viernes, 12 de noviembre de 2010

Una vision cercana de los Residentes

Una vision cercana de los Residentes .... Carta de un padre Medico a su hijo que esta apunto de entrar a la Resi
de Hospital GeneraldeMexico, el miércoles, 10 de noviembre de 2010 a las 18:37
Esta carta me llego por email, la comparto con ustedes....

Mijo, ahora que estaás por terminar tu carrera y pidiéndole a Dios que pases el examen de residencia, aprovecho este largo vuelo para contarte con lo que te podrás encontrar al hacer tu especialidad… no te pienses que exagero pues cuidando las buenas formas he tratado de redactarte esta carta hasta con cierta discreción…Claro que estas observaciones datan de cuando yo fui interno en el civil en 1979, ahora con lo del internet quizá encuentres lo mismo…. ¡PERO EN PEOR!Hay varios tipos de Residentes (más allá de la clasificación de rango).

En general, el residente de primer grado es el que saca toda la chamba, ¡aunque no sepa ni un bledo!

R1, como ninguno.
R2, como un Dios, sus dictados son ¡leyes divinas!
R3, ahí te ves.
Los R4 ni en retrato y... ¡están más locos que una chiva!

EL RESIDENTE DE MEDICINA INTERNA
Estas son personas que se acercaron a la medicina 'por amor a la Humanidad'. Porque de otra manera no se entiende que puedan elegir la especialidad mas jodida de la profesión y peor remunerada. Pero eso sí cualquiera de ellos se siente maestro de Hipócrates. Su oficina es considerada la oficina central del Peloponeso -todos son dioses-. Van por los pasillos en grupos de 10, todos con caras de susto, detrás de un medico adscrito o jefe de servicio con cara de Zeus o Moisés con las tablas de los 10 mandamientos… no camina, flota… con la bata abierta cual si fuera capa del conde Bartok, en un bolsillo un mini manual de 2500 hojas y en el otro un estetoscopio desvencijado y un martillo de reflejos que usan para cambiar la página del New England. El arte de la Medicina Interna de hoy es tener los teléfonos de un experto y ser un Derivólogo: el paciente llega, es atendido por un clínico el cual, en el mejor de los casos, hará diagnostico y lo derivara a un especialista. Cada paciente les parece una maravilla... le estudian hasta los granos del culo y para ellos es tan importante un hongo pedorro en una uña que un accidente cerebro vascular. Si por ellos fueran, el paciente se quedaría a vivir en la sala del servicio.

No importa si entro por neumonía severa o por caspa, ellos solicitan: biometría hemática completa, perfil de lípidos, química sanguínea, electrolitos, urianalisis, proteínas, espermograma, Papanicolaou, virología por Hepatitis, HIV, VDRL, PCR, RMN de encéfalo, potenciales evocados, urocultivo, hemocultivo, cultivo de esputo en mierda, cultivo de mugre infraungueal, criptonita en uñas, cariotipo de la caries porque tiene menopausia o impotencia y agregan al final de la orden: MAS LOS HABITUALES EN ESTOS CASOS... Una batería de test que, de no ser frenados a tiempo por descompensación del paciente o porque solicitan el alta voluntaria, harían colapsar la economía del nosocomio. Todos sus pacientes tienen algo en común: Síndrome raro en estudio.

Eso si...no les den pacientes críticos o un poquito complicados... se desesperan. Se entran a chocar entre ellos como murciélagos encandilados, se les obnubila la razón y parece que la adrenalina les hace olvidar que SON MEDICOS y que deberían estar preparados para CUALQUIER contingencia: sea esta una alergia o un infarto agudo de miocardio. Un día... el paciente se les va a la mierda y termina haciendo de tripas corazón en Terapia Intensiva porque mientras ellos estaban haciendo ciencia debatiendo sobre el proteinograma electroforético que le pidieron a un paciente con tos, a éste se le atravesó un gargajo en el bronquio y terminó haciendo un paro respiratorio.

