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viernes, 5 de abril de 2024

Modelos in vitro de degeneración discal: una revisión de los métodos y la relevancia clínica

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Modelos in vitro de degeneración discal: una revisión de los métodos y la relevancia clínica

Asociaciones causales entre factores de riesgo modificables y degeneración del disco intervertebral
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https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37939919/
Ilustración: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36027637/


La función de la columna vertebral humana es soportar y transmitir cargas, proteger las estructuras neuronales y estabilizar la postura y el movimiento humanos (Oxland, 2016). La compleja estructura comprende huesos vertebrales conectados a través de discos intervertebrales (DIV) y articulaciones facetarias, con estabilidad adicional proporcionada a través de ligamentos y una musculatura extensa (Adams y Dolan, 2005, Shapiro y Risbud, 2014). La enfermedad degenerativa del disco (DDD) es una de las principales causas de dolor lumbar (lumbalgia) (Iatridis et al., 2013, Vergroesen et al., 2015), que supone una carga mundial para los sistemas sanitarios, no solo por el número de pacientes con esta condición sino también los altos costos asociados con los tratamientos y terapias (Belfiore et al., 2018, Whatley y Wen, 2012).

La degeneración del DIV es un proceso multifactorial que implica alteraciones en la biomecánica, la estructura de la matriz extracelular (MEC) y la actividad genética y celular (Daly et al., 2016, Vergroesen et al., 2015) (Fig. 1). La degeneración del DIV suele ser asintomática, mientras que la DDD se puede definir como cuando la degeneración del DIV progresa hasta volverse sintomática, por ejemplo, a través del dolor resultante del crecimiento nervioso hacia el interior del DIV (Freemont et al., 1997). Aunque la degeneración por DIV es extremadamente común y cierto nivel de degeneración ocurre como parte del proceso de envejecimiento, la etiología de la DDD sigue sin estar clara (Kushchayev et al., 2018, Urban y Roberts, 2003, van Dieën et al., 1999), y Esto conduce a un gran desafío en el desarrollo de estrategias de tratamiento para mitigar, reparar o regenerar el DIV dañado.

El envejecimiento conduce a que las células notocordales en el núcleo pulposo (NP) del DIV sean reemplazadas gradualmente por células similares a los condrocitos, y esto se acompaña de un cambio en el NP de tejido vacuolado a fibrocartilaginoso (Kim et al., 2003). Después de esto, los PEC se vuelven gradualmente más delgados y calcificados. Como el DIV es predominantemente una estructura avascular, el transporte de nutrientes se produce mediante difusión y transporte convectivo a través del anillo fibroso (AF) y los CEP, que se ve afectado por la carga y la recuperación relacionadas con las actividades diarias y el ciclo diurno (De Geer, 2018). , Ferguson et al., 2004, Gullbrand et al., 2015, Urban et al., 2004, Zhu et al., 2012). El envejecimiento y la degeneración pueden afectar negativamente el suministro de nutrientes, lo que puede disminuir la actividad celular y causar la muerte celular (Adams y Roughley, 2006), lo que compromete aún más la estructura del DIV y, en última instancia, conduce a una cascada degenerativa (Huang et al., 2014, Urban et al., 2004).

La degeneración del IVD también se caracteriza por una pérdida de proteoglicanos (PG) y alteraciones en las cadenas de colágeno, que pueden reducir la capacidad de unión de agua (Vergroesen et al., 2015) y conducir a una reducción de la presión intradiscal (IDP). ). En las primeras etapas de la degeneración, el IDP disminuye ligeramente, pero una degeneración más severa conduce a reducciones drásticas (Stefanakis et al., 2014), lo que puede aumentar la deformación de la FA, provocando desgarros, delaminación y fisuras (Adams y Roughley, 2006). ). Además, la pérdida de contenido de agua puede resultar en una reducción en la altura del DIV (aproximadamente un 3 % por año) (Adams y Dolan, 2012), lo que puede comprometer la capacidad de transporte de carga del DIV y la transferencia de carga a través de la columna vertebral. , lo que lleva a la degeneración de estructuras como las articulaciones facetarias.

