Tony Bates trabaja para la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), donde desarrolla un programa de investigación en e-learning (enseñanza por Internet). Miembro fundador de la British Open University, el pasado mes de junio fue investido doctor honoris causa por la UOC.
Pregunta. ¿Cuáles son los cambios más relevantes en el e-learning?
Respuesta. El e-learning es una forma de distribuir la educación a distancia. Se pensaba que sería el único modelo de enseñanza, que lo reemplazaría todo, pero ahora se entiende mejor.
P. ¿Qué otros modelos hay de enseñanza electrónica?
R. Hay tres modelos básicos. El más fácil de describir es el totalmente en la Red, como la UOC; en el otro extremo tienes alumnos que acuden a clases con ordenadores y los usan allí más que en casa, y hay una área interesante que no se ha desarrollado demasiado y es probablemente el futuro: blended learning (aprendizaje mixto), se separa el tiempo de clase del tiempo en red; probablemente, pasan menos tiempo en el aula, pero todavía tienen contacto directo con los profesores.
P. ¿Qué sucede con las universidades tradicionales?
R. Muchas universidades se encuentran en fases de desarrollo hacia el e-learning. Algunos profesores comienzan por su cuenta. Luego la institución les apoya y se implican más profesores. Pero no hay buena calidad y la institución se preocupa porque gasta dinero. Entonces entra en una fase de planeamiento estratégico.
P. ¿Planeamiento estratégico?
R. Se preguntan: ¿dónde usar el e-learning?, ¿qué hacer para apoyar a los instructores? Se trata de cambiar el método de enseñanza y muchos profesores no tienen background de teoría de la educación, ni base tecnológica. Al comenzar a planificar, a crear servicios centrales, se utiliza más selectivamente y se vuelve sostenible. Pocas universidades lo han conseguido; en España están escogiendo cuál es la forma más apropiada.
P. ¿Resistencia al cambio?
R. Sí, la gente debe cambiar, no es la tecnología el problema. Requiere tiempo, es un proceso doloroso. Muchos de los que deben cambiar son profesores, pero no se les puede imponer, sino sentarse y hablar con ellos.
P. ¿Dónde es más fácil introducir métodos de e-learning?
R. Por ejemplo, enseñar a volar a un piloto es carísimo, necesitas simuladores de vuelto costosos, aunque puede salir a cuenta. En áreas como humanidades es fácil y barato y encaja fácilmente en la pedagogía. En medicina puede ahorrar en la construcción de laboratorios extras gracias a la combinación de enseñanza presencial y a distancia.
P. ¿Cómo ve la experiencia del MIT de colgar contenidos gratuitos y sólo pagar por asistencia?
R. La veo más como una biblioteca que una universidad virtual. Es una buena idea filantrópica colgar todos los materiales, permite a otras instituciones y profesores utilizarlos de otra manera. Pero no es el curso, no es un programa.
P. ¿No es una democratización del e-learning?
R. En cierta manera. El error que comete mucha gente, particularmente en el sector del negocio del e-learning, es ver esta enseñanza primero como contenido. Es más que eso, es proceso. No es sólo colgar información, es interactuar con el instructor para saber que lo estás haciendo bien. Cambia el rol del profesor, no se le elimina.
P. ¿No cree en la globalización del e-learning?
R. Sí y no. La Universidad de la Columbia Británica se asoció con la Universidad de Monterrey para enseñar en inglés y español. Una de las razones del éxito fue no adaptar los programas canadienses a México. Cataluña es un buen ejemplo de cómo utilizar la cultura local trabajando en un entorno global. Ese es el futuro y el reto en Europa.
P. ¿Qué cara pone un profesor cuando un estudiante puede encontrar toda la información en Google?
R. Ése es un reto, no hace falta ningún profesor ni universidad para acceder a la información. Pero alguien debe organizarla y decidir cuál es la importante, guiar para manejarla y aplicarla. El rol del profesor cambia y de hecho será más importante que el rol antiguo.
Autor: Joan Carles Ambrojo |
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