lunes, 24 de diciembre de 2012

Henri Matisse (1869-1954): Armonía en rojo, 1908

Henri Matisse (1869-1954): Armonía en rojo, 1908
Óleo sobre lienzo 180,5 x 221 cm. State Hermitage Museum, San Petersburgo, Rusia



Uno de sus maestros, Moreau, ya le auguró que "simplificaría la pintura" y dicho y hecho, entre 1896 y 1897, tras entrar en contacto con la obra de Van Gogh y los consejos de Pissarro comienza a dejarse llevar por el derroche colorista que se vuelve desbocado tras descubrir el mundo tahitiano de Gaugin.

En el Salon d’Automne de 1905, entre el academicismo y el simbolismo, desentona de forma insultante el atrevimiento de Matisse y otros como Derain, Vlaminck, Braque o Dufay. De aquí y escandalizando saldrían con el sobrenombre de fauvistas por obra del crítico Vauxcelles, que describió la situación -una escultura perfectamente clásica franqueada por cuadros vibrantes de color irreal- como "Donatello entre las fieras –fauves-". Sin embargo esta tenaza grupal es artificial, ya que su trayectoria es individualista sobreviviendo a todos los movimientos venideros como el cubismo o el surrealismo.

El cuadro estaba destinado a ser una "Armonía en Azul", siguiendo el gusto de su contratante, y de hecho en esta tonalidad la gestó inicialmente, pero al mes de su cuasi-finalización era completamente roja. Para él esto era normal, ya que el color era "la fuerza conductora de sus experimentos" y "el lado expresivo de los colores" se le imponía "de un modo puramente instintivo".

El artista pretendió crear más un panel decorativo que un cuadro, y olvidó su técnica más habitual de pincelada gruesa para dar un efecto más plano y fluido. Los elementos eran una reducción notable de otro cuadro de tema idéntico y factura muy distinta, ideado años atrás ("La mesa de comedor" [ver abajo]).

La obra responde perfectamente a la descripción de Leymarie sobre el hacer de Matisse en general: "toques de tonos puros, generadores de espacio y de luz".

Con el abandono del color "imitativo" pretendía obtener (en palabras del propio pintor) "reacciones más fuertes, reacciones simultáneas más evidentes". El patrón de color es por tanto antinaturalista, intenso, contrastado, con un omnipresente rojo enérgico apenas matizado por la mera filtración irregular de la pintura en el lienzo.

Todo el protagonismo adicional es para el tema floral en azul de la pared y el mantel, reflejo, en lo formal, del paisaje visto a través de la ventana, aunque con reminiscencias de arabescos. Los elementos del bodegón y la mujer inclinada sobre la mesa quedan así inmersos en este panel de modo discreto, al contrario que en la primera versión (si puede llamarse así) del cuadro.

Feliz Navidad y #BlancaSanidad


Beatriz Sánchez Artola
Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid
© REMI, http://medicina-intensiva.com. Diciembre 2012.



Enlaces, bibliografía y otros:
Museo Matisse.
Los fauvistas. Mattise. National Gallery of Art.
The Matisse room. Tour virtual. The Hermitage.
Leymarie J. Fauves & fauvism. Rizzoli, 1987.
Spurling H. Matisse the master: a life of Henri Matisse: the conquest of colour, 1909-1954. Knopf, 2007.
Leymarie Jean, Read H, Lieberman WS. Henri Matisse. University of California Press, 1966. La mesa del comedor, óleo sobre lienzo, 100 x 131 cm, colección privada, 1896-1897:







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