A medida que avanza la degeneración, la estabilidad y rigidez de los segmentos espinales se ven afectadas (Maquer et al., 2014). Mediciones realizadas en DIV degenerados humanos (clasificados con los métodos de Pfirrmann (Emanuel et al., 2015), Thompson (Amin et al., 2016), Otsu (Maquer et al., 2014) y Boos (Boos et al., 2002) ) han demostrado que la degeneración leve y moderada del DIV conduce a una disminución de la rigidez, mientras que la degeneración grave en la que puede producirse contacto hueso a hueso conduce a un aumento de la rigidez (Emanuel et al., 2015).

Se han utilizado diversos métodos para promover y replicar los aspectos anteriores de la degeneración del DIV para proporcionar una mayor comprensión de los mecanismos de la degeneración y para la evaluación preclínica de tratamientos y terapias novedosos, que pueden diseñarse para eliminar el dolor y restaurar la función y la biomecánica. El uso de modelos in vitro puede ser ventajoso en comparación con los modelos in vivo debido a (1) menor tiempo de experimentación, (2) mayor rentabilidad, (3) mayor control de las condiciones experimentales y (4) consideraciones éticas (An y Masuda, 2006, Daly et al., 2016).

Los modelos in vitro de degeneración del disco se pueden definir en términos generales según tres esquemas experimentales: mecánico; bioquímico; e híbrido (Fig. 2). Los modelos mecánicos implican una interrupción directa del DIV (Elliott et al., 2008, Korecki et al., 2008a, Michalek y Iatridis, 2012) o la aplicación de carga para inducir daño (Adams et al., 2000, Berger-Roscher et al., 2017, Wade et al., 2014, Wilke et al., 2016). Los modelos bioquímicos emplean enzimas digestivas o agentes químicos similares para replicar la degradación de la MEC que ocurre como parte de la degeneración (Chan et al., 2013, Roberts et al., 2008, Smith, 1964). Finalmente, los modelos híbridos combinan aspectos de modelos mecánicos y bioquímicos (Gawri et al., 2014, Growney Kalaf et al., 2014).

El propósito de esta revisión es examinar, discutir y evaluar el estado del arte en la replicación in vitro de la degeneración del disco humano. La revisión incluye los métodos utilizados para compilar y evaluar los modelos de degeneración existentes (Sección 2), descripciones de la gama de iniciadores degenerativos y protocolos de prueba utilizados en los modelos de degeneración IVD (Sección 3), discusión relacionada con las ventajas y desventajas, relevancia clínica. y comparaciones entre modelos (Sección 4), y recomendaciones de los modelos más adecuados de degeneración del disco, junto con áreas potenciales para futuras investigaciones (Sección 5).

Conclusión
No existe un modelo in vitro que pueda replicar todas las características y etapas de la degeneración del DIV humano. La mayoría de los modelos incluidos en esta revisión logran una degeneración de leve a moderada en términos de biomecánica, composición de la ECM o daño microestructural. Los métodos que inician la degeneración con carga cíclica brindan el mejor potencial para reproducir fallas estructurales y cambios biomecánicos similares a los de la degeneración natural, y tienen una dosis-respuesta que permite a los investigadores ajustar el nivel de…

In-vitro models of disc degeneration – A review of methods and clinical relevance – PubMed (nih.gov)

In-vitro models of disc degeneration – A review of methods and clinical relevance – ScienceDirect

Rivera Tapia ED, Meakin JR, Holsgrove TP. In-vitro models of disc degeneration – A review of methods and clinical relevance. J Biomech. 2022 Sep;142:111260. doi: 10.1016/j.jbiomech.2022.111260. Epub 2022 Aug 17. PMID: 36027637.

