Revisiones bibliográficas. Documentación científica en Ortopedia y Traumatología, medicina deportiva, artroscopia, artroplastia y de todas las patologías del sistema Músculo-Esquelético
Presentamos
un caso único de fractura intraarticular cerrada de húmero distal en un
hombre de 28 años con una deformidad en cola de pez preexistente
caracterizada por concavidad de la tróclea central y la correspondiente
deformidad del olécranon. El paciente fue tratado con reducción abierta y
fijación interna.
Conclusión: El
caso destaca el diagnóstico y los desafíos del tratamiento. Es posible
que sea necesario modificar las opciones de fijación convencionales y
las técnicas de imagen al tratar una fractura con esta deformidad.
Joseph
EG, Gardner WE 2nd. Treatment of Adult Distal Humerus Fracture with
Fishtail Deformity: A Case Report. JBJS Case Connect. 2024 Mar 22;14(1).
doi: 10.2106/JBJS.CC.23.00686. PMID: 38517980.
Propósito: La reconstrucción anatómica
anterior y posterior (ANAFAB) aborda los ligamentos volar y dorsal
críticos asociados con la disociación escafolunar. Presumimos que los
pacientes con disociación escafolunar en etapa tardía, crónica y
sintomática demostrarían mejoras en todos los parámetros radiográficos y
los resultados informados por el paciente (PROM) después de la
reconstrucción con ANAFAB.
Conclusiones: En un seguimiento promedio de
17,9 meses, los parámetros radiológicos y de resultados informados por
los pacientes mejoraron después de la reconstrucción de los
estabilizadores críticos de los ligamentos dorsal y volar de la fila
proximal del carpo con la técnica ANAFAB.
Haeberle HS, DeFrancesco CJ, Yang BW,
Victoria C, Wolfe SW. One-Year Outcomes of the Anatomical Front and Back
Reconstruction for Scapholunate Dissociation. J Hand Surg Am. 2024
Apr;49(4):329-336. doi: 10.1016/j.jhsa.2023.12.012. Epub 2024 Jan 18.
PMID: 38244024.
Reinserción
de la raíz del menisco posterior para el tratamiento del menisco
lateral hipermóvil: descripción de una técnica quirúrgica
Discusión La
hipermovilidad del menisco lateral es una afección poco común y, a
pesar de haber sido descrita por varios autores, la literatura sobre
esta afección es limitada, lo que ha dificultado comprender su
epidemiología y desarrollar estrategias de tratamiento efectivas. De
manera similar, existe controversia sobre su manejo, existiendo algunos
informes que abogan por un manejo conservador o incluso una
meniscectomía parcial o total. Sin embargo, en la literatura médica se
han descrito diferentes técnicas quirúrgicas, mostrando una diversidad
de enfoques para abordar esta condición. Estas técnicas van desde
procedimientos simples como el uso de radiofrecuencia para inducir
cambios de colágeno y proporcionar estabilidad, como lo describen
Higuchi et al.10, hasta técnicas más complejas e invasivas para
reconstrucciones anatómicas, como lo describen LaPrade et al.7.
En
el estudio de Steinbacher et al.1, se demostró que la fijación del
menisco mediante suturas internas es un tratamiento exitoso para la
hipermovilidad del menisco lateral en jugadores de fútbol. Este estudio
destacó la eficacia de la fijación de meniscos para mejorar los
síntomas, permitir el regreso a las actividades deportivas y lograr una
baja tasa de reintervenciones en este grupo de pacientes específico.
Además, el estudio destaca que esta técnica es fácilmente reproducible y
puede considerarse una opción terapéutica viable.
Otro
estudio relevante es el de Kamiya et al. 3, quienes evaluaron los
resultados a mediano plazo, con un seguimiento promedio de 37 meses, de
la técnica de adentro hacia afuera para la fijación de los fascículos
popliteomeniscales en pacientes con una edad promedio de 37 años. Este
estudio informó una mejoría significativa en la escala de Lysholm sin
complicaciones, dolor o bloqueo recurrente. Estos hallazgos apoyan la
idea de que la intervención quirúrgica puede desempeñar un papel crucial
en el tratamiento de esta patología.
Es
fundamental resaltar que cada técnica quirúrgica tiene sus ventajas y
limitaciones, y la elección de la mejor opción terapéutica debe basarse
en la evaluación individual del paciente y la experiencia del cirujano.
Sin embargo, todas las técnicas tienen como objetivo restaurar la
estabilidad del asta posterior manejando los ligamentos
popliteomeniscales en lugar de los ligamentos meniscotibiales, que
consideramos los principales estabilizadores del asta posterior del
menisco lateral en esta afección.
La
facilidad de reproducibilidad de una técnica quirúrgica es un aspecto
crucial a considerar. Por esta razón, describimos nuestra técnica ya que
descubrimos que el anclaje de la raíz del menisco proporciona una
estabilidad adecuada. A pesar de ser una técnica conocida y
reproducible, no se ha tenido en cuenta el efecto sobre estos elementos y
su eficacia para el manejo de la movilidad patológica en el asta
posterior del menisco lateral. Las ventajas y desventajas se presentan
en la Tabla 1. Sin embargo, se necesitan más estudios para evaluar la
efectividad y los resultados a largo plazo de esta técnica a mayor
escala, así como su aplicabilidad en diferentes grupos de pacientes.
