sábado, 17 de diciembre de 2011

Bibliotecología en Venezuela, experiencias personales en alfabetización informacional e investigación en ciencia de la información

Fuente:http://judamasmases.wordpress.com/2011/12/17/raamatukogu/


Cuerpo del mensaje

Bibliotecología en Venezuela, experiencias personales en alfabetización informacional e investigación en ciencia de la información

Publicado por judamasmas en 2011/12/17
Este artículo fue publicado en “Raamatukogu” (Biblioteca) nr. 6/2011, pp. 32-34. Reproducido aquí con el permiso del editor
En este artículo ofrezco unos brevísimos apuntes sobre los bibliotecarios y la bibliotecología en Venezuela, así como también algunas de mis experiencias personales en un programa de alfabetización informacional (alfin). También comento brevemente sobre mi experiencia como un estudiante de ciencia de la información en Europa, ya que he realizado mi Master en Noruega, Estonia, Italia y Suiza. Finalmente presento algunas notas sobre mi disertación de doctorado, la cual me encuentro desarrollando en la Universidad de Tallinn.
La Universidad Central de Venezuela y la Escuela de Bibliotecología y Archivología
En Venezuela hay dos escuelas donde se imparten carreras afines a la ciencia de la información, éstas se ubican en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y en la Universidad del Zulia. Yo estudié los cinco años de licenciatura en la primera de éstas. La UCV se encuentra en Caracas, la ciudad capital. Fundada en 1721, es una de las universidades más antiguas del hemisferio occidental. Esta universidad ha sido el alma mater de muchos de los más notables científicos, humanistas, intelectuales, e incluso de algunos presidentes de Venezuela. Su ubicación actual, la Ciudad Universitaria de Caracas, fue construida entre 1940 y 1960 y comprende alrededor de 40 edificios a lo largo de 2 km2. Fue diseñada por Carlos Villanueva, con colaboraciones de artistas del avant-garde de la época. En 2000, la UNESCO la declaró patrimonio mundial de la humanidad.
La Escuela de Bibliotecología y Archivología fue fundada en 1948. Ésta ofrece licenciaturas de cinco años de duración en Bibliotecología o en Archivología. También ofrece dos postgrados: una especialización de un año en gerencia de redes de información y un master de dos años en información y comunicación para el desarrollo. Lamentablemente no hay opciones de doctorado en el área.
Algunas notas sobre los bibliotecarios venezolanos
Los bibliotecarios venezolanos que están lo suficientemente motivados son de los profesionales más comprometidos, serviciales y amistosos del país. En muchas bibliotecas es posible encontrar empleados que son bibliotecarios por vocación y no por grado académico. Esto se debe al hecho de que algunos abandonan sus estudios durante la etapa de tesis o porque no pudieron entrar a la universidad. Sin embargo, en la mayoría de los casos he encontrado que a pesar de esto son un recurso humano invaluable y algunas veces se entusiasman en volver a la universidad o por tomar cursos dictados por bibliotecarios graduados, y realmente aprovechan éstas oportunidades. Puedo decir que me he beneficiado mucho, tanto a nivel personal como profesional al haber conocido y trabajado con ellos a lo largo de mi carrera. Los bibliotecarios en venezuela abogan con convicción por diversos asuntos como lo son la promoción de la lectura, la formación de usuarios, para proveer el servicio más amistoso posible y lograr lo máximo con los pocos recursos con los que cuentan la mayoría de las bibliotecas.  Sin embargo, luchamos todos los días con retos muy diversos. Entre los más recientes se cuentan algunas medidas impuestas por el gobierno, como el control de cambio de moneda, el cual reduce drásticamente la habilidad que tienen las bibliotecas para adquirir nuevos libros y revistas, como muchos de éstos materiales deben ser importados. También ha habido una reducción en la producción nacional de publicaciones, parte de esto es causado por políticas de edición erráticas por parte de las editoriales privadas y, por el otro lado, las editoriales que pertenecen al gobierno no escapan a la situación política del país y en consecuencia forman parte de la misma brecha social. De esta manera las editoriales que pertenecen al gobierno sólo publican autores que son bien vistos por el gobierno por su trabajo o por sus ideas favorables a las verdades políticas oficiales. Los materiales publicados por estas editoriales son caracterizadas generalmente por un pensamiento de extrema izquierda, por decir poco.