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miércoles, 29 de noviembre de 2023

Destino de las células del disco intervertebral durante el envejecimiento y la degeneración: apoptosis, senescencia y autofagia

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Destino de las células del disco intervertebral durante el envejecimiento y la degeneración: apoptosis, senescencia y autofagia

La vía de señalización PI3K/Akt/mTOR existe como un objetivo potencial del tratamiento biológico para la enfermedad degenerativa del disco.

Intervertebral disc cell fate during aging and degeneration: apoptosis, senescence, and autophagy – North American Spine Society Journal (NASSJ) (nassopenaccess.org)

Antecedentes
La enfermedad degenerativa del disco, una de las principales causas de dolor lumbar y síntomas neurológicos asociados, es un problema de salud mundial con una alta morbilidad, pérdida de mano de obra y carga socioeconómica. La estrategia quirúrgica actual de resección de disco y/o fusión espinal da como resultado la pérdida funcional de carga, absorción de impactos y movimiento; por lo que se demanda el desarrollo de nuevas terapias biológicas. Este logro requiere comprender el destino de las células del disco intervertebral durante el envejecimiento y la degeneración.

Conclusiones
El destino celular y la regulación microambiental mediante la modulación de la señalización PI3K/Akt/mTOR es un posible tratamiento biológico para la enfermedad degenerativa del disco.Esta breve revisión describe la comprensión actual del destino celular, centrada en la apoptosis, la senescencia y la autofagia, durante el envejecimiento y la degeneración en el disco intervertebral. PI3K/Akt/mTOR es un integrador de red intracelular subyacente sugerido para que diversos estímulos controlen el microambiente, lo que resulta en la determinación del destino de las células del disco. Una investigación mecanística adicional de la señalización PI3K/Akt/mTOR debería resultar útil para el desarrollo de terapias biológicas para la DDD inflamatoria relacionada con la edad.

Introducción
El dolor lumbar (LBP) es un problema de salud mundial con una enorme prevalencia a lo largo de la vida, del 70% al 85% [1] y una enorme carga socioeconómica de hasta 102.000 millones de dólares al año en los EE. UU. [2], como la razón más común para el dolor lumbar. discapacidad del trabajador [3]. La causa del dolor lumbar es en gran medida inespecífica; sin embargo, la degeneración del disco intervertebral (IDD) se ha identificado como el principal factor de riesgo independiente para el dolor lumbar incapacitante [4]. Las imágenes por resonancia magnética han demostrado una alta prevalencia de IDD lumbar con la edad en aproximadamente el 40% de las personas menores de 30 años y más del 90% de las de 50 a 55 años [5], lo que aumenta aún más con la edad y facilita las actividades diarias deterioradas de las personas mayores. [6].

Además del dolor lumbar grave, los DDY también pueden causar trastornos neurológicos, como entumecimiento, dolor radicular, debilidad muscular, parálisis, claudicación intermitente e incluso disfunción de la vejiga y los intestinos [7]. A pesar de los resultados clínicos exitosos del tratamiento no quirúrgico de la enfermedad degenerativa del disco (DDD) [6,8], los pacientes que no responden requieren cirugía [9]. El tratamiento quirúrgico primario actual es la escisión discal sintomática y/o la fusión espinal, lo que resulta en pérdida funcional de carga, absorción de impactos y movimiento [10]. Por tanto, el desarrollo de nuevas terapias biológicas que mantengan la función fisiológica es una cuestión urgente para retrasar, prevenir y tratar la DDD.