En
resumen, aunque la hipermovilidad del menisco lateral sigue siendo una
afección relativamente desconocida con literatura limitada, la fijación
quirúrgica ha mostrado resultados favorables para resolver el movimiento
meniscal excesivo y aliviar los síntomas. En nuestra experiencia, la
reinserción de la raíz del menisco laxa, incluso sin un desprendimiento
evidente, es una opción quirúrgica prometedora y fácilmente reproducible
para lograr estabilidad en los casos de menisco lateral hipermóvil.
La
hipermovilidad del menisco lateral es una condición especial en la que
el asta posterior del menisco lateral exhibe una movilidad excesiva.
Esta afección puede causar dolor y bloqueo en la rodilla, especialmente
al arrodillarse, flexionarse profundamente o ponerse en cuclillas. En
este artículo presentamos una técnica quirúrgica para la reinserción de
la raíz posterior del menisco externo en casos de hipermovilidad sin
desprendimiento. El objetivo es aumentar la tensión de los ligamentos
meniscotibial y meniscal poplíteo para conseguir la estabilidad
meniscal. El procedimiento consiste en suturar la raíz del menisco y
fijarlo mediante un implante sin nudos a través de un túnel transóseo.
Esta técnica ha demostrado ser eficaz para estabilizar el menisco
lateral en pacientes con hipermovilidad.
Regreso optimizado al
juego: alta tasa de éxito del tratamiento en lesiones de los músculos
centrales con liberación quirúrgica del tendón anterior del músculo
recto del abdomen y tenotomía proximal del músculo aductor largo
INTRODUCCIÓN La lesión de los músculos
centrales es una afección caracterizada por dolor en la región inguinal,
lo que provoca una gran cantidad de ausencias de la actividad física de
alta intensidad, especialmente en el fútbol, y el 28% de los
jugadores de fútbol profesionales reportan dolor púbico durante sus
carreras [[1],[ 2]]. Esta enfermedad representa del 5 al 10% de las
ausencias de las actividades deportivas de los deportistas de fútbol
[[3],[4]]. Los deportes que implican patadas y cambios rápidos de
dirección mientras se corre son más propensos a sufrir lesiones en los
músculos centrales [[3],[5]]. Estas actividades someten las estructuras
miofasciales que se unen a los puntos óseos a fuerzas excesivas, lo que
provoca lesiones tisulares o compresión de estructuras anatómicas, lo
que provoca dolor [[3]]. Al considerar la complejidad, la lesión del
músculo core se considera una lesión grave con un tiempo prolongado de
ausencia, que puede alcanzar el 9% del total de lesiones de un equipo en
una temporada [6, 7, 8, 9]. La amplia gama de posibilidades de
diagnóstico y síntomas, como dolor en la ingle, dolor en la parte
inferior del abdomen, dolor en los aductores y dolor durante el
ejercicio, junto con la alta prevalencia de anomalías en atletas
asintomáticos, contribuyen a esta complejidad [[10]] Además, la
heterogeneidad La nomenclatura utilizada para describir esta afección,
como hernia del deportista, pubalgia atlética, ingle de Gilmore y dolor
en la ingle, ha dado como resultado un total de 33 terminologías
diferentes en una revisión sistemática [11, 12, 13, 14]. La lesión de
los músculos centrales representa un desafío importante en los atletas,
dada su alta incidencia y tasa de recurrencia [11, 12, 13, 14, 15]. A
pesar de su importancia, el diagnóstico sigue siendo complejo y está
sujeto a un debate continuo [[14]]. Según la clasificación de la FIFA
[[9]], esta lesión se considera grave debido al prolongado período de
recuperación que requiere. La región afectada por la lesión del músculo
central abarca diversas estructuras anatómicas, y las diversas
clasificaciones propuestas aumentan la complejidad de este escenario
clínico [[13],[14]). Hägglund y col. (2013) [[16]] y Ekstrand et al.
