lunes, 7 de febrero de 2011

SMILING ofrece una vida más satisfactoria


SMILING ofrece una vida más satisfactoria
Los investigadores europeos no cejan en su empeño de luchar contra la discapacidad asociada a la edad y de promover la inclusión social. Los expertos del proyecto SMILING(«Evitar las caídas para mejorar la movilidad autónoma en la tercera edad»), que ha recibido 2,25 millones de euros a través del Séptimo Programa Marco de la UE (7PM), se han propuesto evitar las lesiones provocadas por las caídas enseñando a las personas mayores a andar sobre superficies irregulares mientras realizan otra actividad.
FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario07/02/2011
¿Cuál ha sido el resultado? Un calzado controlado por ordenador que simula cambios en la altura y la inclinación de la superficie sobre la que camina el usuario.

Según los datos más recientes, el 33% de las personas de más de 65 años presenta un mayor riesgo de caerse o ya ha experimentado alguna caída. Las caídas no sólo provocan daños físicos, sino que pueden causar traumas emocionales que inducen a las personas a reducir su movilidad de manera sustancial. Según afirman los socios de SMILING, la mejor forma de evitar posibles caídas es mejorar las capacidades motoras.

La movilidad no sólo estimula la sensación de bienestar de las personas, sino que les permite participar en gran cantidad de actividades de la vida diaria, como mantener los vínculos con sus familiares y amigos o ir de compras. 

El consorcio de SMILING está formado por 11 expertos de 4 Estados miembros de la UE (Italia, Países Bajos, Eslovaquia y Reino Unido), Israel y Suiza convencidos de que este planteamiento innovador permitirá a los usuarios «solucionar nuevos problemas motores a tiempo real mediante entornos variables inducidos que precisan de reacciones activas y de la resolución de problemas por parte de la población objetivo».

Según explican los socios, un programa de entrenamiento adaptado a las necesidades de cada persona enseña a los usuarios a caminar con los zapatos SMILING mientras realizan otras tareas como hablar o jugar con una pelota. «Se estimula al cerebro para que aprenda o reaprenda nuevas estrategias motrices para realizar estas acciones cotidianas de una forma más eficaz y segura», comentó la Dra. Fiorella Marcellini a CORDIS News. «Los motores de los zapatos cambian de posición continuamente con cada paso para simular una superficie irregular, lo que hace que el ejercicio sea más estimulante y único.»

Lo que distingue a SMILING de otros proyectos es su planteamiento multidisciplinario; SMILING favorece la reestructuración del proceso de rehabilitación en edades avanzadas gracias a tecnologías modernas y nuevos métodos de enseñanza.

«La innovación científica del proyecto SMILING se basa en la "teoría del caos y la teoría de los sistemas dinámicos"», explicó la Dra. Marcellini. «Desde un punto de vista tecnológico, el sistema es un buen ejemplo de la labor de la mecatrónica. El sistema de SMILING podría emplearse en centros de fitness y de salud para mejorar la capacidad de andar y el equilibrio de las personas mayores para evitar y contrarrestar las caídas, y más adelante, también en casa.» 

La coordinadora señaló que la integración de los novedosos componentes del sistema y la validación de esta solución con usuarios reales y profesionales destacados constituyeron un importante reto tecnológico para los socios de SMILING.

En cuanto a los planes de comercialización del producto por parte de los socios del proyecto, la Dra. Marcellini señaló que «El sistema SMILING está ya listo para pasar a la nueva fase de ingeniería de valor. Los primeros resultados de las validaciones clínicas han aportado a los diseñadores y desarrolladores información específica sobre la fiabilidad técnica, así como algunas ideas de partida respecto al potencial de este concepto como sistema de entrenamiento para evitar caídas. 

«El principal producto desarrollado que se ha incluido en el plan de explotación del proyecto es el sistema SMILING-PRO, dirigido a terapeutas, médicos, fisioterapeutas y monitores de gimnasia para la tercera edad. Por tanto, los usuarios principales serían los hospitales y las clínicas de geriatría, lo que en Europa equivaldría a 30.000 posibles clientes, o los gimnasios para mayores, que supondrían unos 68.000 clientes más.»

Según el consorcio, además de las personas mayores, existen otros colectivos que podrían beneficiarse de su trabajo, como los principales usuarios de los centros de rehabilitación, los hospitales y las residencias de la tercera edad de dentro y fuera de Europa. «Habida cuenta del envejecimiento de estas sociedades, cabe suponer que se destinará una cantidad considerable de recursos públicos a estos colectivos», comentó la Dra. Marcellini. 

«SMILING ofrece una solución sencilla, totalmente novedosa y fácil de utilizar; en estas características radica el interés de comprársela a los fabricantes de material médico para ahorrar fondos públicos», añadió. «Otros posibles beneficiarios de los productos resultantes de SMILING son los profesionales y los trabajadores del sector sanitario de la rehabilitación, a los que interesará el programa de formación y la solución TIC [Tecnologías de la información y la comunicación] por sus características novedosas y adaptables. La vertiente de investigación del proyecto SMILING proporcionará una aplicación del programa de prevención de caídas.»

La coordinadora afirma que SMILING «es un buen ejemplo del desarrollo de nuevos sistemas TIC para la movilidad y la rehabilitación orientados al Octavo Programa Marco (PM8) y al Programa conjunto "vida cotidiana asistida por el entorno" (AAL), así como al sector de la realidad virtual con fines lúdicos o de investigación».

SMILING, uno de los proyectos de investigación en materia de movilidad y prevención de caídas en la tercera edad financiados por la UE, contribuirá al mundo de la investigación con una información valiosa. En cuanto a las perspectivas futuras, «la ingeniería de valor se centraría en reducir el peso y el tamaño, aplicar los principios de la modularidad a efectos de la reparación y sustitución de componentes y aumentar la fiabilidad», comentó la coordinadora. Los socios de SMILING prevén seguir colaborando en el marco de proyectos de investigación a nivel europeo.

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