Los entendidos aseguran que el hipocampo es determinante para el correcto desarrollo de los mecanismos de aprendizaje y la memoria. Tras estudiar el consumo intensivo de alcohol entre universitarios, los autores, procedentes de España y Estados Unidos, afirman que este hábito pasa factura a la memoria declarativa verbal del individuo.
«En los países del norte de Europa existe una fuerte tradición de beber de manera esporádica con el fin de alcanzar un estado de embriaguez», aseguró la primera firmante del estudio, la Dra. María Parada de la Universidad de Santiago de Compostela (España). «En cambio, tradicionalmente los países del litoral mediterráneo como España se han caracterizado por un consumo de alcohol más regular y en dosis menores. En los últimos años se ha extendido la costumbre del consumo intensivo de alcohol entre los jóvenes de toda Europa, de ahí la creciente preocupación por este tema.»
La Dra. Marina Rodríguez Álvarez, también de la Universidad de Santiago de Compostela, destacó la relevancia de investigar los efectos del alcohol sobre el hipocampo puesto que en estudios con animales se ha observado que esta región parece ser sensible a los efectos neurotóxicos del alcohol. Cabe destacar el firme vínculo que existe entre esta región encefálica y la memoria y el aprendizaje.
«En otras palabras, el consumo intensivo de alcohol podría afectar a la memoria de los adultos jóvenes, lo cual podría repercutir en su vida cotidiana», apuntó la Dra. Álvarez.
Por su parte, la Dra. Parada añadió: «Nuestro interés por estudiar los efectos de los patrones de consumo intensivo de alcohol sobre la memoria declarativa se debe a la función bien documentada del hipocampo -una estructura encefálica de pequeño tamaño y con forma de caballito de mar que se encuentra situada en las regiones medias de los hemisferios cerebrales- en esta función cognitiva. Tanto estudios con animales como investigaciones con humanos empleando técnicas de imagen neurológica han puesto de manifiesto que el hipocampo es especialmente vulnerable a los efectos del alcohol, por ello nos preguntamos si el beber de manera esporádica y abundante influiría en la memoria y en los mecanismos de aprendizaje dependientes del hipocampo.»
Los autores evaluaron a 122 universitarios de España con edades comprendidas entre los 18 y los 20 años y los dividieron en 2 grupos: los bebedores moderados y los bebedores abusivos.
«Nuestra principal conclusión fue que en universitarios sanos existe una asociación inequívoca entre el consumo intensivo de alcohol y una capacidad disminuida para aprender información verbal nueva, incluso después de controlar otras variables que podrían influir en los resultados como la capacidad intelectual, antecedentes de trastornos neurológicos o psicopatológicos, el consumo de estupefacientes y posibles antecedentes familiares de alcoholismo», explicó la Dra. Parada. «En la actualidad realizamos un estudio longitudinal sobre estos jóvenes y recabamos información sobre su expediente académico, y así confiamos en poder dilucidar esta cuestión de manera concluyente en un futuro próximo.»
La Dra. Álvarez añadió: «Conviene que estos resultados sean tenidos en cuenta por padres, médicos, autoridades universitarias y también administraciones públicas; es imprescindible atender todo aquello que puede repercutir en el desarrollo encefálico de los adolescentes y adultos jóvenes de nuestra sociedad.» |
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