(2022) [[17]] han establecido una relación directa entre las lesiones y
el éxito de un equipo profesional. Esto resalta la importancia de la
prevención y el tratamiento de lesiones en los deportes [[16],[17]]. Un
estudio relevante de Ekstrand et al. (2013) [[18]] enfatiza aún más los
elevados costes asociados a las lesiones deportivas, con un gasto
estimado de alrededor de 500.000 euros por lesión por deportista,
subrayando la importancia de involucrar a los entrenadores y
administradores en el proceso de tratamiento y prevención [[18]] . La
presentación clínica de la lesión del músculo central abarca 13
posibilidades diferentes, siendo el dolor relacionado con el músculo
aductor la entidad clínica más común observada en el fútbol [[9]]. Sin
embargo, estas entidades clínicas pueden estar asociadas con síntomas
difusos e inespecíficos [[8]]. La etiología de esta lesión, basada en la
sobrecarga y los desequilibrios musculares en la región de la cadera,
requiere rehabilitación física como tratamiento inicial preferido para
la lesión de los músculos centrales [[8],[9]). La intervención
quirúrgica generalmente se reserva para enfermedades específicas, como
pinzamiento femoroacetabular, hernia oculta o tendinopatías, así como
para los pocos casos en los que el tratamiento clínico falla (con un
promedio de 5 a 10% de los casos) [[19]]. Al contemplar una
intervención quirúrgica para una lesión del músculo central, es
imperativo considerar cuidadosamente las características específicas de
cada caso para garantizar una recomendación adecuada [[6],[7]]. La
cirugía generalmente se reserva para los casos en los que las
intervenciones no quirúrgicas, incluido el reposo, la fisioterapia y la
medicación, no logran aliviar los síntomas, lo que provoca una pubalgia
persistente y afecta significativamente la calidad de vida del atleta y
su capacidad para volver a practicar deportes [[6],[ 8]]. Una evaluación
exhaustiva de la causa subyacente de la lesión del músculo central es
esencial para determinar la indicación quirúrgica correcta [[11]]. Esta
evaluación puede implicar exámenes clínicos, estudios de imágenes y
evaluaciones funcionales para identificar con precisión las estructuras
que contribuyen a la presentación clínica del paciente [[8],[11]]. La
identificación de lesiones específicas, como desgarros de músculos,
tendones o labrales, informa la selección del abordaje quirúrgico más
apropiado [[15]]. En consecuencia, el procedimiento debe ser realizado
por un cirujano con experiencia en el tratamiento de lesiones de los
músculos centrales en atletas para garantizar resultados positivos y
minimizar los riesgos [[8]]. En algunos casos de lesión de los
músculos centrales, puede haber un uso excesivo crónico o microdesgarros
en estos músculos que no logran sanar adecuadamente, lo que resulta en
dolor persistente y limitación funcional [[6]]. El tratamiento
quirúrgico propuesto tiene como objetivo abordar esto liberando la
porción anterior del tendón del recto abdominal cerca de la sínfisis
púbica y realizando una tenotomía proximal del tendón del músculo
aductor largo. La razón detrás de este enfoque es reducir la tensión y
el estrés en estos músculos afectados, permitiendo una curación y
resolución adecuadas de la lesión [[7],[8],[15]]. El procedimiento
quirúrgico mencionado tiene como objetivo aliviar la tensión crónica y
promover la curación en los casos en que los tratamientos no quirúrgicos
no han logrado resultados adecuados [[15]]. La decisión de realizar
tenotomía se basa en una evaluación cuidadosa del caso específico, y la
técnica quirúrgica probablemente esté dirigida a equilibrar la
biomecánica de la región de la pelvis y la cadera, brindando así alivio y
facilitando la recuperación [[15],[20],[21 ]]. El objetivo de este
estudio es presentar un estudio transversal sobre la lesión del músculo
central comparando el resultado del tratamiento quirúrgico de la lesión
del músculo central con la etiología miotendinosa utilizando la técnica
implementada por este grupo de medicina deportiva. En segundo lugar,
pretende estandarizar un enfoque diagnóstico y terapéutico de esta
compleja enfermedad ya que no existe consenso en la literatura de
investigación.
¿Cuáles son los nuevos hallazgos? • Hay
múltiples tratamientos diferentes abordados en la literatura actual y
aquí describimos nuestro protocolo de diagnóstico y método de
tratamiento preferido. Este estudio muestra un abordaje diferente de
esta patología. • Mediante el análisis y síntesis de la evidencia
disponible, este trabajo permitirá identificar las intervenciones más
efectivas y seguras para el retorno exitoso de los deportistas a la
práctica deportiva. • Se encontró que la posición de juego (atacantes) tiene una relación significativa con el resultado del procedimiento. • Además,
este artículo también puede resaltar las lagunas en el conocimiento
actual y sugerir áreas para futuras investigaciones, que enriquecerán
aún más el campo y guiarán las prácticas clínicas.
CONCLUSIÓN El procedimiento quirúrgico
combinado que implica la liberación de la porción anterior del tendón
del músculo recto abdominal cerca de la sínfisis púbica, junto con la
tenotomía proximal del tendón del músculo aductor largo, ha demostrado
resultados prometedores para los atletas diagnosticados con lesión del
músculo central. Estos hallazgos respaldan firmemente la eficacia de
esta opción de tratamiento como una intervención efectiva para controlar
las lesiones de los músculos centrales en los atletas, brindándoles un
camino viable hacia la recuperación y un posible regreso a sus
actividades deportivas. Se justifica realizar más investigaciones para
ampliar los resultados prometedores del procedimiento quirúrgico
combinado para el tratamiento de lesiones de los músculos centrales en
atletas.
Pedrinelli A, de Castro Fernandes JV,
Dorilêo Leite Filho CG, Marques de Almeida A, Lazzaretti Fernandes T,
Hernandez AJ. Optimised return to play: high treatment success rate in
core muscle injury with surgical release of the anterior tendon of the
rectus abdominis muscle and proximal tenotomy of the adductor longus
muscle. J ISAKOS. 2024 Feb;9(1):16-24. doi:
10.1016/j.jisako.2023.10.013. Epub 2023 Nov 4. PMID: 37931748.