Envejecimiento y degeneración anatómica, bioquímica y biológica del disco intervertebral.
Anatómicamente, el disco intervertebral espinal tiene una estructura compleja, que consiste en el núcleo pulposo central (NP) encapsulado por el anillo fibroso periférico (AF) y placas terminales de cartílago intercaladas [7]. La FA laminar colágena mantiene la presurización de la NP ovalada y gelatinosa, proporcionando soporte durante la carga compresiva y permitiendo el movimiento espinal multidimensional [11]. En el desarrollo del disco, el NP se origina en la notocorda [12] mientras que el FA proviene del mesénquima [13,14]. En la vida humana, las células notocordales NP del disco solo existen durante los primeros 10 años, que posteriormente son reemplazadas por células no notocordales, similares a los condrocitos, de procedencia desconocida [13,14]. Evidencia más reciente ha identificado que las células similares a los condrocitos surgen de células NP, según el fenotipo que representa una etapa de diferenciación terminal durante la IDD [15]. Las células notocordales producen mayores cantidades de proteoglicanos de matriz que las células no notocordales [16], estimulan a las células no notocordales para que produzcan proteoglicanos [17] y protegen a las células no notocordales de la inflamación y la apoptosis [18], facilitando así el desarrollo sano del disco.

Morfológicamente, los DDY comienzan durante la primera infancia [19,20], que es más grave en el NP que en la FA [20]. La hendidura del disco NP y la formación de desgarros radiales pueden ocurrir entre los 11 y los 16 años [20]. Luego, bioquímicamente, las células internas de AF y NP tienen fenotipos condrocíticos [21], lo que promueve actividades anabólicas a través de la producción de componentes de la matriz extracelular, por ejemplo, proteoglicanos (predominantemente agrecanos) y colágenos (principalmente tipos I en AF y II en NP). ) [7], mientras que las células externas de la FA son principalmente de tipo fibroblasto [22]. Por lo tanto, la degradación de la matriz es la característica principal de IDD [7]. Mientras que la biosíntesis de agrecanos y el contenido de procolágeno tipo II alcanzan su punto máximo a edades ≤5 años y disminuyen entre los 5 y los 15 años, el colágeno desnaturalizado tipo II aumenta después de los 5 años de edad [19]. Este catabolismo de la matriz está regulado por el equilibrio entre enzimas catabólicas, metaloproteinasas de matriz (MMP) y desintegrinas y metaloproteinasas con motivos de trombospondina (ADAMTS), y factores anticatabólicos, inhibidores tisulares de metaloproteinasas (TIMP) [23]. De hecho, se ha observado una disminución de la acumulación de matriz con niveles elevados de MMP y ADAMTS en relación con los niveles de TIMP en IDD experimentales en humanos [24], [25], [26] y en roedores [27], [28], [29]. Sin embargo, aún no está claro qué impulsa este desequilibrio en el metabolismo de la matriz.

Un rasgo biológico potencial para la modulación del destino celular es que el disco intervertebral es el órgano avascular más grande del cuerpo humano, con privilegios inmunológicos y bajos nutrientes, caracterizado por niveles bajos de glucosa, oxígeno, pH bajo y alto. osmolalidad y entorno de carga fluctuante al que están expuestas las células [30]. En comparación con las células AF del disco periférico, las células NP centrales dependen de la difusión de los vasos sanguíneos en los márgenes del disco para obtener nutrientes [31]. Por lo tanto, la disminución del suministro de sangre, la esclerosis del hueso subcondral y la calcificación de la placa terminal, que ocurren durante el estrés mecánico, las lesiones, el tabaquismo y el envejecimiento, pueden reducir fácilmente el transporte de nutrientes al disco [31]. En realidad, las células NP son susceptibles a la privación de nutrientes, la hipoxia y la inflamación [32]. Se sospecha que esta pérdida adicional de suministro de nutrientes contribuye a la progresión de los TDY.

Destino celular durante el envejecimiento y la degeneración del disco intervertebral.
La reducción del número de células es otra característica importante de los IDD [7]. Durante el desarrollo, la muerte de las células del disco intervertebral aumenta sustancialmente entre los 11 y los 16 años, acompañada de la desaparición del fenotipo notocordal y la proliferación de condrocitos [20]. Esta concurrencia sugiere una posible implicación del destino celular, incluidos los cambios fenotípicos relacionados con la edad en la patogénesis de los TDY [13]. Durante el envejecimiento y la degeneración, las células del disco sufren la detención irreversible del crecimiento de la senescencia [33], produciendo en consecuencia citocinas proinflamatorias y enzimas degradativas de la matriz [34,35]. El estrés excesivo conduce en última instancia a la muerte celular programada, incluida la apoptosis [36], la necroptosis [37], la piroptosis [38] y la ferroptosis [39]. La autofagia, el sistema de degradación y reciclaje intracelular, también desempeña un papel en el mantenimiento de la homeostasis celular [40,41,42,43]. En conjunto, el fenotipo de las células del disco y el metabolismo de la matriz parecen estar estrechamente relacionados con el destino, incluida la apoptosis, la senescencia y la autofagia.

