Artroplastia total primaria de rodilla en artropatía hemofílica
Introducción
La hemofilia es un trastorno de
coagulopatía recesiva hereditaria ligada al cromosoma X que resulta de
una deficiencia o disfunción del factor de coagulación sanguínea. Hay
dos tipos principales de hemofilia: la hemofilia A, deficiencia del
factor VIII de coagulación y la hemofilia B, deficiencia del factor IX
de coagulación. Estos factores están involucrados en la vía intrínseca
de la coagulación sanguínea. El grado de gravedad se basa en los niveles
de factor plasmático y se puede clasificar en leve, moderado y grave,
con entre el 5 y el 40 %, entre el 1 y el 5 % o menos del 1 % del nivel
normal de factores, respectivamente (1). La prevalencia reportada es de
1/10 000, siendo la hemofilia A cuatro veces más frecuente que la
hemofilia B (2). Dado que la hemofilia es un trastorno ligado al
cromosoma X, se observa predominantemente en hombres. Aproximadamente el
55% de la población hemofílica está levemente afectada (2). La
hemofilia generalmente se trata con una terapia de reemplazo de factor
de por vida que ayuda a reducir las tasas de complicaciones hemorrágicas
y a prolongar la esperanza de vida.
Artropatía hemofílica
Existe
una gran variedad de manifestaciones clínicas de la hemofilia pero una
de las más frecuentes es el sangrado intraarticular espontáneo.
Representa más del 90% de las hemorragias graves en pacientes con
hemofilia grave (3). La hemartrosis afecta principalmente al tobillo,
codo y rodilla (4). La artropatía hemofílica (HA) es un daño articular
inducido por la sangre causado por sangrado intraarticular repetitivo en
la articulación que conduce al depósito de hemosiderina en los tejidos
sinoviales induciendo hipertrofia, neovascularización y fibrosis de
estos últimos. La inflamación sinovial y la reacción inflamatoria
asociada son responsables del daño del cartílago y de la degeneración
temprana de las articulaciones (5). La hemartrosis puede ocurrir con una
frecuencia de 20 a 30 veces por año en casos graves (6) y generalmente
comienza a una edad temprana, lo que lleva a las artropatías avanzadas
que se observan en adultos jóvenes (7). Esto puede provocar dolor y
deformidad articular importantes, lo que provoca limitaciones
importantes y una mala calidad de vida (8) (Fig. 1). En las rodillas
gravemente afectadas, es frecuente encontrar rigidez y contractura en
flexión. Además, se pueden observar importantes deformidades angulares
(varo o valgo), rotación externa de la tibia y discrepancia en la
longitud de las piernas (9, 10) (Fig. 2). La administración temprana
(entre 1 y 2 años) de factor recombinante profiláctico puede prevenir o
retardar la progresión del daño articular (1, 11).
La artropatía hemofílica avanzada de
rodilla es una manifestación frecuente y devastadora de hemofilia grave
con implicaciones importantes para las actividades de la vida diaria.
La
artropatía hemofílica es causada por sangrado repetido, lo que resulta
en degeneración, dolor, deformidad y discapacidad de las articulaciones.
En
pacientes con hemofilia y enfermedad avanzada, la artroplastia total de
rodilla (ATR) ha demostrado ser la intervención más exitosa, mejora la
función física y reduce el dolor de rodilla.
Los pacientes
hemofílicos conllevan riesgos adicionales de complicaciones y requieren
consideraciones pre/postoperatorias específicas. Se debe utilizar un
centro de tratamiento experto para mejorar el resultado del paciente.
Los
pacientes hemofílicos presentan importantes desafíos quirúrgicos como
destrucción articular, pérdida ósea, anquilosis grave y afectación
oligoarticular. El cirujano que realiza la artroplastia debe tener
experiencia para manejar estos problemas.
Primary total knee arthroplasty in hemophilic arthropathy – PubMed (nih.gov)
Primary total knee arthroplasty in hemophilic arthropathy – PMC (nih.gov)
Beckers G, Massé V, Vendittoli PA, Morcos MW. Primary total knee arthroplasty in hemophilic arthropathy. EFORT Open Rev. 2023 Nov 1;8(11):830-840. doi: 10.1530/EOR-23-0101. PMID: 37909693; PMCID: PMC10646519.