Caso: La rotaciónplastia es un
procedimiento quirúrgico utilizado para restaurar la funcionalidad
después de la resección de un tumor esquelético. Se han descrito
múltiples complicaciones, incluida la posible aparición de fracturas. La
literatura sobre el manejo de fracturas después de una plastia de
rotación es limitada. En este artículo presentamos 2 casos de fracturas
tardías ipsilaterales en miembros rotados tratados con éxito con clavo
intramedular.
Conclusión: El tratamiento eficaz de las
fracturas después de la plastia de rotación requiere una comprensión
profunda de la anatomía del miembro rotado y una planificación
cuidadosa. Las consideraciones clínicas presentadas en este artículo
tienen como objetivo brindar orientación a los cirujanos para lograr
resultados exitosos en el tratamiento de las fracturas después de la
plastia de rotación.
Cabrolier J, Werier J. Management of
Ipsilateral Fractures After Rotationplasty: A Report of 2 Cases and
Review of the Literature. JBJS Case Connect. 2024 Mar 22;14(1). doi:
10.2106/JBJS.CC.23.00625. PMID: 38517988.
El
disco intervertebral (DIV) proporciona flexibilidad, actúa como
amortiguador y transmite carga. La degeneración del DIV incluye
alteraciones en la biomecánica, la matriz extracelular (MEC) y la
actividad celular. Estos cambios no siempre se perciben; sin embargo, la
degeneración del DIV puede provocar problemas de salud graves, incluida
una discapacidad a largo plazo. Para comprender la patogénesis de la
degeneración del DIV y los métodos de prueba adecuados para tratamientos
y terapias emergentes, esta revisión documenta modelos in vitro de
degeneración del DIV que incluyen alteración física, carga
hiperfisiológica, degradación de la ECM por digestión enzimática o una
combinación de estos métodos. Este artículo revisa y analiza
críticamente los modelos de degeneración publicados desde el año 2000,
ya sea en especímenes humanos o animales. Los resultados se clasifican
en términos de biomecánica del DIV, atributos físicos, composición de la
ECM, daño tisular y celularidad para evaluar los modelos con respecto a
la degeneración humana natural y proporcionar recomendaciones para
modelos clínicamente relevantes para las distintas etapas de la
degeneración. No existe un modelo que reproduzca la amplia gama de
cambios degenerativos que ocurren como parte de la degeneración normal.
Sin embargo, la sobrecarga cíclica replica muchos aspectos de la
degeneración, con la ventaja de una dosis-respuesta que permite ajustar
el daño iniciado. Actualmente faltan modelos de degeneración grave, pero
existe la posibilidad de que la combinación de sobrecarga cíclica y
digestión enzimática proporcione un modelo que se parezca mucho a la
degeneración IVD humana. Esto proporcionará una forma efectiva de
investigar los efectos de la degeneración severa y la evaluación de
tratamientos para el DIV, que generalmente estarían indicados en esta
etapa avanzada de degeneración.
La función de la
columna vertebral humana es soportar y transmitir cargas, proteger las
estructuras neuronales y estabilizar la postura y el movimiento humanos
(Oxland, 2016). La compleja estructura comprende huesos vertebrales
conectados a través de discos intervertebrales (DIV) y articulaciones
facetarias, con estabilidad adicional proporcionada a través de
ligamentos y una musculatura extensa (Adams y Dolan, 2005, Shapiro y
Risbud, 2014). La enfermedad degenerativa del disco (DDD) es una de las
principales causas de dolor lumbar (lumbalgia) (Iatridis et al., 2013,
Vergroesen et al., 2015), que supone una carga mundial para los sistemas
sanitarios, no solo por el número de pacientes con esta condición sino
también los altos costos asociados con los tratamientos y terapias
(Belfiore et al., 2018, Whatley y Wen, 2012).
La degeneración del DIV es
un proceso multifactorial que implica alteraciones en la biomecánica, la
estructura de la matriz extracelular (MEC) y la actividad genética y
celular (Daly et al., 2016, Vergroesen et al., 2015) (Fig. 1). La
degeneración del DIV suele ser asintomática, mientras que la DDD se
puede definir como cuando la degeneración del DIV progresa hasta
volverse sintomática, por ejemplo, a través del dolor resultante del
crecimiento nervioso hacia el interior del DIV (Freemont et al., 1997).
Aunque la degeneración por DIV es extremadamente común y cierto nivel de
degeneración ocurre como parte del proceso de envejecimiento, la
etiología de la DDD sigue sin estar clara (Kushchayev et al., 2018,
Urban y Roberts, 2003, van Dieën et al., 1999), y Esto conduce a un gran
desafío en el desarrollo de estrategias de tratamiento para mitigar,
reparar o regenerar el DIV dañado.