Mis primeros pasos en el mundo de alfin: el Programa de Desarrollo de Competencias en el uso de la Información, Universidad Metropolitana
Quizá la contribución más importante que pude realizar en Venezuela en el campo de las bibliotecas y ciencia de la información fue durante mi experiencia laboral como bibliotecario referencista en la Biblioteca Pedro Grases, de la Universidad Metropolitana (UM). Ésta biblioteca lleva el nombre de un importante bibliógrafo e investigador histórico y cultural del país. La más importante contribución de Grases fue, probablemente, la edición de las obras completas de Andrés Bello, quien escribió su influyente gramática y fue uno de los mentores y profesores del Libertador, Simón Bolívar. Esta biblioteca fue establecida a partir de la colección personal de Grases y ha sido enriquecida con diversas donaciones de colecciones completas de muchos otros importantes intelectuales del país. Además de las adquisiciones que apoyan los curricula de las carreras impartidas, por supuesto.
Mientras trabajaba como un bibliotecario referencista, llegó un momento cuando el alfin comenzó a ser un tema popular. Desde la perspectiva de las bibliotecas y ciencia de la información ya era costumbre, aunque de forma limitada, la previsión de formación de usuarios; y desde el gobierno, han habido diversas iniciativas etiquetadas como “alfabetización”. Sin embargo, en este caso se basan en proveer acceso a internet a través de los museos y bibliotecas y en educar a personas analfabetas (para superar el analfabetismo). Estos intentos aunque plausibles, no cubren los objetivos del alfin. De esta manera, fue un momento importante para comenzar a desarrollar iniciativas de algin en el país. Las bibliotecas tuvieron una buena oportunidad de recibir atención y reconocimiento, si las bibliotecas pudieran proveer directrices o por lo menos experiencias en este campo.  En ese momento me encontraba leyendo acerca del tema y presencié una clase muy inspiradora sobre alfin (esta clase fue dictada por Jesus Lau, quien luego se convertiría en uno de mis mentores e inspiración para alcanzar grandes logros), además me encontraba haciendo algunas intervenciones o entrenamientos en las clases de algunos profesores (a los que comencé a llamar “profesores aliados”). Éstos entrenamientos tenían la intención de ayudar a los estudiantes a saber cómo aprovechar mejor los recursos en línea de la biblioteca. Entonces, como tuve ese contacto con el tema de alfin, tuve la oportunidad y el honor de coordinar el desarrollo de un proyecto de alfin en ésta universidad. Allí, comencé por escribir un borrador de propuesta, la cual fue discutida con los otros bibliotecarios que laboraban en la biblioteca. También buscamos y tuvimos apoyo de algunos profesores, especialmente de estos profesores aliados.
El programa de alfin se llamó Programa de Desarrollo de Competencias en el Uso de la Información (el programa). Para hacer que éste programa se correspondiera de manera adecuada al modelo educativo de la UM, el cual a grandes rasgos, comprende los conceptos de aprendizaje mixto (presencial, virtual, grupal) y el desarrollo de competencias. Entonces el programa incluiría actividades en clase y también actividades y recursos en línea, para complementar las dinámicas que se llevaran a cabo en clase. Para cumplir con el segundo concepto, el programa fue basado en el desarrollo de ciertas competencias. El marco teórico en que el programa fue basado, es simple, y creo que en tal simplicidad yace su belleza y capacidad de aplicación. El marco teórico, aparte de tener sus raíces en los elementos básicos del modelo educativo de la UM (los cuales ya mencioné) fue también basado en las competencias informativas de la Federación Internacional de Asociaciones Bibliotecarias (IFLA), las cuales se dividen en: acceso, evaluación y uso de la información. Hubo otras influencias importantes mientras el programa y sus módulos fueron creados, las cuales están detalladas en la documentación que he producido sobre ésta experiencia, disponibles en E-prints in Library and Information Science (http://eprints.rclis.org) y en algunas conferencias internacionales, como el IX Congreso ISKO en su capítulo español.
