domingo, 1 de mayo de 2011

CIGARRILLOS: ¿TABACO O DROGA DE DISEÑO?



En el XXXVII Congreso Neumosur que se celebra en La Línea de la Concepción,
Sociedades Científicas de Neumología de Latinoamérica, Portugal y el Sur de 
España demandan mayor presión legislativa para que las tabaqueras informen de 
la composición exacta de sus cigarillos
CIGARRILLOS: ¿TABACO O DROGA DE DISEÑO? 
• Consideran importante que la legislación avance en el sentido de obligar a las 
tabaqueras a reflejar la composición de sus productos, y particularmente, 
aquellas sustancias añadidas de forma artificial para modificar sus 
propiedades. 
• Estiman necesario que los países ejerzan un control legislativo efectivo de una 
sustancia que, debido a los componentes añadidos en su proceso de fabricación, 
podría calificarse más de “droga de  diseño” que de tabaco, y que causa la 
muerte a más de la mitad de los que la consumen en sus dosis habituales. 
• Reclaman que la última fase de fabricación de los cigarrillos, durante la cual se 
añaden productos que matizan las propiedades aromáticas y gustativas, deje de 
estar catalogada como “secreto industrial”.  
• Todas las investigaciones realizadas desde 1965 hasta hoy son concluyentes 
sobre la inclusión de aditivos para aumentar el grado de absorción de la 
nicotina, y por tanto de adicción tabáquica, así como sobre la presencia de 
sustancias radioactivas. 
• Un estudio reciente realizado en Estados Unidos muestra que la dosis 
radiactiva recibida por la población fumadora es 36 veces superior a la suma 
de la recibida por los trabajadores de todas las centrales nucleares de Estados 
Unidos, y a los de todas las instalaciones militares que utilizan energía nuclear. 
• Lamentan que estos datos sean pocos conocidos por la población en general, e 
incluso por los profesionales sanitarios y auguran que, en cuanto la legislación 
se endurezca, aún descubriremos nuevas sorpresas negativas para la salud. 
La Línea de la Concepción, 25 de marzo de 2011.-  Los más de doscientos 
especialistas españoles, portugueses y latinoamericanos reunidos en la Línea de la 
Concepción (Cádiz) en el marco del XXXVII Congreso NEUMOSUR, han pedido 
mayor presión legislativa para que las tabaqueras informen de la composición exacta de 
los cigarrillos, y particularmente de las sustancias añadidas de forma artificial para 
modificar sus propiedades, sustancias que hoy están protegidas como secreto industrial, 
a pesar de los descubrimientos realizados hasta la fecha que han permitido conocer que hoy los cigarrillos tienen ya más de “droga  de diseño” que de tabaco. Las sociedades 
científicas latinoamericana (ALAT), portuguesa (SPP) y del sur de España 
(NEUMOSUR), lamentan que tanto en países desarrollados como en otros en vías de 
desarrollo aún no exista un control legislativo efectivo de  una sustancia que causa la 
muerte a más de la mitad de los que la consumen en sus dosis habituales y consideran 
absolutamente necesario que todo el proceso de fabricación de los cigarrillos, incluida la 
fase final conocida como “salseado”, y en la que se matizan las propiedades aromáticas 
y gustativas, sea completamente transparente para el público y para las autoridades 
sanitarias. 
Todas las investigaciones realizadas desde  1965 hasta hoy son concluyentes sobre la 
inclusión de aditivos para aumentar el grado de absorción de la nicotina, y por tanto, de 
adicción tabáquica, así como sobre la presencia de sustancias radioactivas como el 
Polonio (Po), cuya radiación ejerce un  importante efecto sinérgico con otros 
carcinógenos químicos del tabaco, llegando a incrementar desde 8,3 a 25 veces el riesgo 
de presentar cáncer de pulmón a lo largo de la vida, en relación con el no fumador. Un 
estudio reciente realizado en Estados Unidos(1)
, ha confirmado y ampliado estos datos, 
aportando la conclusión de que la dosis radiactiva recibida por la población fumadora es 
36 veces superior a la suma de la recibida  por los trabajadores de todas las centrales 
nucleares de Estados Unidos y a los de todas las instalaciones militares que utilizan 
energía nuclear. 
Es conocido igualmente cómo las compañías de tabaco han añadido compuestos 
químicos derivados del amoniaco de forma artificial para aumentar el Ph y, por tanto, 
