El problema es que en los países con un alto movimiento migratorio, como España, donde una parte muy significativa de la población es de origen africano, los dermatólogos tienen gran dificultad para establecer un diagnóstico clínico. "Una misma patología en ambos tipos de piel puede presentarse de distinta manera. Es importante diagnosticar correctamente para indicar el tratamiento correcto", explica Alfonso Villalonga, presidente de African Medical & Research Foundation (AMREF).
Y para muestra, un botón. El doctor Villalonga cuenta su experiencia. "Hace 13 años que trabajo en África como cirujano reparador y en una ocasión vi a un paciente con un abultamiento en la cara que, a primera vista, me pareció que podría tratarse de un cáncer. Sin embargo, era una cicatriz hipertrófica".
Las particularidades de cicatrización en la raza negra suponen un elemento clave en el abordaje de la dermatología. "Las personas de piel negra están más protegidas contra las quemaduras solares, pero son más susceptibles de presentar cicatrización patológica, es decir, hipertrófica y queloidea. Producen cicatrices enormes", afirma Ramón Naranjo, jefe de servicio de Dermatología del Hospital Universitario San Cecilio de Granada.
Teniendo en cuenta esta peculiaridad, y según aclara el cirujano de AMREF, el dermatólogo decidirá, por ejemplo, "ante las malformaciones congénitas, si merece la pena intervenir porque, dependiendo de la zona (la cicatrización en la cara es mejor que en el resto del cuerpo), será más o menos difícil manejar el tejido".
Aunque las personas de piel negra están más protegidas contra las radiaciones solares, el doctor Naranjo asegura que también existen casos de melanoma. "Aunque son menos frecuentes que en la piel blanca, generalmente presentan peor pronóstico (porque se detectan más tarde), por lo que es fundamental realizar un diagnóstico y tratamiento precoz".
"Los pocos casos [que existen] no se limitan a las zonas expuestas al sol. Todos son tumores nodulares que se presentan en la zona plantar del pie y la gravedad se debe precisamente a esta característica nodular", indica Thierno Dieng, especialista del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Aristide le Dantec, en Dakar (Senegal).
UNA AYUDA PARA LOS PROFESIONALES
Tanto para los especialistas que trabajan en España como para aquellos que lo hacen en África, "es importante una formación específica sobre estas peculiaridades", según han explicado los coordinadores del libro 'Dermatología en pacientes con piel negra', la primera obra en español sobre este tema, durante su presentación.
Según los expertos, no existe mucha documentación sobre las diferentes patologías de la piel negra. "La enseñanza de la Dermatología no puede limitarse a la fisiología y patología de la piel blanca", puntualiza Gemma Sais Puigdemont, de la Unidad de Dermatología del Hospital de Mataró (Barcelona).
"Hay dermatólogos [foráneos] en África con ciertas lagunas en cuanto a las reacciones de la piel negra, por lo que es necesaria una formación más especializada. Es importante conocer cuál es la concentración, los efectos secundarios y la utilidad real de los productos farmacológicos en los tratamientos indicados para la piel negra. Además del buen diagnóstico, hay que establecer un buen tratamiento", argumenta el especialista Dieng.
El nuevo manual supone el primer paso para ayudar a los profesionales de la sanidad española en la atención de estos enfermos. Para reforzar esta iniciativa, Dieng propone "fomentar sesiones de formación médica continuada, cursos en las facultades de las ciudades donde haya una mayor concentración de personas de piel negra y seminarios para estudiantes españoles en determinados países de África, con gran tradición universitaria".
Autor: Laura Tardón |
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