El envejecimiento conduce a
que las células notocordales en el núcleo pulposo (NP) del DIV sean
reemplazadas gradualmente por células similares a los condrocitos, y
esto se acompaña de un cambio en el NP de tejido vacuolado a
fibrocartilaginoso (Kim et al., 2003). Después de esto, los PEC se
vuelven gradualmente más delgados y calcificados. Como el DIV es
predominantemente una estructura avascular, el transporte de nutrientes
se produce mediante difusión y transporte convectivo a través del anillo
fibroso (AF) y los CEP, que se ve afectado por la carga y la
recuperación relacionadas con las actividades diarias y el ciclo diurno
(De Geer, 2018). , Ferguson et al., 2004, Gullbrand et al., 2015, Urban
et al., 2004, Zhu et al., 2012). El envejecimiento y la degeneración
pueden afectar negativamente el suministro de nutrientes, lo que puede
disminuir la actividad celular y causar la muerte celular (Adams y
Roughley, 2006), lo que compromete aún más la estructura del DIV y, en
última instancia, conduce a una cascada degenerativa (Huang et al.,
2014, Urban et al., 2004).
La degeneración del IVD
también se caracteriza por una pérdida de proteoglicanos (PG) y
alteraciones en las cadenas de colágeno, que pueden reducir la capacidad
de unión de agua (Vergroesen et al., 2015) y conducir a una reducción
de la presión intradiscal (IDP). ). En las primeras etapas de la
degeneración, el IDP disminuye ligeramente, pero una degeneración más
severa conduce a reducciones drásticas (Stefanakis et al., 2014), lo que
puede aumentar la deformación de la FA, provocando desgarros,
delaminación y fisuras (Adams y Roughley, 2006). ). Además, la pérdida
de contenido de agua puede resultar en una reducción en la altura del
DIV (aproximadamente un 3 % por año) (Adams y Dolan, 2012), lo que puede
comprometer la capacidad de transporte de carga del DIV y la
transferencia de carga a través de la columna vertebral. , lo que lleva a
la degeneración de estructuras como las articulaciones facetarias.
A medida que avanza la
degeneración, la estabilidad y rigidez de los segmentos espinales se ven
afectadas (Maquer et al., 2014). Mediciones realizadas en DIV
degenerados humanos (clasificados con los métodos de Pfirrmann (Emanuel
et al., 2015), Thompson (Amin et al., 2016), Otsu (Maquer et al., 2014) y
Boos (Boos et al., 2002) ) han demostrado que la degeneración leve y
moderada del DIV conduce a una disminución de la rigidez, mientras que
la degeneración grave en la que puede producirse contacto hueso a hueso
conduce a un aumento de la rigidez (Emanuel et al., 2015).
Se han utilizado diversos
métodos para promover y replicar los aspectos anteriores de la
degeneración del DIV para proporcionar una mayor comprensión de los
mecanismos de la degeneración y para la evaluación preclínica de
tratamientos y terapias novedosos, que pueden diseñarse para eliminar el
dolor y restaurar la función y la biomecánica. El uso de modelos in
vitro puede ser ventajoso en comparación con los modelos in vivo debido a
(1) menor tiempo de experimentación, (2) mayor rentabilidad, (3) mayor
control de las condiciones experimentales y (4) consideraciones éticas
(An y Masuda, 2006, Daly et al., 2016).
Los modelos in vitro de
degeneración del disco se pueden definir en términos generales según
tres esquemas experimentales: mecánico; bioquímico; e híbrido (Fig. 2).
Los modelos mecánicos implican una interrupción directa del DIV (Elliott
et al., 2008, Korecki et al., 2008a, Michalek y Iatridis, 2012) o la
aplicación de carga para inducir daño (Adams et al., 2000,
Berger-Roscher et al., 2017, Wade et al., 2014, Wilke et al., 2016). Los
modelos bioquímicos emplean enzimas digestivas o agentes químicos
similares para replicar la degradación de la MEC que ocurre como parte
de la degeneración (Chan et al., 2013, Roberts et al., 2008, Smith,
1964). Finalmente, los modelos híbridos combinan aspectos de modelos
mecánicos y bioquímicos (Gawri et al., 2014, Growney Kalaf et al.,
2014).
El propósito de esta
revisión es examinar, discutir y evaluar el estado del arte en la
replicación in vitro de la degeneración del disco humano. La revisión
incluye los métodos utilizados para compilar y evaluar los modelos de
degeneración existentes (Sección 2), descripciones de la gama de
iniciadores degenerativos y protocolos de prueba utilizados en los
modelos de degeneración IVD (Sección 3), discusión relacionada con las
ventajas y desventajas, relevancia clínica. y comparaciones entre
modelos (Sección 4), y recomendaciones de los modelos más adecuados de
degeneración del disco, junto con áreas potenciales para futuras
investigaciones (Sección 5).
