sábado, 12 de febrero de 2011

Déficit de atención e hiperactividad en el adulto.


Déficit de atención e hiperactividad en el adulto.

Nuestra entrada de hoy se refiere a un ¿trastorno?. Según los autores muy prevalente pero “olvidado”,  así que para que lo podamos tener en cuenta (sin desperdicio las conclusiones del autor) os dejo un resumen y al final el articulo completo.
¿Conocéis alguien así?…..
El trastorno por déficit de atención (TADH) es un trastorno prevalente pero frecuentemente no reconocido en adultos.
En la mayoría de los casos lo que aparece en clínica son manifestaciones incompletas o residuales. El diagnóstico se basa en la entrevista clínica a menudo con ayuda de escalas de autoevaluación. (leedlas no tienen desperdicio). Una vez hecho el diagnóstico del TADH, y de la co-morbilidad si existe, al comunicárselo al paciente caben varios sentimientos: alivio (ahora entiendo porqué yo fui siempre diferente), tristeza, (no quiero estar enfermo) y posiblemente enfado (¿por qué no recibí ayuda de niño?) . Todos estos son sentimientos comprensibles y el médico debe mostrar empatía y esperanza. Existe un componente hereditario; herencia autosómica dominante. La exposición a tabaco, alcohol, drogas o las complicaciones de la madre durante el embarazo y/o parto, se asocian a mayor frecuencia de TDAH en los hijos. Una de las teorías más aceptada es la del hipo metabolismo de la glucosa tanto global como regional en cortex premotor y cortex superior prefrontal. El tratamiento: educación sobre el TADH, ayuda psicológica al paciente y a su familia, modificaciones del entorno o estructurales, fármacos si procede y seguimiento. Los grandes objetivos “Mantener la casa en orden, rendir en el trabajo”
Conclusiones desde el punto de vista del autor
  1. El TDAH debe ser considerado en la práctica médica general, teniendo presentes los criterios aportados por la DSM-IV-TR, los de otros autores aquí expuestos, las escalas de auto evaluación o la reconstrucción histórica de su trayectoria, con ayuda de familiares o amigos. Es muy importante tener en cuenta que la mayoría de los casos en adultos serán incompletos, residuales o se presentarán con co-morbilidad. Se sugerirá la intervención si dichas características suponen un deterioro importante en distintas áreas de su vida (familiar, laboral, social). Existen muchas personas que pueden tener parte de estos síntomas, pero que han encontrado el modo de adaptarse o han aprendido a ir compensando sus peculiaridades.
  2. Es el médico general quien más puede colaborar en el diagnóstico ya que habitualmente ha seguido la trayectoria biográfica de los pacientes. En casos moderados sin co-morbilidad, puede indicarle estrategias (tabla VIII) (me encanta la tabla VIII, yo la voy a poner en práctica para mí) y medidas contextuales o bien hacerle saber que existen Asociaciones de Autoayuda.
  3. El médico general ocupa un papel privilegiado en su derivación al médico especialista para tratamiento farmacológico, si no son suficientes las medidas estratégicas expuestas en la tabla VIII o las contextuales y de otro tipo expuestas en el árbol de toma de decisiones (tabla II).
  4. El tratamiento que ha resultado más eficaz incluye terapia conductual y farmacoterapia si procede. En adultos, la decisión de tomar fármacos o no debe ser tomada en conjunto, ya que existe un importante debate sobre el balance riesgo/beneficio y no excluyen otras medidas psicoeducativas y contextuales.
  5. La medicación inicialmente debe prescribirla un especialista haciendo los exámenes previos pertinentes.
TDAH:TDAH

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