26 abril, 2011 | Por Luis Rodríguez-Yunta en Notas ThinkEPI 2012 |
1. Acceso abierto y dependencia frente a las editoriales multinacionales
El panorama de las revistas científicas en versión electrónica parece haberse decantado por dos opciones marcadamente diferentes: grandes plataformas de pago dominadas por empresas multinacionales o consorcios privados frente a sistemas de acceso abierto para entidades sin ánimo de lucro y algunos casos aislados de empresas editoriales singulares. Para la Comunidad Iberoamericana, cabe plantearse si esta dicotomía conlleva un refuerzo de la dependencia exterior frente a las empresas que controlan las publicaciones de la corriente principal de la ciencia.
En España, la mayoría de las universidades y organismos públicos de investigación distribuyen sus publicaciones electrónicas de forma gratuita. Entre otras consecuencias, a la larga, supone renunciar a la política de intercambios y a la distribución comercial que se mantenía tradicionalmente con los departamentos de español en todo el mundo. Por el contrario, se pagan importantes suscripciones a las grandes plataformas internacionales, que dan acceso a colecciones de tamaño muy superior al gestionado anteriormente por cualquier biblioteca pre-internet.
Esta situación mantiene el status quo de dependencia frente a las grandes empresas multinacionales. El potencial subversivo del movimiento por el acceso abierto queda diluido si la multiplicación de documentos disponibles en los repositorios no viene acompañada de una revisión en las políticas de suscripciones a los servicios comerciales internacionales.
Como señalan Carr, Swan y Harnard (2011), ha sido un error estratégico promover la vía dorada (edición en abierto) en vez de la vía verde (autoarchivo): el mantenimiento del pago de suscripciones impide que las instituciones puedan financiar los gastos de publicación en abierto de sus investigadores, y al mismo tiempo no les es posible cancelarlas mientras su contenido no esté accesible de otra forma. Un círculo vicioso que habrá de romperse en algún momento si se desea llevar a las últimas consecuencias la apuesta por el open access.
Por otra parte, la hipótesis de que el acceso abierto favorece las citas sólo podrá demostrarse si realmente hay un coste directo a los usuarios por consultar las publicaciones de distribución comercial. Hoy por hoy, para la mayoría de los investigadores, casi todo está en acceso libre, ya que su biblioteca ha pagado por adelantado.
2. ¿Podrían nuestras instituciones abandonar ahora las suscripciones a las plataformas editoriales internacionales?
En teoría sí sería posible abandonar las actuales suscripciones internacionales, según dos argumentos: primero, una parte importante de los documentos incluidos en estas plataformas son libres o cuentan con duplicados disponibles en repositorios institucionales; segundo, aquellos que no lo estén podrían adquirirse en compra directa de artículos, como un servicio que puede gestionarse desde la biblioteca igual que el préstamo interbibliotecario. Este servicio, tradicionalmente limitado a la fotocopia o el escaneado de artículos impresos, podría generalizarse a las versiones electrónicas de pago.
El sistema de pay-per-view (ppv) está suficientemente generalizado en las plataformas editoriales. El problema fundamental a valorar es si los costes resultan asumibles para los usuarios. Por buscar ejemplos de revistas españolas, un artículo de 6 páginas, tan interesante como “Colgajo fronto-nasal paramedial en la reconstrucción de defectos nasales extensos”, en Actas dermo-sifiliográficas de 2011, puede comprarse enElsevier.es por 25,96€. Una lástima, las ilustraciones deben ser impactantes. Sin duda, es una política que promociona la suscripción, pues el acceso completo online es de 142,21€/año y la revista publica en torno a 400 ítems cada año.
