Esta técnica está basada en el trasplante de células epidérmicas del propio paciente de una zona pigmentada a otras áreas de la piel que hayan perdido su coloración natural.
El equipo de investigadores del centro médico pamplonés ha tratado, hasta el momento, a diez pacientes con vitíligo estable. «En todos los pacientes hemos conseguido unas tasas de éxito elevadas, que han alcanzado una repigmentación del 75% al cien por cien de la zona afectada», apuntó a Ep el especialista en Dermatología de la clínica, el doctor Pedro Redondo.
ELIMINACIÓN POR LÁSER
El tratamiento del vitíligo mediante esta técnica comienza con el cultivo de las células epidérmicas -mezcla de queratinocitos y melanocitos- para proceder después a una selección de cultivos de forma que se obtenga una monocapa celular fijada sobre un soporte de membrana amniótica. Mientras tanto, en el quirófano, se tratan las manchas blancas de la piel del paciente por medio de un láser de CO2 «de forma muy superficial -explica Redondo- para eliminar la epidermis, en cuyo lugar se implantan las membranas amnióticas con el cultivo de células epidérmicas», explicó.
Una vez trasplantada, la nueva capa de piel se protege con un apósito oclusivo que se levantará a los tres o cuatro días para, posteriormente, someter el trasplante a un tratamiento con rayos UVA que ayudan a recuperar el color natural.
Redondo explica que «la mejor indicación para esta técnica es el tratamiento en zonas selectivas, no en una gran superficie de piel, en las que el vitíligo sea estable, nunca activo, y que no responda a tratamientos convencionales. No puede adoptarse como un tratamiento de primera elección». |
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