lunes, 11 de julio de 2011

Fumador, ¡No estás solo!


1/07/2011


 Dejar de fumar siempre ha sido un gran reto. Cuando de algo tan adictivo como la nicotina se trata, romper con los viejos hábitos no es fácil, sobre todo cuando sientes que debes hacerlo solo y en medio de un mundo lleno de tentaciones. Al final todo depende de la voluntad que se tiene para dejar de fumar, a continuación les ofrecemos algunos métodos para detener de una vez este vicio, tanto para los fumadores como para aquellos fumadores pasivos.

El apoyo familiar
- Es importante que le dejes claro a tu familia que estás tratando de dejar de fumar y que, por lo tanto, no deben burlarse ni hacer chistes al respecto.
- Si tienes familiares que fuman, pídeles que no lo hagan cerca de ti, y mucho menos en tu habitación.

En tu espacio personal
- Si decides dejar de fumar de manera definitiva, aprovecha para botar todas tus cajas de cigarrillos, encendedores y ceniceros. Después de todo, no los vas a necesitar más y tenerlos cerca sólo servirá para tentarte y recordarte tu antiguo hábito.

Tu entorno social
- Pasa unos días lejos de tus amigos fumadores. El estar cerca de ellos probablemente hará que te provoque fumar. Además, nunca falta esa persona que te diga: "Bueno te fumas uno y ya".
- Haz amigos no fumadores. El estar con ellos te permitirá olvidarte un poco de las ganas de fumar.
- Pídele a tus amigos, fumadores o no, que te prohíban fumar. El tener ese constante recordatorio te ayudará a no retomar el vicio.
- Busca a alguien con quien hablar cada vez que sientas que estás a punto de prender un cigarrillo. Esta persona te recordará que debes seguir haciendo el esfuerzo y te ayudará a reducir la ansiedad.
- Busca a otro fumador para que deje de fumar contigo. Al hacer esto, contarás con alguien con quien compartir todas las dificultades del turbulento camino a la abstención y quien te apoyará a lo largo de él.
- Únete a un grupo de apoyo en el cual puedas hablar con otras personas con metas similares a las tuyas.

Las salidas

- Evita los lugares y situaciones en los que usualmente fumas. La mejor manera de romper el hábito es no caer en la antigua rutina.
- Ve a bares y restaurantes donde está prohibido fumar. No es un misterio que, después de comer o mientras toman, a los fumadores se les antoja un cigarrillo. Sin embargo, el no poder hacerlo en éstos lugares te permitirá resistir prender ese cigarrillo que llevas contigo.

La alimentación

- No tomes alcohol. Éste reducirá tu voluntad e incrementará la posibilidad de que te rindas ante las ganas de fumar.
- Compra comida saludable que puedas utilizar para mantener tu boca ocupada. Algunos buenos ejemplos son: zanahorias, apios, semillas, manzanas, pasas o chicles sin azúcar.
- Cuando dejes de fumar probablemente empezarás a comer para reducir tu ansiedad. Esto puede llevar a que engordes y te distraigas de tu objetivo original de dejar de fumar por tratar de mantener tu figura. La mejor manera de evitar esto es empezando una dieta a la misma vez que abandones el cigarrillo.
- Toma agua. Esto te permitirá botar las toxinas que circulan en tu cuerpo y a combatir los antojos.
- Si tomas café, desde el momento en que le digas no al cigarro, empieza a tomar café descafeinado por dos meses. El hacerlo te permitirá reducir cualquier intranquilidad que, a su vez, pueda llevar a que prendas un cigarrito.
- Toma té. Éste es considerado como una manera para reducir la ansiedad causada por dejar de fumar.

La rutina diaria

- Planea actividades durante las primeras semanas para mantenerte distraído y reducir la tensión emocional. Algunas buenas ideas son: leer o darte un baño antes de dormir.
- Recuérdate de las razones por las cuales decidiste dejar de fumar.
- Mantén tus manos ocupadas con objetos como lápices, clips u cualquier otro, siempre y cuando no sea un cigarrillo.
- Si no aguantaste y te fumaste un cigarrillo, ¡Tranquilo! Analiza que fue lo que te llevó a que lo hicieses y haz lo posible por evitar caer en otra situación similar.
- Si no puedes dejar los cigarrillos de una sola vez, ponte metas y fuma cada vez menos cigarrillos hasta que lo abandones finalmente.
- Lleva una cuenta de lo que gastas mensualmente en cigarrillos e imagínate que podrías hacer con ese dinero. Otra técnica muy útil es ir metiendo ese dinero en una botella transparente y, luego de ahorrar suficiente, comprarte algo que te guste. Puede ser incluso un viaje, ¡pero no más cigarrillos!
- ¡Mantente positivo! Da el primer paso y avanza hacia tu meta.
- Consulta con un doctor para que te recomiende un tratamiento que te ayude a dejar el cigarro. Algunas opciones son: Alternativas de nicotina (en forma de parche, spray o chiclets), medicamentos como Chantrix o Zyban o, incluso, seguir la ruta tecnológica y comprarte un cigarrillo electrónico. Incluso podrías experimentar con acupuntura auricular y la hipnosis.
 Sí antes creías que dejar de fumar era imposible ya tienes muchas razones nuevas para dudarlo. Dejar de fumar es muy difícil, de eso no hay ninguna duda, pero con tal que mantengas esa voluntad y deseo por hacerlo, se puede convertir en una realidad. Y recuerda: no estás sólo, siempre cuentas con amistades y otras personas que te estarán apoyando y animando durante todo el trayecto.

FUENTES:

DN - Metamaxzone

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