Conclusión No existe un modelo in vitro que
pueda replicar todas las características y etapas de la degeneración del
DIV humano. La mayoría de los modelos incluidos en esta revisión logran
una degeneración de leve a moderada en términos de biomecánica,
composición de la ECM o daño microestructural. Los métodos que inician
la degeneración con carga cíclica brindan el mejor potencial para
reproducir fallas estructurales y cambios biomecánicos similares a los
de la degeneración natural, y tienen una dosis-respuesta que permite a
los investigadores ajustar el nivel de…
La ortoregeneración se define como una
solución para afecciones ortopédicas que aprovecha los beneficios de la
biología para mejorar la curación, reducir el dolor, mejorar la función
y, de manera óptima, proporcionar un entorno para la regeneración de
tejidos. Las opciones incluyen medicamentos, intervenciones quirúrgicas,
andamios, productos biológicos como producto de las células y estímulos
físicos y electromagnéticos. El objetivo de la medicina regenerativa es
mejorar la curación del tejido después de lesiones musculoesqueléticas
como tratamiento aislado y como complemento al tratamiento quirúrgico,
utilizando terapias novedosas para mejorar la recuperación y los
resultados. Se han investigado varios productos biológicos ortopédicos
(ortobiológicos) para el tratamiento de patologías que afectan la
columna, incluido el dolor lumbar, con o sin entumecimiento y/o
disfunción en las extremidades inferiores, hernia discal, estenosis
espinal y espondilolistesis. Las modalidades de tratamiento prometedoras
y establecidas incluyen la reparación del anillo fibroso, la inyección
de células autólogas o alogénicas expandidas o no expandidas que sean
condrogénicas o de un linaje de células madre utilizadas para promover
la regeneración del tejido de la matriz del disco intervertebral,
incluidas las células del núcleo pulposo y las células madre
mesenquimales aisladas. de médula ósea, sangre del cordón umbilical o
tejido adiposo; e inyección de plasma rico en plaquetas, fibrina rica en
plaquetas o sellador de fibrina. Los primeros estudios clínicos son
prometedores para la reducción del dolor y la recuperación funcional.
El quince por ciento de las personas de 40 a 65
años en Estados Unidos sufren dolor lumbar (lumbalgia), y entre el 10 y
el 20% de ellos desarrollarán posteriormente dolor crónico, lo que se
traduce en 7,6 millones de personas en Estados Unidos.1, 2 , 3 El dolor
lumbar grave, con o sin entumecimiento y/o disfunción en las
extremidades inferiores, generalmente se asocia con un diagnóstico de
hernia de disco, estenosis espinal o espondilolistesis.3 Aunque los
enfoques conservadores y quirúrgicos actuales a menudo alivian el dolor
en la degeneración del disco intervertebral (IDD ), hacen poco o nada
para detener o incluso impedir la inevitable degeneración progresiva de
los discos intervertebrales (DIV).4 Los pacientes sometidos a
discectomía tendrán una degeneración más rápida del disco afectado,5 y
aquellos sometidos a fusión espinal sufren un mayor riesgo de lesiones
adyacentes. -degeneración del segmento.6 Por lo tanto, existe una gran
necesidad insatisfecha de soluciones regenerativas que no solo traten
los síntomas del IDD sino que también reviertan o incluso detengan su
progresión. El DIV consta de 2 componentes principales: un núcleo
pulposo (NP) y un anillo fibroso (AF), situados entre 2 placas
cartilaginosas terminales de las vértebras adyacentes. El DIV resiste el
movimiento espinal diurno multiaxial flexible.7,8 El DIV se refiere
específicamente a fallas funcionales y estructurales relacionadas con
cambios patológicos en la matriz celular y extracelular (MEC).9 Aunque
los mecanismos subyacentes a esta fisiopatología no se han dilucidado
por completo, los factores asociados con La degeneración incluye el
envejecimiento,10 lesiones,11 la genética,12, 13, 14 y el estilo de
vida, como fumar,15 o alguna combinación de los mismos. Dado que la
degeneración a veces es asintomática, se cree que la prevalencia de las
características radiológicas del DDY en adultos varía ampliamente, del
9% al 85% para la disminución de la intensidad de la señal T2 y del 3%
al 56% para la pérdida de altura.16 El DDY sólo es clínicamente
significativo cuando resulta en morbilidad, pero se estima que
representa el 39% del dolor lumbar axial.17 El disco en general pierde
altura ya que la matriz del NP no logra absorber líquido de manera
efectiva y sufre fibrosis. También puede haber un crecimiento
neurovascular hacia el interior del NP, lo que podría contribuir al
dolor.18,19 Los tratamientos regenerativos para estos componentes
tisulares específicos deben incluir la proliferación celular y el
recambio anabólico en cada tipo de tejido bajo el ritmo circadiano del
movimiento espinal.
Opciones de tratamiento ortogenerativo Enfoques terapéuticos regenerativos para la degeneración de NP Tratamientos biológicos para IDD Una
vez que se han manifestado los signos fisiopatológicos y radiológicos
de la degeneración del DIV, esos cambios son en su mayoría irreversibles
y a menudo progresivos. Por lo tanto, los tratamientos van desde
terapias conservadoras hasta cirugía mayor, incluida la fusión, pero sin
opción para restaurar la estructura y función del DIV. Se han estudiado
muchos materiales biológicos como tratamientos potenciales para
restaurar directamente la estructura y función del DIV. Inyección de material biológico para IDD Se
han estudiado los efectos de los materiales biológicos, incluido el
plasma rico en plaquetas (PRP), el PRP con liberación, la fibrina rica
en plaquetas (PRF) y el sellador de fibrina, para el alivio del dolor y
la restauración de la función en la degeneración discogénica. Aunque
estos materiales se utilizaron principalmente para la mejoría
sintomática, algunos estudios también evaluaron el NP con imágenes de RM
que indicaban recuperación de líquido en el espacio discal.
