Un fármaco para el tratamiento contra el cáncer, bevacizumab (comercializado como Avastin), podría prevenir la ceguera en bebés prematuros antes de que sus ojos se desarrollen totalmente. Así lo confirma una investigación realizada por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Texas, en Estados Unidos. El estudio se publica en el último número de The New England Journal of Medicine.
Aproximadamente 50.000 personas en todo el mundo padecen ceguera como consecuencia de una retinopatía del prematuro (ROP). La investigación revela que una inyección única de bevacizumab en los ojos de los bebés prematuros puede ser más eficaz para prevenir la ceguera que el método habitual, cirugía láser, el cual puede provocar más problemas en los niños.
En el estudio participaron 150 prematuros a los que se les asignó aleatoriamente el tratamiento con láser o con el fármaco. Todos tenían daño avanzado en la retina en las zonas cercanas al nervio óptico. De los 75 infantes que recibieron la inyección sólo el seis por ciento tuvieron recurrencia de ROP comparado con el 42 por ciento de los bebés que fueron tratados con láser.
"Los tratamientos convencionales destruyen de forma permanente los vasos sanguíneos que permiten la visión periférica, mientras que las inyecciones permiten que el crecimiento de los vasos continúe", explica la directora de la investigación, Jelen Mint-Hittner.
Sin embargo, los científicos afirman que el fármaco no está exento de riesgos y que es necesario que se realicen más investigaciones al respecto.
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