El núcleo del programa yace en sus tres primeros módulos, los cuales fueron creados en función de sus objetivos, contenidos, formas de evaluación, actividades y recursos. Éstos módulos son los siguientes:
  • Módulo 0 Introducción al acceso y búsqueda de información: en éste módulo los estudiantes fueron introducidos a la creación de estrategias de búsquedas, operadores booleanos, palabras clave, formas de limitar sus búsquedas y el uso del catálogo de la biblioteca.
  • Módulo 1 Desarrollo de desarrollo de competencias y búsquedas en Internet: éste módulo familiariza a los estudiantes con las competencias informativas básicas que pueden desarrollar, también se les enseñan los principios a tomar en cuenta para la evaluación de fuentes de información y a hacer el mejor uso de los motores de búsqueda de Internet para uso académico.
  • Módulo 2 Introducción a bases de datos académicas: tres bases de datos académicas fueron presentadas en éste módulo. La elección de las bases de datos, ejemplos y actividades se determinan por la especialidad que estudian los estudiantes.
Estos tres módulos fueron a su vez facilitados en distintos niveles, correspondiendo a distintos momentos en la carrera de los estudiantes: para estudiantes de primer semestre, para estudiantes de cursos de metodología (5to semestre) y estudiantes en seminario de tesis (10mo semestre). Esto se aplicó a todos los estudiantes de licenciatura de todas las carreras que se enseñan en la universidad. También se ofrecieron sesiones para grupos de estudiantes de postgrado y profesores interesados, todas estas con niveles de dificultad acordes.
Aparte de los módulos, existía en la biblioteca la tradición  de crear presentaciones en  Powerpoint sobre el uso de los recursos electrónicos de la biblioteca. Para hacer de éstas un recurso más atractivo, comenzamos a desarrollar tutoriales animados, que reemplazarían estas viejas presentaciones e incluirían narración con voz y música. Éstos fueron hechos combinando diferentes aplicaciones: software para edición de audio y video y un software para screencasting. Fue un orgullo que los primeros recursos cuando formaba parte del programa fueron realizados por equipo que pertenecía a la biblioteca y toda la producción fue realizada dentro de ésta. Alrededor de 8 tutoriales de este tipo fueron realizados mientras estuve a cargo. Finalmente un podcast de 10 minutos fue realizado, para explicar nuestra experiencia y promover el programa.
Hubo muchas cosas pendientes por hacer en el programa. Sin embargo, me hace feliz haber tenido la oportunidad y experiencia adquirida tras esta iniciativa, viendo su primera implementación y pudiendo evaluarla. Considero que fue un éxito, sin embargo puede ser desarrollado mucho más, incluyendo más módulos, nuevos recursos multimedios, quizá seguir las líneas de algunos proyectos sociales de la UM donde la universidad ofrece cursos gratuitos a sus comunidades vecinas. La simplificación de un programa de alfin de este tipo para estas personas en situación de necesidad, que vive en los barrios, es imperativa. Ya que es una forma importante de contribuir a una sensibilización y crear conciencia sobre el uso de la información para el aprendizaje durante toda la vida, la cultura y la recreación. Todo esto con la esperanza de promover una cultura de la paz, con valores democráticos y para que estas personas sean capaces de tomar decisiones de una manera más informada con respecto a sus deberes y derechos como ciudadanos, y para mejorar sus propias vidas. Finalmente, existe una necesidad de un espacio abierto para el diálogo entre otros colegas del país para tratar de lograr un consenso y producir unas directrices, competencias o políticas a nivel nacional en cuanto a alfin.
Mientras trabajaba en la UM y después de la primera aplicación y evaluación del programa encontré el sitio web del International Master in Digital Library Learning (DILL), con una llamada a la recepción de solicitudes para estudiantes de todo el mundo. Pensando que esta era una oportunidad maravillosa, incluso demasiado buena para ser cierta, decidí tomar cada paso necesario para solicitar un cupo en este master. Superar cada dificultad típica de mi país, y quizá de muchos países de habla hispana, no fue sencillo. Por ejemplo, tuve que viajar a otra ciudad para tomar el examen de inglés, traducir todos mis documentos académicos y legales. Ahora veo con humor algunos de mis documentos Europeos, ya que al parecer tenemos unos de los documentos más largos y complicados del mundo, y además el buen negocio en que se ha convertido ser un traductor oficial en Venezuela.
