Corrección circunferencial de la deformidad y la inestabilidad espinal secundaria a espondilodiscitis bacteriana
La deformidad espinal
como secuela de la espondilodiscitis no tuberculosa es una entidad
clínica de la que rara vez se habla. La deformidad del plano sagital, la
inestabilidad segmentaria y la infección persistentemente activa se
superponen en estos pacientes, lo que da como resultado una restricción
grave de la actividad y la calidad de vida. La presencia de múltiples
comorbilidades médicas restringe las opciones quirúrgicas, pero el
tratamiento no quirúrgico puede ser ineficaz y dar lugar a una discitis
persistente y refractaria durante años. Describimos nuestra experiencia
con la vertebrectomía y la fijación de segmentos largos para pacientes
con deformidad torácica o lumbar postinfecciosa.
Conclusiones
Los
pacientes con espondilodiscitis refractaria que reciben el tratamiento
adecuado y antibióticos suelen considerarse candidatos quirúrgicos
extremadamente malos, a pesar de que el tratamiento no quirúrgico suele
ser ineficaz. La deformidad postinfecciosa también puede ser tan grave
que impida una estrategia de tratamiento quirúrgico limitada. Este
estudio sugiere que la reconstrucción circunferencial extensa de la
deformidad secundaria a la espondilodiscitis bacteriana puede ser eficaz
para restablecer el autocuidado y la capacidad ambulatoria de estos
pacientes extremadamente enfermos.
Antecedentes
Si bien el
término «discitis» se utiliza con frecuencia para describir una
infección del disco intervertebral, esta infección normalmente incluye
la placa terminal vertebral adyacente y la vértebra. Por lo tanto, un
término más apropiado puede ser discitis/osteomielitis vertebral piógena
(PVDO). Ocupa un lugar muy importante en la historia de la columna
vertebral como una de las primeras patologías tratadas con éxito
mediante cirugía. De hecho, las técnicas quirúrgicas populares para la
patología degenerativa, como la fusión intercorporal lumbar anterior, se
desarrollaron inicialmente para abordar las infecciones espinales [1].
La
PVDO es una patología históricamente poco común, sin embargo, la
incidencia está aumentando: un análisis de una base de datos
epidemiológica de los Estados Unidos informa un aumento de 2,9
admisiones por 100 000 a 5,4 admisiones por 100 000 en un período de 15
años [2]. Un estudio japonés independiente observó un aumento de la PVDO
de 5,3 admisiones por 100 000 a 7,4 admisiones por 100 000 en un
período de solo 3 años [3]. Aunque la literatura respalda una baja
mortalidad hospitalaria que oscila entre el 2,2 % [2] y el 6 % [3],
existen informes publicados de mortalidad que alcanzan el 15 % [4]. Una
población creciente de pacientes inmunodeprimidos y tasas cada vez
mayores de afecciones médicas que predisponen a la PVDO, como diabetes
mellitus, enfermedad renal crónica y uso de drogas intravenosas, han
contribuido a su creciente incidencia a nivel mundial [2,3].
La
presentación clínica es estereotipada con dolor intenso secundario a
compromiso inflamatorio y estructural. Clásicamente, la destrucción ósea
afecta predominantemente la columna anterior. El absceso epidural o la
fractura patológica también pueden provocar la compresión del elemento
neural. Cuando la columna anterior falla estructuralmente, puede
producirse colapso y deformidad típicamente en forma de cifosis, aunque
también puede haber listesis anteroposterior o lateral si los elementos
posteriores están comprometidos. Aunque la deformidad postinfecciosa se
descuida con frecuencia, Srinivasan et al. [5] encontraron que el 44% de
los individuos con infecciones espinales bacterianas desarrollaron una
deformidad principalmente en forma de cifosis.
El pilar del
tratamiento para la PVDO es la terapia antibiótica prolongada, y la
cirugía generalmente se reserva para la compresión sintomática del
elemento neural o la identificación de patógenos. Con menor frecuencia,
la destrucción ósea puede ser tan grave que provoque una deformidad
clínicamente significativa, inestabilidad o cavidades grandes que, por
sí mismas, sirven como reservorios de infección. Estos casos
excepcionalmente graves son difíciles de reconstruir debido a la falla
de la columna anterior y la fragilidad de estos pacientes, que no se
prestan bien a fusiones de segmentos cortos solo posteriores. Existe un
debate convincente en la literatura sobre cuál es el tratamiento óptimo
de estos pacientes complejos y, si bien se han propuesto algoritmos, no
hay un consenso establecido. Informamos de nuestra experiencia con una
intervención quirúrgica agresiva utilizando técnicas de corrección de la
deformidad para aquellos casos de PVDO en el extremo extremadamente
complejo de su espectro.
Rehman AA, Moses ZB, Turel MK, Nunna RS, Kerolus MG, Meza SJ, Fontes RBV. Circumferential correction of spinal deformity and instability secondary to bacterial spondylodiscitis. N Am Spine Soc J. 2024 Jul 9;19:100517. doi: 10.1016/j.xnsj.2024.100517. PMID: 39205670; PMCID: PMC11350436.