El ejemplo anterior pertenece a una editorial nacional adquirida por una multinacional, aunque en la misma plataforma también existen publicaciones españolas de acceso abierto, como Revista española de cardiología. Esta publicación ha contratado el servicio de gestión electrónica de Elsevier, manteniendo “la propiedad de los datos en el ámbito de la Sociedad Española de Cardiología” (Bermejo et al., 2007: p. 1.207). Se trata por tanto de un ejemplo de edición en acceso abierto a través de una editorial internacional, pero financiado por los editores originales.
Una opción diferente es la de editoriales españolas que se comercializan a través de servicios internacionales. Es el caso de las 8 revistas de la Fundación Infancia y Aprendizaje, distribuidas a través de Ingentaconnect. El precio del ppv por artículo paraRevista de psicología social o Cultura y educación es también elevado: 25$ más tasas.
Los costes parecen mucho más reducidos cuando la distribución depende de empresas o consorcios españoles. El quiosco digital de la Asociación de Revistas Culturales de España (ARCE) sólo permite la compra de números completos, pero los precios se sitúan por ejemplo en 3,5€ para Revista de libros o 10€ para un ejemplar de Comunicar. Una publicación como Estudios de economía aplicada ofrece la descarga de artículos sueltos a 5€ a través de Marcial Pons. Por su parte, el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales distribuye directamente los números sujetos a embargo de sus 14 revistas a 3,06€ por artículo. Son costes mucho más cercanos a los de una tradicional fotocopia.
El acceso ppv en las plataformas internacionales resulta especialmente costoso e incluso puede ir acompañado de limitaciones temporales. Por ejemplo, se puede adquirir el acceso online por sólo 24 horas a los artículos de Journal of librarianship and information science, en SAGE journals online, por 25$.
Como alternativa, en algunos casos puede explorarse la opción del “alquiler” de artículos.DeepDyve es un agregador que permite acceder a artículos de revistas de Springer, Nature Publishing Group o Wiley, a un precio estandarizado de 0,99$. Este alquiler permite la lectura en pantalla durante un mínimo de 24 horas, pero impide la descarga y la impresión de los documentos.
3. Conclusiones
Según estos datos, el principal problema para que las bibliotecas sustituyan la política de suscripciones por servicios de acceso ppv radica en sus elevados precios en las plataformas internacionales. Este alto coste es consecuencia de una política de promoción de las suscripciones institucionales por parte de las grandes editoriales. Una estrategia rentable para mantener el status quo de dependencia. Por el contrario, el ppv resulta asumible en los servicios de ámbito nacional.
Abandonar las suscripciones internacionales y hacer recaer el gasto sobre los lectores podría dejar sin servicio a un gran número de los actuales usuarios. Por el contrario, asumir el gasto desde la propia biblioteca conllevaría una compleja gestión.
En conclusión, un problema de difícil solución que no debe llevar a conformarse con la situación actual. Para provocar un cambio, sería necesario que los servicios bibliotecarios explorasen nuevas formas de negociación con las editoriales para plantear costes más reducidos en el pay-per-view para sus usuarios.
4.Referencias bibliográficas
Bermejo, Javier; Segovia, Javier; Heras, Magda; Alfonso, Fernando. “Gestión electrónica de manuscritos en Revista Española de Cardiología: nuevas herramientas para viejos objetivos”. Revista española de cardiología, 2007, v. 60, n. 11, pp. 1206-1210. DOI: 10.1157/13111794
http://www.revespcardiol.org/sites/default/files/elsevier/pdf/25/25v60n11a13111794pdf001.pdf
http://www.revespcardiol.org/sites/default/files/elsevier/pdf/25/25v60n11a13111794pdf001.pdf
Carr, Les; Swan, Alma; Harnard, Stevan. “Creación y mantenimiento del conocimiento compartido: contribución de la University of Southampton”. El profesional de la información, 2011, enero-febrero, v. 20, n. 1, pp. 102-110.
DOI: 10.3145/epi.2011.ene.13
http://www.elprofesionaldelainformacion.com/contenidos/2011/enero/14.pdf
DOI: 10.3145/epi.2011.ene.13
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