Los años Europeos: International Master in Digital Library Learning (DILL)
DILL es un master de dos años que te lleva a por lo menos tres ciudades europeas: Oslo, Tallinn and Parma. En mi caso, por asuntos académicos también visité Pisa, Corfu, y realicé una pasantía en Ginebra, la cual podría ser tema de otro artículo, ya que tuve el placer de trabajar durante casi un mes en la biblioteca de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). En retrospectiva y ahora con un entendimiento más amplio de mis conocimientos y situación, pienso que los aspectos más positivos que el DILL trajo a mi vida profesional son: conocer y tener buena relación con algunos de los mejores profesionales y profesores de mi área y de distintos países; el DILL también abrió más mi mente hacia una amplia variedad de temas actuales e innovadores en el área, donde la única dificultad es poder escoger qué quieres estudiar o investigar a continuación. A nivel personal, pude estudiar con 20 colegas de 17 países. Pude poner a prueba mi nivel de inglés, y además acostumbrar el oído a una infinidad de diversos acentos y formas de hablarlo. No tiene precio el haber sido expuesto a tal variedad de culturas y de formas de pensar. Como también con los profesores e investigadores que conocí durante esos dos años, y que con algunos de éstos todavía mantengo contacto y amistad.
Cuando llegó el momento de pensar en el tema de mi tesis, discutí una amplia variedad de temas con Sirje Virkus (quien más tarde fue mi supervisor) y en algún punto acordamos que iba a investigar sobre comportamiento informativo y redes sociales. Este tema de tesis de maestría me alejó un poco de mis anteriores temas de investigación, entre ellos alfin. Sin embargo, la elección resultó muy satisfactoria, ya que la Universidad de Tallinn me concedió un premio de segundo lugar en tesis de maestría en la categoría de ciencias sociales. Además, publiqué una versión revisada y expandida en la forma del libro Explorando el comportamiento informativo de los usuarios de redes sociales: Una contribución al entendimiento del uso de las redes sociales.
Continuando: estudios de doctorado y la combinación de viejas y nuevas ideas
Los meses después del DILL fueron momentos de decisiones. Al final decidí no regresar, en cambio solicité el cupo para estudiar el doctorado en ciencia de la información en la Universidad de Tallinn y fui aceptado. Ahora son otros los retos: hay más trabajo independiente, solicitudes de más permisos y ayudas financieras, lo normal de vivir en Estonia por más tiempo. Mi investigación actual es al mismo tiempo un paso lógico más allá de la tesis de maestría pero también una mezcla de otras ideas e intereses que he tenido a lo largo de mi carrera. Estudiando la mutua influencia de las redes sociales en una experiencia de aprendizaje toma como punto de partida los resultados que obtuve sobre el comportamiento informativo de los usuarios de redes sociales. En esta investigación diseñé una serie de actividades en clase para investigar: a) cómo los estudiantes experimentan el aprendizaje cuando se encuentran en una experiencia educativa que usa redes sociales; b) estudiar los retos y oportunidades que representa el utilizar las redes sociales en la educación superior; c) descubrir cómo las habilidades informativas de los estudiantes (con niveles de desarrollo variables de acuerdo a cada individuo) afectan cuán exitosamente  (los estudiantes) responden a dicha experiencia educativa; d) cómo se da un fenómeno de mutua influencia entre el uso que se le da a las redes sociales y la experiencia educativa. Esto quiere decir que me interesa investigar cómo la respuesta de los estudiantes puede modificar y conducir cambios en el diseño de la experiencia educativa en otras aplicaciones del estudio, y darle forma al diseño de las redes sociales desde las implantaciones con fines educativos. Esto quiere decir que el uso de las redes sociales en la educación pueden introducir o causar modificaciones en el diseño o funciones de las redes sociales, tal como las redes pueden producir cambios en el diseño de la experiencia educativa. En conclusion, esto es lo que se llama un fenómeno de mutua influencia, una cosa influye la otra.
Nota: el último párrafo del artículo fue omitido de esta versión en español, éste trata de uno de los elementos conceptuales más importantes de la investigación. La razón por la cual lo omito es porque esta investigación comprende una conceptualización del término Literacy como un concepto amplio que incluye Information Literacy, Digital Literacy, etc. Dicha conceptualización es válida en inglés, pero en español implica un cambio en los términos y las relaciones entre éstos. Para referencia, puedes revisar el original en inglés.



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