EL RESIDENTE DE CIRUGÍA

  Residente con el pelo mojado y hediondo pues no se alcanzó a bañar, abotonado y con una planillita en la mano. Debajo de la insigne bata blanca (casi siempre con manchas de sangre) yace elegante sport o, si tienen aires de futuro Jefe, traje. Como la flor inglés, por encima la pompa y por abajo la fetidez. Los modales generalmente no son la gala de estos especímenes, quienes eructan, fuman o se rascan el trasero en cualquier sitio. Ellos llegan detrás de 'su Dios': el jefe de Cirugía (se me ponen de pie, por favor). El jefe los escolta con cara de asqueroso y se las pasa cagándolos por cualquier motivo "¿LE RETIRARON LA SONDA?". Se les conoce como los minotauros, mitad hombre mitad bestias.

El miedo que tienen estas pobres criaturas a sus jefes es indescriptible. Te interrumpen la entrega de guardia, se meten a cualquier hora en tu habitación 'para ver los resultados de tal paciente', te llaman mientras estas comiendo para preguntarte que dio el general de orina del paciente de posible apendicitis, no te dejan vivir en paz. Si hacen proctología no crecen mucho, son especialistas enanos.

Claro...como a ellos los tienen zurrados día y noche, te rompen soberanamente las pelotas todo el día... y toda la noche citando a revisión de casos clínicos ¡A LAS 2 DE LA MAÑANA!


EL RESIDENTE DE TRAUMATOLOGÍA

 Este se equivoco de profesión. El tipo quería ser carpintero...pero eso no era fashion. Así que se dedicó a la traumatología. No sé mucho de cómo son los residentes de Trauma porque casi nunca los veo. Van del quirófano a la habitación y de la habitación al quirófano... serrucho, tornillos, clavos y taladro en mano, su revista favorita es ALARMA para ver como se dio en la madre el paciente que rearmaron anoche y del cual les sobraron piezas (generalmente el astrágalo).

Desde chiquitos les enseñan el arte de la evasión.. No sé cómo hacen pero tienen un don de desaparecer cuando los necesitas que hasta Houdini admiraría su número escapista. Cuando vienen, cuando el milagro ocurre, vienen de a dos: nunca más que esa cifra. Por lo general caminan lento, con andar despreocupado, siempre con polvo de yeso en su indumentaria, un pizzero está más limpio que ellos.

Miran al paciente como con asco... lo único que les importa es la estructura ósea del mismo. Si por ellos fuera, los desollarían vivos para poder observar mejor lo único que les importa...y de lo UNICO que saben, la fractura en rama verde (ni siquiera madura).


EL RESIDENTE DE GINECO-OBSTETRICIA

Mayoría absoluta de femeninas. Ergo: un despelote mundial. Estas chicas son casi inconfundibles. Siempre arregladitas, pelo corto para no peinarse, maquilladas, con aretes pequeños y huelen a perfume... Manos delicadas, andar elegante y la típica vocecita aguda (pero no chillona) que es ideal para sentirse calmada cuando una parturienta está haciendo más fuerza que un levantador de pesas y grita desesperada mientras intenta expulsar un crío por un conducto anatómico no bien valorado y por lo tanto estrecho. Por lo general tienen sólo dos neuronas: una para atender un camazo y otra para hacer una cesárea…¡por lo que fuera a suceder! Estas chicas se ven poco por el servicio de Terapia Intensiva (por suerte... esto habla bien de ellas). Son las matronas de la profesión.

No tengo nada para despotricar...sorpréndete. Cuando las llamas: vienen. Cuando las necesitas para una consulta por una paciente de ellas son capaces de llamarte desde sus casas para hacerse cargo del problema. El sufrimiento fetal agudo nunca es su culpa, según ellas, tampoco las fracturas de clavícula, los moretones por fórceps, hipoxiadas, etc, etc... De cualquier forma les agradezco en el alma que no signifiquen un problema extra en mi vida. Con los demás ya tengo de sobra.

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