Construida en un cráter ya existente de un kilómetro de profundidad perteneciente a una mina abandonada en la población de Mirniyy, en Siberia del Este, la vida en eco-city se desarrollaría en torno a un núcleo central, en el que se encontrarían la mayor parte de las infraestructuras, mediante las que se realizarían los principales desplazamientos, que por su disposición y forma, se llevarían a cabo de forma vertical. Además, esta zona central albergaría un puntero centro de investigación.
El área residencial de la ciudad se ubica en el proyecto en el primer nivel y consta de viviendas con terrazas exteriores con vistas a un bosque central visible y accesible desde cualquier punto de la "ciudad-jardín", según el estudio de arquitectura AB Elis Ltd, que afirma que el principal objetivo es "crear un nuevo estilo de urbanismo concentrado en completa armonía con la naturaleza".
Las ciudades subterráneas eran comunes en la antigüedad, en épocas en las que los habitantes de poblaciones amenazadas por invasores excavaban sus casas bajo tierra para refugiarse, pero en la actualidad también existe algún ejemplo: Montreal cuenta con kilómetros de túneles en los que se desarrolla la vida como en cualquier ciudad. Se puede disfrutar de conciertos, exposiciones, restaurantes, cines y otras actividades de ocio sin tener que soportar temperaturas siberianas.
Autor: Patricia Ventura |
No hay comentarios:
Publicar un comentario