Actualmente, se han completado o se están realizando en todo el mundo 6
estudios clínicos que utilizan suplementos de materiales biológicos para
tratar los DDY (Figura 1, Tabla 1).
Conclusiones Se están desarrollando terapias
biológicas para el IDD diseñadas para tratar el dolor lumbar y
restaurar la función espinal. Los resultados de algunos estudios de
inyecciones de PRP o PRF han sido comparables con los de los controles
de tratamiento conservador. Aunque el PRP y el PRF parecen mostrar
algunos beneficios clínicos modestos para aliviar el dolor en estudios
preliminares, es necesario realizar más investigaciones para comprender
su mecanismo de acción. Una limitación importante de la mayoría de los
estudios clínicos de terapias regenerativas que utilizan materiales
biológicos con o sin células terapéuticas es la falta de comparación con
un control de atención estándar. También se han estudiado clínicamente
terapias biológicas que utilizan células de fuentes autólogas o
alogénicas. La fuente de células para las BM-MSC o AT-MSC no parece ser
un problema importante, ya que estas células pueden obtenerse de los
propios pacientes. Las BM-MSC son las células más utilizadas en estudios
clínicos, y dos ECA muestran resultados prometedores en el alivio del
dolor lumbar en comparación con controles acelulares. Sin embargo, se
necesita más investigación para determinar el destino final de estas
células terapéuticas. Aún es discutible si estas estrategias
terapéuticas pueden en última instancia restaurar la matriz del disco y
regenerar el NP, pero muchos ensayos clínicos están investigando
activamente este concepto. Otra área en desarrollo activo aborda
estrategias para la reparación de la FA con el fin de prevenir hernias
recurrentes después del tratamiento quirúrgico. Sin embargo, estas
estrategias siguen estando poco desarrolladas. La terapia regenerativa
para la IDD debe abordar tanto los tejidos NP como los FA para restaurar
la fisiología crítica del tejido y la función normal e indolora. Aunque
todavía falta evidencia definitiva de la eficacia clínica, muchos
estudios en curso están investigando estrategias biológicas que algún
día podrían brindar esperanza a los pacientes que sufren los estragos de
la degeneración del disco.
Estabilización y
formación de espacios entre la reparación primaria del LCA ajustable
versus fija con aparato ortopédico interno: un estudio cadavérico
biomecánico de construcción completa in vitro
Los abordajes artroscópicos
modernos en la reparación primaria de lesiones del ligamento cruzado
anterior (LCA) despertaron un interés renovado, especialmente para el
tratamiento de la población atlética más joven.18 La reparación primaria
del LCA, históricamente realizada de forma abierta, mostró malos
resultados con un seguimiento más prolongado, pero El abordaje
quirúrgico para la reparación del LCA ha evolucionado hacia un
procedimiento artroscópico que se centra más en los desgarros proximales
del LCA con buena calidad de tejido. La reparación del LCA permite
preservar la anatomía normal del LCA y las propiedades propioceptivas de
las fibras del LCA.21,26 Además del desarrollo de varias técnicas de
reparación del LCA mínimamente invasivas,5,10,17 el aumento biológico
mejoró las tasas de curación y las innovaciones en implantes han
contribuido a mejores resultados clínicos.15,16,22 La protección
mecánica adicional utilizando un aumento de sutura independiente no
absorbible de alta resistencia junto con la reparación con sutura del
LCA ha mostrado previamente resultados biomecánicos y clínicos
prometedores,2,4,6,8,11,14,27, lo que demuestra su importancia para la
protección temprana del constructo de reparación para permitir la
curación.19 La fijación ajustable con botón cortical de una sola
cincha mostró una tensión optimizada del LCA en tiempo cero, lo que
condujo a una estabilización significativamente mejorada y a una
reducción de la formación de espacios con mayor resistencia final en
comparación con otras técnicas de reparación con sutura, ya sea con un
nudo de sutura sobre un botón o con fijación con anclaje de sutura.1 La
resistencia adicional del aparato ortopédico interno optimizó aún más el
potencial de estabilización en cargas que ocurren durante las
actividades diarias normales al reducir la formación de espacios y las
cargas máximas en la construcción de reparación de sutura del LCA.2 Sin
embargo, ambos estudios se realizaron en un modelo porcino, dejando el
efecto de estabilización del aparato ortopédico interno. Se desconoce la
reparación en tejido de ligamentos humanos. Se diseñó una sutura de
fijación del LCA modificada para permitir un paso de sutura simplificado
y eficiente junto con un implante de dispositivo de bucle ajustable
(ALD) para el tensado incremental de la reparación de la sutura
independiente del aumento de sutura no absorbible de alta resistencia.
