Utilidad de la artroscopia en la artropatía hemofílica
La artroscopia es una técnica quirúrgica que permite al cirujano ortopédico diagnosticar y tratar diferentes alteraciones que puedan darse en una articulación del cuerpo (rodilla, hombro, tobillo, cadera y pequeñas articulaciones. Se accede a través de pequeñas incisiones en la piel, y utilizando un instrumento del tamaño de un lápiz que, denominado artroscopio, nos permite tener una clara visión del interior de una articulación. El cirujano debe tener experiencia en el procedimiento sobre la anatomía de las diferentes articulaciones, del equipo y instrumental que tiene a su alcance para cada evento quirúrgico, así como conocer las posibles complicaciones y como saber resolverlas cuando estas se presenten.
En la artropatía hemofílica el desbridamiento articular (o limpieza articular) nos es un procedimiento de gran utilidad para disminuir los sangrados causados por factores mecánicos intraarticulares que lesionan la membrana sinovial, como son los osteofitos, cuerpos libres, lesiones meniscales o ligamentarias que muchas de las ocasiones no son por déficit del factor. Así mismo nos permite el desbridamiento artroscópico postergar la implantación de un reemplazo protésico a temprana edad en pacientes con artropatía hemofílica llevándolos a edades más tardías para dicha cirugía.
El desbridamiento artroscópico en la artropatía hemofílica crónica se puede realizar en las articulaciones de la rodilla, tobillo, codo (junto con osteotomía de la cabeza radial), hombro, muñeca, cadera y articulaciones pequeñas siempre con conocimiento de las técnicas y con manejo hematológico con el factor deficitario supervisado por el medico hematólogo. Es de gran utilidad para disminuir los sangrados, dolor y principalmente para postergar cirugías de reemplazo protésico en pacientes muy jóvenes como sucede en la artropatía hemofílica.
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