sábado, 28 de diciembre de 2013

Eduardo Gotuzzo, junto al diploma del Premio Carlos Slim en Salud 2013

"los recortes son malos para el desarrollo"

"El 90% del dinero para investigación médica se gasta en el 10% de la población"



Eduardo Gotuzzo, junto al diploma del Premio Carlos Slim en Salud 2013. (J. Escudero)



Eduardo Gotuzzo (Ica, Perú, 1947) lleva trabajando en el Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt de Lima desde las 7:30 horas. Ha aprovechado la primera parte de la mañana para seguir de cerca la formación de los residentes de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Segundos antes de recibir a El Confidencial en su despacho donde se apilan documentos y libros, da instrucciones a una médica. Durante la entrevista, atiende la llamada de un paciente a su móvil –“sigue el tratamiento sin cambios y dentro de un mes y medio te veo en mi consulta”– y firma varios papeles. “Hay que tener tiempo para todo. Uno puede resolver problemas rápidamente y para eso hay que aprender a ser ejecutivo”, sostiene. El encuentro termina antes de la una del mediodía, hora a la que ha quedado con su hija y su nieto para comer. “Esto no lo cambio por nada”, añade.
Con su bata blanca y el seguimiento personal a pacientes y alumnos, el doctor Gotuzzo se aleja del estereotipo de director de un centro de investigación médica. Y él lo es. La burocracia nunca ha conseguido apartar al máximo responsable del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt de la investigación y la formación. Esta dedicación le ha servido para ganar el Premio Carlos Slim en Salud 2013 a la trayectoria en investigación “por su invaluable labor en el combate contra la tuberculosis”.
“Ha sido un reconocimiento impresionante. Es muy importante porque investigar es bueno, pero cuando tiene un reconocimiento se vuelve más visible”, señala Gotuzzo mientras muestra el diploma del premio “más elevado económicamente y de más prestigio en América Latina”. A lo que hay que sumar que el reconocimiento al médico peruano fue unánime.


El doctor Gotuzzo habla con una trabajadora en su despacho.El Premio Carlos Slim llega en un momento en que el Instituto Alexander von Humboldt ha sufrido recortes, sobre todo en investigaciones dependientes de financiación extranjera. “La crisis europea ha hecho que la investigación internacional cada vez tenga menos recursos. Sin embargo, el Estado peruano está poniendo financiación desde hace dos años para ciencia y tecnología”, detalla Gotuzzo.
España abandona un proyecto contra la tuberculosis
El centro especializado en enfermedades infecciosas y tropicales ha visto finalizado, entre otros, un proyecto financiado por la cooperación española con 36.000 euros, desarrollado en colaboración con la Fundación CTIC de Asturias, para la detección temprana de la tuberculosis a través de la tecnología y un banco de imágenes. “Ahora estamos funcionando con financiación propia ad honorem y buscando financiación de Brasil, Asia o la ONU”, indica Lady Murrugarra, coordinadora del proyecto.
“El recorte en el mundo científico es muy malo para el desarrollo económico. No se pueden crear nuevos sistemas agrícolas o pesqueros sin ciencia y tecnología. Lo que ocurre es que los países más ricos y con un mayor desarrollo tecnológico no quieren competencia y que otros hagan investigación”, asegura Gotuzzo.


Lady Murrugarra muestra una de las imágenes para la detección de tuberculosis.En este sentido, el Premio Carlos Slim habla de dos sesgos mundiales en investigación biomédica: “Por un lado, el 90% del dinero para investigación se gasta en enfermedades que afectan al 10% de la población. El segundo sesgo tiene que ver con la industria, ya que las farmacéuticas suelen investigar enfermedades no prioritarias para un país, por lo que ese país tiene que invertir en hacer investigación en áreas que sí sean prioritarias”.
El director del Instituto Alexander von Humboldt también se refiere a los recortes que el Gobierno de Mariano Rajoy está realizando en materia de investigación. “Es una cosa grave. España se benefició de la inmigración no sólo de personas de bajo nivel sino también de médicos, ingenieros y matemáticos que llegaban de América Latina, lo cual es una ganancia importante. Ahora son los ingenieros españoles los que se están marchando a Alemania y los investigadores a Estados Unidos para continuar trabajando con calidad y recursos económicos”, expresa Gotuzzo, al tiempo que recuerda que “Corea del Sur se desarrolló creando ciencia y tecnología”.
Enfermedades tropicales en otras latitudes
En los últimos años, las enfermedades tropicales, como la malaria, la tuberculosis o la leishmaniasis, han cobrado importancia merced a la globalización y las migraciones. “Para países como España es muy importante conocer estas enfermedades porque reciben poblaciones de América Latina y África quellevan su cultura y sus alimentos pero también sus enfermedades”, resalta Gotuzzo. También pone como ejemplo el riesgo de los trasplantes de órganos entre personas de diferentes latitudes.


Dos médicos residentes realizan un análisis de una muestra en el laboratorio.El Instituto Alexander von Humboldt también realiza una importante labor de formación en las comunidades rurales de Perú, algo imprescindible para evitar el contagio de enfermedades infecciosas. “Lavarse las manos y beber agua potable reduce en un 50% las consultas médicas en los países menos desarrollados”, cifra el doctor Gotuzzo.

“El objetivo es tener un diagnóstico rápido y que la gente no esté tanto tiempo en los centros de salud y los hospitales”, apunta Lady Murrugarra.

Todos estos ejes han situado al Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt como uno de los referentes mundiales de la investigación biomédica alpublicar medio centenar de publicaciones internacionales al año. Esto ha permitido a la Universidad Peruana Cayetano Heredia convertirse en elprimer centro investigador de Perú al producir el 30% de las publicaciones científicas del país.


“Tenemos la suerte de que los líderes peruanos en enfermedades infecciosas han sido formados por nosotros. Y esos líderes ahora están formando a una nueva generación. Es un paso brillante”, afirma con orgullo Gotuzzo. Y concluye: “El avance biomédico me ha impactado mucho en los últimos años”.

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