Actualmente, faltan datos biomecánicos sobre el potencial de
estabilización de la reparación del LCA ajustable probada dinámicamente
en el rango de carga de la rehabilitación temprana y tardía en
comparación con las técnicas de reparación del LCA fijas con refuerzo
interno clínicamente descritas que utilizan un anclaje sin nudos o un
nudo de sutura sobre el botón femoral. .5,28 El propósito de este
estudio fue evaluar y comparar el comportamiento de estabilización y
formación de espacios, así como la resistencia a la falla final de la
técnica de reparación del LCA ajustable con técnicas de reparación del
LCA fijo con un anclaje de sutura sin nudos y fijación con botón
cortical anudado en un estudio biomecánico in vitro utilizando un modelo
cadavérico. Se planteó la hipótesis de que la reparación del LCA con
refuerzo interno con implante ajustable proporcionaría una mejor
estabilización mecánica con una formación de espacios reducida y mayores
cargas residuales en el LCA en comparación con ambas técnicas de
reparación fija.
Abstracto Fondo: Se
ha lanzado un sistema de reparación del ligamento cruzado anterior (LCA)
primario tensionable y sin nudos precargado con un aparato ortopédico
interno. Actualmente, no hay datos biomecánicos sobre el comportamiento
de estabilización y formación de espacios del sistema ajustable en
comparación con reparaciones fijas en tejido del LCA humano. Hipótesis: Esa
reparación con sutura ajustable sin nudos con un aparato ortopédico
interno proporcionaría una mayor estabilidad general de la construcción y
una mayor carga compartida en el LCA con menos formación de espacios en
comparación con la reparación fija.
Conclusión: La fijación
interna ajustable sin nudos para la reparación del LCA con
preacondicionamiento del ligamento reparado con sutura aumentó la
estabilización general con una mayor carga compartida en el LCA y la
formación de espacios restringidos (<0,5 mm hasta 350 N) en
comparación con la reparación con sutura fija. Todas las reparaciones
con refuerzos internos restauraron la estabilidad de acuerdo con la
función nativa del LCA. Relevancia clínica: La reparación
ajustable del LCA mejoró las características mecánicas y redujo la
formación de espacios, pero la importancia clínica general en la
curación aún no está clara.
Bachmaier S, Smith PA, Hammoud S, Ritter
D, Hauck O, Wijdicks CA. Stabilization and Gap Formation of Adjustable
Versus Fixed Primary ACL Repair With Internal Brace: An in Vitro
Full-Construct Biomechanical Cadaveric Study. Orthop J Sports Med. 2023
Sep 29;11(9):23259671231201462. doi: 10.1177/23259671231201462. PMID:
37786477; PMCID: PMC10541754.
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Más del 40% de los adultos estadounidenses
son obesos, lo que presenta desafíos únicos en el desarrollo y
tratamiento de la osteoartritis [[1], [2], [3], [4]]. La creciente
prevalencia nacional de obesidad coincide con un cambio en la demografía
de los pacientes que requieren artroplastia total de rodilla (ATR) [5].
La navegación por computadora avanzada y los sistemas asistidos por
robots pueden tener utilidad en la ATR, incluido un mejor
posicionamiento de los componentes, una disminución del traumatismo de
los tejidos blandos y una reducción del dolor posoperatorio en
comparación con los abordajes guiados intramedulares femorales y
tibiales extramedulares convencionales [[6], [7], [8 ], [9], [10], [11],
[12], [13], [14], [15]]. Sin embargo, pocos estudios han comparado las
diferencias intraoperatorias entre los sistemas convencionales y
asistidos por robot en pacientes obesos sometidos a ATR [[16], [17],
[18]].
El índice de masa corporal (IMC) elevado se ha
asociado con un aumento del estrés de los componentes, una mala
alineación de los componentes y complicaciones posoperatorias, como
aflojamiento aséptico, infección de la articulación periprotésica e
infección superficial de la piel, cuando se realiza una ATR [3,4,19,20].
Durante la operación, el exceso de tejido adiposo puede dificultar la
exposición quirúrgica y oscurecer los puntos de referencia
intraoperatorios, aumentando así la dificultad de obtener una alineación
adecuada y la fijación de los componentes [21,22]. Por último, el
aumento de la masa corporal produce un aumento de la tensión en la
interfaz de fijación, lo que aumenta el riesgo de aflojamiento aséptico,
especialmente en casos de mala colocación de los componentes [3,23].
Teniendo en cuenta las dificultades encontradas
al realizar la ATR en pacientes obesos, la cirugía asistida por robot
puede resultar más beneficiosa en este subconjunto de pacientes. Por lo
tanto, el propósito de este estudio fue comparar mediciones
radiográficas preoperatorias y posoperatorias entre pacientes obesos
sometidos a ATR con sistemas convencionales o asistidos por robot, así
como evaluar resultados intraoperatorios como la duración del uso del
torniquete (tiempo de torniquete [TT]), tiempo operatorio total y
pérdida de sangre estimada (EBL).
Los sistemas asistidos por robot han ganado
popularidad en la artroplastia total de rodilla (ATR). El propósito de
este estudio fue evaluar las características operativas y los resultados
radiográficos de pacientes obesos sometidos a ATR asistida por robot.
Conclusiones Los pacientes obesos
tratados con ATR asistida por robot tuvieron una alineación
posoperatoria más cercana a la neutralidad y menos valores radiográficos
atípicos posoperatorios que los pacientes tratados con instrumentación
convencional. Los resultados de este estudio respaldan el uso de
tecnologías asistidas por robots en la ATR, particularmente en pacientes
obesos.