jueves, 15 de diciembre de 2011

La aspirina reduce la recaída en pacientes con tromboembolismo venoso


La aspirina reduce la recaída en pacientes con tromboembolismo venoso
La enfermedad trombólica venosa (ETV) es un trastorno con una incidencia anual de 0,5-1,6/1000 (en España afecta cada año a cerca de 600.000 personas). Se caracteriza por la formación de un coágulo en la sangre que puede llegar a cerrar el vaso sanguíneo, principalmente en las extremidades inferiores del cuerpo. Sin embargo, estos coágulos o parte de ellos pueden desplazarse y fijarse en el pulmón, provocando una embolia.
FUENTE | La Razón digit@l 14/12/2011
Hasta ahora, el tratamiento se basaba en anticoagulantes que impedían la fragmentación del trombo y que éste se desplace hasta el pulmón, mientras que en los casos de embolia evita su avance.

Pero en la actualidad, varios estudios multicéntricos como el «Aspire» (Australia y Nueva Zelanda) y el «Warfasa» (Italia y Austria) tratan de mejorar la calidad de vida de estos pacientes gracias a un medicamento seguro, práctico y de bajo coste. Y, sobre todo, muy conocido: la Aspirina. El fin, demostrar que su uso después de completar el tratamiento con anticoagulantes orales reduce la recurrencia de la enfermedad y la reaparición de coágulos potencialmente mortales. Y parece que empieza a divisarse la luz al final del túnel, al menos a tenor de los nuevos datos del estudio Warfasa presentados en el 53 Congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH, por sus siglas en inglés) que se celebra en la ciudad californiana de San Diego. En concreto, los investigadores han demostrado que la clásica Aspirina ha reducido cerca de un 40 por ciento la recurrencia en pacientes con ETV no provocado (la que surge sin que intervenga una condición maligna externa, como una cirugía, trauma...).

Los datos fueron presentados por Cecilia Becattini, de la Unidad de Medicina Interna y Cardiovascular de la Universidad italiana de Perugia, quien destacó el elevado índice de éxito tras los ensayos y el tratamiento. «Queríamos explorar cómo la Aspirina podía ser efectiva y descubrimos que gracias a este tratamiento reduce la incidencia de la enfermedad en un porcentaje alto», aseguró Becattini durante la presentación.

Así, durante el período de estudio (de unos 24 meses de media) 205 pacientes recibieron 100 mg de Aspirina al día y 198 un placebo. De los primeros, los tratados con Aspirina, en sólo 28 casos se observó una recaída, mientras que en el otro grupo de estudio la cifra alcanzó los 43 pacientes. Ya en esta etapa, los investigadores descubrieron las posibilidades que este fármaco les brindaba y en la fase de tratamiento la recurrencia se observó en 23 de los enfermos tratados con Aspirina y en 39 de los que tomaban placebo. Sólo un paciente de cada grupo de estudio sufrió una hemorragia grave.

Unos datos esperanzadores de cara a nuevos estudios y tratamientos en las diferentes etapas de la enfermedad, sobre todo en las últimas fases de la ETV. Tal y como aseguró Becattini, «por su seguridad, practicidad y bajo precio, la Aspirina es una importante y válida alternativa a los anticoagulantes orales en el tratamiento prolongado de la enfermedad», mientras dejaba claro que «estamos convencidos de que este estudio tendrá un importante impacto». Eso sí, dejó claro que «no sabemos si es la alternativa definitiva, pero sí que es cierto que se trata de una alternativa segura», por lo que seguirán trabajando en ella.

OTROS AVANCES
Además de este estudio, se presentaron datos destacables en lo que se refiere a trastornos relacionados con la coagulación y las hemorragias, como un trabajo de investigadores de la Universidad japonesa de Kyoto en el que han conseguido dar un paso más para el desarrollo de plaquetas humanas a través de células madre pluripotenciales inducidas que podrían ser usadas en humanos después de haber logrado grandes resultados en ratones. Según el autor del estudio, Koji Eto, «el siguiente paso será determinar cómo estas plaquetas pueden funcionar en el cuerpo humano y posiblemente proporcionar un suministro estable de las mismas con una calidad y cantidad predefinidas para poder usarse en transfusiones».

En lo que se refiere a avances en las terapias de leucemias, destaca un estudio en fase III de expertos franceses sobre Gemtuzumab Ozogamicin (GO), un anticuerpo monoclonal que, junto a la quimioterapia tradicional, ha demostrado buenos resultados en pacientes de 50-70 años con leucemia mieloide aguda en dosis inferiores a las que se administraban en un primer momento. Entre otros aspectos, se ha pasado de una supervivencia libre de progresión de 19 meses a 34. Según Sylvie Castaigne, del Hospital de Versalles, «hemos demostrado que GO tiene grandes propiedades contra el cáncer y con este estudio hemos identificado unas dosis que ofrecen al paciente importantes beneficios sin muchos de los problemas que de derivaban de altas dosis previas».

Autor:   Fernando Cancio  
         

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