martes, 12 de octubre de 2010

De los Nobel a los no tan… noveles


Premios Nobel
Un año más, para disgustos de unos y regocijos de otros, se han fallado los 
premios Nobel 2010. Por supuesto, no es el propósito del presente artículo describir todos y cada uno de ellos –el de literatura, por ejemplo, lo encuentro muy cercano culturalmente hablando-. Ni siquiera haré un monográfico con aquellos que premian investigación y, en ocasión, vidas enteras dedicadas a la ciencia: Fisiología o Medicina, Química y Física –en este orden para no dar pie a chascarrillos con cierto programa televisivo-. Sí quería, por lo menos, rendir un profundo y sincero homenaje a los ganadores del máximo reconocimiento que hoy día puede recibir un científico en las tres áreas a concurso –con el permiso de la Medalla Fields de Matemática-…
Premios Nobel
Por una parte, el premio más madrugador –como en la lotería de Navidad-, el Nobel en Medicinafue para el biólogo Robert Edwards, ya jubilado de la Universidad de Cambridge. Su hazaña de llevar a cabo la fecundación in vitro en humanos –con el nacimiento de Louise Brown, en 1978 como punto de partida social- junto a su colaborador el ginecólogo Patrick Steptoe, es incuestionable. Cuatro millones de niños probetas en la actualidad –la española Victoria-Anna Sánchez vería la luz en 1984- no ocultan todas las dificultades que este investigador tuvo, desde 1960, para llevar a cabo su investigación. Recelos morales o religiosos dificultaron la investigación pública. De hecho, en los años 70 despertaba más inquietud la superpoblación.
Además, desde el propio mundo científico, algunas voces apuntan a que, quizá, ese premio debería haberse compartido con otros brillantes científicos del campo, como el japonés Ryuzo Yanagimachi, pionero en el campo de la clonación quien, en 1964, desarrolló el método de fecundación in vitro para el hámster dorado…

Louise Brown. Superbabe
Louise Brown. Superbabe
Sea como fuere, con polémica o sin ella, no cabe duda que el Nobel de Medicina 2010 lleva, al menos, 4 millones de firmas.
Otros premiados en ciencia abarcan las áreas de Física y de Química –por orden de aparición-…
El pasado 6 de octubre se daba a conocer el Nobel de Física para dos científicos rusos por sus investigaciones sobre el revolucionario grafenoAndre Geim y Konstantin Novoselov, científicos de la Universidad de Manchester obtuvieron y analizaron el material bidimensional denominado grafeno, un buen ejemplo de la utilidad de una sustancia química como herramienta para estudiar procesos físicos, aparte de su inmenso potencial práctico en electrónica molecular… El grafeno es una molécula plana gigante formada por sólo átomos de carbono que forman hexágonos, con una extraordinaria elasticidad, estabilidad termodinámica, reactividad química, propiedades eléctricas y magnéticas. Conduce mejor la electricidad que el cobre, siendo mucho más ligero, es transparente, muy duro y excelente conductor del calor, disipándolo eficazmente. Es, por lo tanto, una maravilla para la electrónica molecular…
Grafeno
Grafeno
Como curiosidad sobre la personalidad de Geim, decir que en el año 2000 recibió el conocidoPremio IgNobel en Física –reconocimiento a investigaciones curiosas, llamativas o excéntricas- por usar imanes para conseguir que las ranas levitasen, y en el 2001 publicó un artículo en el que el coautor… ¡era un hamster!
Rana levitando. IgNobel 2000
Rana levitando. IgNobel 2000
Finalmente, querría, al menos, felicitar también a los galardonados con el Nobel de Química, el estadounidense Richard Heck y los japoneses Ei-ichi Negishi y Akira Suzuki por sus trabajos sobre las reacciones de moléculas de carbono. La concesión del premio se ha hecho por sucontribución al desarrollo de métodos sintéticos catalizados por complejos de paladio, que han permitido la preparación de miles de compuestos orgánicos de estructuras variadas, útiles en todas las áreas en las que influye la Química: salud, alimentación, agricultura, tecnología, materiales, energía, etc…
Según la Real Academia Sueca de Ciencias en Estocolmo, los científicos fueron galardonados por el “desarrollo de métodos nuevos y más eficientes para unir entre sí átomos de carbono para sintetizar las moléculas complejas que mejoran la vida diaria del hombre”.
En resumen, se trata nuevamente de tres Nobel, Medicina, Física y Química, que repercuten directamente en el bienestar y desarrollo de nuestra sociedad pasada, presente y futura.

Mientras tanto, en España…
Y mientras los laureles y el reconocimiento a la Ciencia con Mayúsculas se sucedían por los países escandinavos, en nuestro país, la precariedad y la alarma por la falta de una estabilidad mínima que permita a los jóvenes –y ya no tan jóvenes- investigadores desarrollar sus proyectos, conducen al aumento de las reivindicaciones y declaraciones de propios y extraños. Como muestra, dos botones:
Según aparece en Europa Press:
Los investigadores ‘Ramón y Cajal‘ sentencian que España no es atractiva para atraer a los mejores talentos extranjeros. El 97% de los 7.000 defensores de tesis científicas al año no pueden optar a un contrato en España. La Asociación Nacional de Investigadores Ramón y Cajal (ANIRC) ha denunciado que España padece “una pérdida de capital investigador”, al tiempo que sentencia que la ciencia española no ofrece condiciones “suficientemente atractivas” como para que los mejores científicos de cualquier otro país elijan la Península como destino final para desarrollar su carrera científica.
Por su parte, desde el Instituto de Parasitología López Neyra del CSIC, en Granada, el investigador –en plantilla- Antonio Alcina hacía público, a través de diferentes foros de diarios nacionales, la siguiente nota:
Muchos investigadores de nivel Ramón y Cajal o similar se están quedando en paro o lo estarán en breve. Son investigadores que han sido evaluados positivamente por la ANEP (el famoso I3), por la ANECA para la universidad; son aquellos que publican en Nature, hacen patentes, buscan nuevos medicamentos para el cáncer de mama, leucemia, parkinson, esclerosis múltiple, arteriosclerosis, células madre, etc etc. Si la LEY DE LA CIENCIA no se pone en marcha para extender los contratos de esta gente o captarlos con algún sistema como indica la ley de tipo no funcionarial, España se va a quedar sin las mentes más brillantes de toda una generación. La esperanza a la salida de nuestra crisis, no ya la del mundo, sino la nuestra, la de España, está en no perder a esta gente. Seguro que hay por algún sitio un malgasto del presupuesto nacional. Seguro que si esos pocos millones de euros se dedicaran a esta gente estaríamos poniendo pilares para la recuperación. Por favor políticos, Ministra, Secretario de Estado de Ciencia, invente algo en su terreno, el político, que permita NO EXTINGUIR A ESTA GENERACIÓN DE CEREBROS QUE CONSTITUYE NUESTRA ESPERANZA DE RECUPERACIÓN.”
De la precariedad de la investigación de muchos profesores de universidad, como el que suscribe, hablaremos otro día…

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