incrementar la absorción de la nicotina presente en los cigarrillos, lo que aumenta el 
grado de adicción. Dos informes internos de la compañía de tabaco Brown & 
Williamsom (B&W) desvelaron estas circunstancias. Estos dos informes se publicaron 
en octubre del año 2005 por el Wall Street Journal. El primero de los informes, del año 
1991, es un manual sobre la fabricación del tabaco que trata, sobre todo, de la química 
del amoniaco. El segundo, hace un análisis competitivo sobre la marca más conocida de 
Philip Morris (Malboro), estudiándose toda la tecnología del amoniaco utilizado para 
esta marca. Finalmente en este informe se concluye que "el amoniaco es la clave de la 
tecnología de Malboro". Como es conocido, esta cuestión (añadir amoniaco de forma 
artificial para incrementar la adicción a  la nicotina), fue la base de la denuncia 
presentada por la Junta de Andalucía a  las tabaqueras en relación con los gastos 
sanitarios que provoca el tabaquismo. 
Todos estos datos, pocos conocidos por la  población en general, e incluso por los 
profesionales sanitarios, hacen sospechar hasta qué punto puede estar manipulado este 
producto de consumo adictivo y ponen de manifiesto la importancia enorme de que la 
legislación exija a las tabaqueras hasta la última línea de lo que aún hoy forma parte de 
su “secreto industrial”.  
A este respecto, los neumólogos recuerdan que el Código Penal somete a penas de hasta 
doce años de prisión e inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u 
oficio por tiempo de seis a diez años  a “el que exponga a una o varias personas a 
radiaciones ionizantes que pongan en peligro su vida, integridad, salud o bienes” y 
penas de “prisión de uno a cuatro años, multa de seis a doce meses e inhabilitación 
especial para profesión, oficio, industria o comercio por tiempo de tres a seis años a 
quien “adulterare con aditivos u otros agentes no autorizados susceptibles de causar 
daños a la salud de las personas los alimentos, sustancias o bebidas destinadas al comercio alimentario”. En este sentido, invitan a una reflexión tanto a la industria del 
tabaco como a los propios gobiernos y administraciones que tienen que preservar la 
seguridad colectiva y la salud pública, para que actúen en consecuencia.
Tabaco y pobreza 
Según algunos estudios, para el año 2030 la cifra de fallecimientos causados por el 
tabaquismo en el mundo entero superará los 8,3 millones y la mayoría de estas muertes 
(70 por ciento) se producirán en países en  vías de desarrollo. En Latinoamérica fuma 
habitualmente 1/3 de la población, siendo los países del cono sur (Argentina, Uruguay, 
Chile, Paraguay y Brasil), los más fumadores. Los resultados de la Encuesta Mundial 
sobre Juventud y Tabaco (GYTS) aplicados a estudiantes de 13 a 15 años, demuestran 
también que los países sudamericanos tienen actualmente el consumo más elevado de 
cigarrillos en adolescentes. Al mismo tiempo, el tabaco es, en opinión de los 
neumólogos latinoamericanos, un factor que lastra el desarrollo de estos países, muy al 
contrario de lo que sostiene la industria tabaquera. Es, en el fondo, un círculo vicioso: 
los pobres tienen más probabilidad de fumar que  los ricos y las familias pobres gastan 
un mayor porcentaje de sus ingresos en tabaco. Según la propia OMS, “juntos, tabaco y 
pobreza conforman un círculo vicioso del que a veces es difícil escapar”.  
Además de pedir las tabaqueras informen de la composición exacta  de sus cigarrillos,  
los neumólogos reunidos en el Congreso  NEUMOSUR consideran  fundamental 
incrementar el precio del tabaco (en Argentina, por ejemplo, una cajetilla cuesta algo 
más de 1,2 euros) y avanzar legislaciones que prohíban fumar en espacios públicos (en 
aquellos países donde aún no existan), prohibición completa de publicidad y 
financiación de los tratamientos a fumadores dependientes.  
Para más información, Manuela Hernández.  
Gabinete de Prensa de Neumosur. Telf.: 954 62 27 27/651867278 
(1). Carcinógenos químicos y radiactivos en los cigarrillos: efectos en la salud y las respuestas de la 
industria del tabaco, el Congreso de los EE.UU., y las agencias reg

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