el despegarse de las faldas de mamá a una edad prudente, hacerse mayor y poder volar libre y salir de casa al cumplir la mayoría de edad. Si no educamos en la libertad, la autonomía personal y la autosuficiencia no conseguiremos ciudadanos librepensantes".
Amalia Arce ("Diario de una Mamá Pediatra") se va a tomar unas pequeñas vacaciones blogosféricas. No sabes cómo te entiendo, Amalia. Vuelve pronto.
De todos es conocida la impresionante labor de Vicente Ferrer en la India. En "Hij@s de Eva y Adán" nos la recuerdan, aportando un testimonio de la misma. No os lo perdais.
"Mamá está muerta. La ha matado mi papá" es el contundente título de la última entrada del blog "Pediatría Social". La violencia de género es una lacra, cuyas consecuencias se extienden mucho más allá del mismo asesinato. ¿Qué repercusiones tendrá en esta niña de cinco años, protagonista de la noticia, el hecho de haber sido testigo del espantoso crimen cometido por su padre? Niños dañados de por vida, secuelas muy difíciles de minimizar. Terrible.
Vayamos a terrenos científicos. Azucena Santillán ("Enfermería Basada en la Evidencia") se pregunta "¿Es necesario lo que vas a publicar?"). Pregunta más que pertinente, teniendo en cuenta, no ya el mar, sino el océano de "infoxicación" en el que estamos inmersos. Refiere Azucena: "..."publicar artículos no es un bien en sí mismo; como señalan Andersen y colegas, para ser útil un artículo debe aportar conocimiento nuevo. Algo cada vez menos habitual, cuando a menudo los investigadores marean los datos una y otra vez, cuando no exprimen hasta la extenuación el mismo trabajo..."
No le pasa sólo a la enfermería, pero parece que a veces perdemos de vista los conceptos de "pertinencia", "relevancia", "validez externa".
¿Y por qué ocurre esto?. Pues creo que es porque hasta hace poco , la función investigadora no estaba premiada como ahora (carrera profesional, bolsas de empleo...) y así nos hemos visto envueltos en una fiebre publicadora que nos empuja a elaborar posters y comunicaciones casi a destajo descuidando, tal vez, el verdadero interés de la investigación en enfermería".
Efectivamente, se publica mucho, demasiado. Ojo: publicar no es lo mismo que investigar. Hace ya muchos años leí en un libro que lamentablemente he perdido que, antes de decidirse a realizar un estudio, el grupo de investigadores debería plantearse dos preguntas: "¿Qué pasará?" y "¿A quién le importa?". Quizña si todos nos hiciéramos esas preguntas habría menos infoxicación y más estudios publicados útiles para la práctica clínica diaria.
PubMed ha vuelto a cambiar (por si no os habíais enterado :-)). Si comenzais vuestras búsquedas por el MeSH Database, que es por donde yo suelo hacerlas, os dareis cuenta enseguida de los cambios introducidos. La interfaz es más sencilla, más "minimalista". No son complejos pero requiere que tengamos conocimiento de ellos. En "Biblioteca Médica Virtual" nos hablan de ello.
Esta pasada semana falleció el doctor Bernard Nathanson. Muchos os preguntareis quien era. Fue un ginecólogo que participó en miles de abortos... hasta que las técnicas de imagen (ecografía) le abrieron los ojos. Vio que allí había una persona, un ser humano en formación, no un conjunto desordenado e informe de células. Toda su vida posterior la dedicó a luchar contra el aborto. Es famoso su documental "El Grito Silencioso", duro pero necesario. Os recomiendo que lo veais y os dejo el enlace aquí.
Os dejo con música. "El Niño Yuntero" es un poema de Miguel Hernández musicado magistralmente, como siempre, por Serrat. Poema dedicado a la infancia despojada y explotada. Con él os dejo. Que paseis un feliz domingo.
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