Hipótesis
La comprensión fisiopatológica del entorno único del disco intervertebral es esencial para desarrollar estrategias de tratamiento biológico para enfermedades inflamatorias y degenerativas relacionadas con la edad. Las duras condiciones del disco deberían afectar significativamente el destino celular. Por lo tanto, planteamos la hipótesis de que las células residentes del disco utilizarían la apoptosis, la senescencia y la autofagia para hacer frente a situaciones estresantes y con escasez de nutrientes [31]. Sin embargo, la evidencia disponible aún es limitada con respecto a la participación y el papel de estos mecanismos protectores en la homeostasis de las células del disco y los tejidos. Aquí presentamos una breve revisión de la literatura, discutiendo los conceptos actuales de apoptosis, senescencia y autofagia y las perspectivas futuras de las terapias moduladoras del destino de las células biológicas para la DDD.

Intervertebral disc cell fate during aging and degeneration: apoptosis, senescence, and autophagy – PubMed (nih.gov)

Intervertebral disc cell fate during aging and degeneration: apoptosis, senescence, and autophagy – PMC (nih.gov)

Intervertebral disc cell fate during aging and degeneration: apoptosis, senescence, and autophagy – North American Spine Society Journal (NASSJ) (nassopenaccess.org)

Yurube T, Takeoka Y, Kanda Y, Kuroda R, Kakutani K. Intervertebral disc cell fate during aging and degeneration: apoptosis, senescence, and autophagy. N Am Spine Soc J. 2023 Mar 11;14:100210. doi: 10.1016/j.xnsj.2023.100210. PMID: 37090223; PMCID: PMC10113901.

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jueves, 8 de abril de 2021

El efecto de la osteotomía tibial alta de la tuberosidad tibial distal sobre la altura de la rótula posoperatoria y la degeneración de la articulación femoropatelar


El efecto de la osteotomía tibial alta de la tuberosidad tibial distal sobre la altura de la rótula posoperatoria y la degeneración de la articulación femoropatelar





La osteotomía tibial alta de la tuberosidad tibial distal (DTT-HTO) puede prevenir la distalización de la tuberosidad tibial y, por lo tanto, la infera rotuliana. Sin embargo, no se han realizado estudios sobre los efectos clínicos y radiológicos de DTT-HTO en la articulación femoropatelar. El propósito del estudio fue evaluar el efecto de DTT-HTO sobre la altura de la rótula y la congruencia de la articulación femoropatelar en función de la gravedad de la OA de la articulación femoropatelar

DTT-HTO puede prevenir eficazmente la infera rotuliana, y sus efectos sobre la congruencia de la articulación femoropatelarposoperatoria y la progresión de la OA de la articulación femoropatelar son poco visibles. Puede recomendarse como tratamiento de la rodilla en varo combinado con artrosis de la articulación femoropateral o infera rotuliana.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33036644/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7547468/

https://josr-online.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13018-020-01996-w

Han C, Li X, Tian X, Zhao J, Zhou L, Tan Y, Ma S, Hu Y, Chen H, Huang Y. The effect of distal tibial tuberosity high tibial osteotomy on postoperative patellar height and patellofemoral joint degeneration. J Orthop Surg Res. 2020 Oct 9;15(1):466. doi: 10.1186/s13018-020-01996-w. PMID: 33036644; PMCID: PMC7547468.

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