domingo, 10 de junio de 2012

En defensa de una biblioteca virtual


(Brasil: En Defensa de Una Biblioteca Virtual- Caso #LivrosDeHumanas)

La libertad de expresión moderna es indisociable de la invención de la imprenta, o sea, de la posibilidad de reproducir mecánicamente discursos y imágenes, haciéndolos circular y durar para más allá de aquel que los concibió. La propia formación de la esfera pública, así como del ambiente de debate científico y universitario, está unbilicalmente conectada a la generalización del acceso a los bienes culturales. Sin la diseminación de la diversidad y de la confrontación de opiniones y de teorias, la libertad de expresión pierde su soplo vital y se torna un mero diálogo de sordos, cuando no monólogo de los poderosos.

Internet eleva al máximo el potencial democrático de la circulación del pensamiento. y coloca, en el centro del debate contemporáneo, el conflicto entre una visión formal-patrimonialista y otra material-comunitaria de la libertad de expresión. Tal cisma, bien real, pareceria manifestarse en el conflicto entre derechos de autor y derecho de acceso. Estos no son, sin embargo, necesariamente antagónicos, pués el prestigio moral y económico de un autor o de una obra está, como un análisis final, ligado a su visibilidad. Son incontables los ejemplos de escritores y editoriales que no sóle se tornaron más conocidos, sino que tuvieron un incremento en la venta de sus obras después que estas aparecieron para su descarga. El público que baja libros es el mismo que los compra.

Así, el verdadero conflicto no es entre propietarios y piratas, sino entre monopolistas y difusionistas. La concepción monopolista-formal de los derechos autorales está basada en la idea de que aquello que le confiere valor a la obra es su raridad, su difícil acceso; ya la difusionista-democrática se ampara en ça inseparabilidad de publicidad y valor. Internet favorece la segunda concepción, una vez que la existencia física del objeto cultural que sustentaba a la primera va siendo sustituida por su transformación en entidad puramente informacional. De ese modo, también se produce una transformación de la naturaleza de las bibliotecas. Las nuevas bibliotecas virtuales se basan en el almacenamiento y en ça diseminación tales como las antiguas bibliotecas materiales, pero ofrecen un cambio decisivo porque su estock depende de la distribución y no lo contrario: es la difusión que garantiza el almacenamiento descentralizado de los archivos.

Es una biblioteca sin fines de lucro y construida en esos moldes modernos y democráticos lo que se encuentra bajo amenaza debido al proceso movido por la Asociación Brasileña de Derechos Reprográficos (ABDR), bajo el pretexto de infringir derechos de autor. El alto precio de los libros, la falta de complementación de las bibliotecas públicas y el encarecimiento de las fotocopias llevaron a un estudiante universitario a ofrecer online textos agotados o de difícil acceso para sus colegas. La iniciativa creció, atrajo la atención de estudiantes y profesores de todo el país y se tornó la más conocida biblioteca virtual brasileña de textos académicos, ganando prestigio comparable al site “Derrida en castellano”, que sofrió un proceso semejante y fue absuelto en los tribunales argentinos, como esperamos que “livrosdehumanas.org” lo sea por la Justicia brasileña.

Los defensores de la concepción patrimonialista de los derechos de autor suelen pintar escenarios catastróficos en que la circulación irrestricta de obras genera esterilidad creativa. Sin embargo, ignoran, o fingen ignorar, que los textos nacen siempre de otros textos y que el autor es, antes que nada, un lector. Hoy, lamentamos la destrucción de las grandes bibliotecas del pasado, como la de Alejandria, y de las riquezas que ellas protegían. Ahorrémonos de llorar un día por la aniquilación de las bibliotecas virtuales y por la cultura que ellas podrían haber generado.

No hay comentarios: