miércoles, 7 de diciembre de 2011

Ocho tips para abandonar la mentalidad de empleado


07/12/2011

Ocho tips para abandonar la mentalidad de empleado

Por: Nicolás Litvinoff

¿Quiénes son las personas con "mentalidad de empleado"? Son aquellas cuya principal preocupación es qué día cobran el sueldo y si les están liquidando correctamente los beneficios, que siempre están esperando que el jefe les diga lo que tienen que hacer, caso contrario se dedican a no hacer nada.
También son aquellos que nunca comparten la información con los empleados nuevos (porque tienen delirios paranoicos en los cuales todos quieren "serrucharle" el piso) y cuando llegan a un nivel de mando medio se atornillan al suelo y buscan hacer lo imposible para "conservar" su puesto. En la mentalidad de empleado, abunda el resentimiento.

Los ejemplos anteriores trabajan con hipótesis de máxima dado que todos los que estamos inmersos en el mercado laboral tenemos, en mayor o menor medida, mentalidad de empleado.
A continuación, algunos tips prácticos para reconocer estas latencias y trabajar para modificarlas:

1. No pienses que la empresa te debe algo. La mente de empleado funciona de manera tal que siempre cree que la empresa está en deuda con él por la cantidad de años que hace que está, las veces que fue a trabajar enfermo, las actividades que le generan placer a las cuales tuvo que renunciar por el trabajo, etc.
La realidad es que las empresas rara vez tienen en cuenta estos hechos, y las decisiones con respecto a quién despedir o a quién aumentarle el sueldo suelen tener más que ver con temas de política interna que con méritos genuinos.
Creer que la empresa te debe algo es la manera más segura de sufrir la desilusión de tu vida cuando lleguen momentos de inflexión en el trabajo.

2. Se creativo. Si vas a trabajar por tu cuenta, mientras más creativo seas más ingresos obtendrás. No digo que tengas que ser Steve Jobs para hacerlo ni mucho menos, pero si deberás buscar en vos mismo la creatividad que todos, en mayor o menor medida, poseemos.

Creer que la empresa te debe algo es la manera más segura de sufrir la desilusión de tu vida cuando lleguen momentos de inflexión en el trabajo.


3. Abandoná las comodidades. Siguiendo la línea del tip anterior, se podría afirmar que existe una relación directa e inversa entre el nivel de comodidad de una persona y su capacidad creativa. La creación se da en la incomodidad, en la imposibilidad, en la carencia.
Apuntar a un ingreso variable en vez de a un sueldo mensual, aguinaldo y vacaciones, no parece lo muy cómodo que digamos. Pero es "el" camino a seguir para abandonar la mentalidad del empleado.

4. Aprovecha el "know how" adquirido. Muchas veces, las empresas tienen trabas burocráticas que hacen que pierdan ventas y clientes, al no poder satisfacer la demanda en tiempo y forma.
Aquellos que trabajan desde hace años pueden aprovechar el know how (conocimiento) adquirido para independizarse y suplir esas necesidades por su cuenta, a través de la creación de su propia PYME.

5. Priorizá la red de contactos. Hoy en día, la red de contactos es uno de los capitales más valiosos que tenemos a nivel laboral. Y muchas veces las personas no son concientes de la posibilidad enorme que tienen de monetizar los mismos en su favor.
Priorizar la red de contactos para conveniencia personal es comenzar a abandonar la mentalidad de empleado.

6. Más modelos de negocios y menos currículum vitae (CV). La mentalidad de empleado lleva a dedicarle una energía innecesaria al armado del CV: cuál es mejor formato, con foto o sin ella, actualizarlo, incorporar cursos y lecturas, etc.
Si ese mismo tiempo se dedicase al armado de un plan de negocios para lo que sea que uno quiere producir y vender, los resultados potenciales cambiarían considerablemente.
La red de contactos es uno de los capitales más valiosos que tenemos a nivel laboral. Y muchas veces las personas no son concientes de la posibilidad enorme que tienen de monetizar los mismos en su favor.

7. Olvidate la indemnización, jubilación y demás mentiras. "Estoy hace 6 años.si me despiden ahora me corresponde una indemnización de $20.000" o "Si dejo el trabajo para emprender mi proyecto en un principio no podré seguir haciendo aportes jubilatorios", son pensamientos típicos de la mentalidad de empleado.
Seguir esclavizado a un trabajo que no nos gusta pensando en la indemnización que nos tendrían que pagar si nos despiden o en los aportes jubilatorios (todavía hay gente que piensa que podrá vivir de su jubilación estatal el día de mañana?) hacen que la gente termine optando por un trabajo que no cumple ni cerca sus expectativas.

8. Aventurate. Umberto Eco dijo una vez: "Hay dos formas de hacer un safari: podés ir África y contratar una excursión por el Kruger Park y correr el riesgo de que te piquen los mosquitos, soportar el calor, que los leones justo ese día no aparezcan y que los elefantes hayan migrado. O podés ir al The South Africa Family Vacation en Disney donde todos las tardes, a las 5 en punto, el elefante de plástico aparece y tira un chorro de agua justo después de que pasaste con el barquito".

La clave para abandonar la mentalidad de empleado es aventurarse, es arriesgarse. Los ganadores terminan siendo siempre los que corren riesgos.

Conclusión

La mentalidad de empleado produce estrés, irritabilidad, sensación de falta de tiempo y una infelicidad constante originada en la dependencia hacía una sola persona o empresa, que es la responsable de todo lo que nos pasa.

Nadie dice que el cambio de paradigma sea fácil en una persona: significa replantear enseñanzas impartidas en colegios y universidades, en la casa y hasta en el ambiente social en el que uno se mueve. Frente a esto seguramente aparecerán dudas, temores, resistencias y cuestionamientos.

Sin embargo, pareciese que no hay otra, porque seguir el camino del cambio de mentalidad nos lleva al lugar donde queremos ir y a la vida que queremos y merecemos tener, mientras que lo otro es simplemente más de lo mismo..

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