El papel de la artroscopia en el tratamiento del traumatismo de codo en adultos.
Las fracturas alrededor de la articulación
del codo suelen ser difíciles de tratar, ya que normalmente requieren
abordajes prolongados y pueden poner en riesgo estructuras
neurovasculares y ligamentosas. En la mayoría de los casos es
obligatoria la realización de un abordaje abierto convencional para
valorar fracturas que afectan a varios huesos o que requieren
implantación de hardware y/o reparación o reconstrucción ligamentaria.
Por otro lado, existen otros casos en los que la artroscopia podría
beneficiarse de ayudar a conseguir una reducción anatómica de la
superficie articular y realizar una fijación percutánea tras la
reducción. También permite una evaluación de lesiones intraarticulares
concomitantes, como cuerpos libres y lesiones condrales, para limitar el
riesgo de osificación heterotópica en comparación con la cirugía
abierta.
El abordaje menos extenso proporcionado por la técnica artroscópica tiene algunas ventajas inherentes, como un daño limitado a los tejidos blandos que podría permitir una movilización más temprana y potencialmente menos rigidez en el seguimiento a mediano plazo. Sin embargo, la artroscopia de codo es una técnica exigente que requiere un conocimiento profundo de la anatomía normal y la distribución nerviosa. Además, también se necesitan habilidades avanzadas para realizar una fijación percutánea segura evitando daños nerviosos y vasculares.
A partir de la literatura actual podemos definir indicaciones claras para la artroscopia de codo, por ejemplo, las fracturas de coronoides. Se recomienda especialmente para aquellos que afectan la faceta anteromedial y que requerirían una reparación del LCL y, de lo contrario, podrían necesitar un abordaje doble abierto [1–4]. Varios autores también han informado buenos resultados en fracturas del cóndilo lateral o fracturas por cizallamiento coronal del húmero distal [29]. Los resultados de la fijación de la cabeza radial también se han publicado en pequeñas series de casos con resultados satisfactorios [13-25]. Más controvertida es la reparación artroscópica del LCL [27].
Las fracturas alrededor del codo suelen ser
difíciles de tratar y en la mayoría de los casos requieren un abordaje
exhaustivo. Desde el desarrollo de la artroscopia de codo, la mayoría de
los autores han señalado las ventajas potenciales de una técnica menos
invasiva que puede ser útil para la visualización y reducción de los
fragmentos articulares con una eventual fijación percutánea. Las
técnicas artroscópicas proporcionan una exposición limitada que puede
conducir a una cicatrización más rápida de la herida, una menor tasa de
complicaciones y, por tanto, una mejor recuperación del rango de
movimiento. Sin embargo, la artroscopia de codo también es una técnica
exigente, especialmente en una articulación inflamada y fracturada, y no
está exenta de riesgos. La tasa general de complicaciones se ha
clasificado entre el 1,5% y el 11% y las tasas de lesión nerviosa entre
el 1,26% y el 7,5%.
El objetivo de esta revisión es presentar la configuración artroscópica y la técnica quirúrgica general para el tratamiento del traumatismo de codo y definir algunas indicaciones claras. El posicionamiento del paciente y la visualización en el quirófano son claves para obtener el éxito. Además del equipo artroscópico, casi siempre es necesaria la fluoroscopia para la fijación percutánea y es obligatoria una preparación precisa. En la última década se ha publicado literatura sobre nuevos portales o puntas quirúrgicas para el tratamiento artroscópico de fracturas de codo.
Las principales indicaciones para la fijación asistida por artroscopia de fracturas son aquellas fracturas articulares que afectan a la coronoides, las fracturas por cizallamiento del húmero distal en el plano coronal (fracturas trocleares y capitellum) y, de forma más controvertida, las que afectan a la cabeza del radio. El tratamiento de este tipo de fracturas mediante artroscopia es exponencialmente exigente ya que también puede requerir reparación de ligamentos. Para fracturas de coronoides, puede ser útil en fracturas facetarias anteromediales de Morrey tipo II y III y de O´Driscoll asociadas a un patrón de inestabilidad posteromedial que también requieren reparación del LCL. Aunque se han publicado excelentes resultados, las series comparativas son escasas. Las fracturas de la cabeza del radio también pueden abordarse artroscópicamente en fracturas simples no conminutas que pueden repararse por vía percutánea.
En conclusión, la artroscopia del codo es una excelente herramienta para comprender y visualizar mejor las fracturas articulares del codo. Sin embargo, a pesar de los avances en la técnica quirúrgica, aún está por demostrar si mejora los resultados clínicos y radiológicos.
The role of arthroscopy in the management of adult elbow trauma – PubMed (nih.gov)
The role of arthroscopy in the management of adult elbow trauma – PMC (nih.gov)
Valencia M, Foruria AM. The role of arthroscopy in the management of adult elbow trauma. J Exp Orthop. 2023 Dec 22;10(1):144. doi: 10.1186/s40634-023-00710-z. PMID: 38133719; PMCID: PMC10746683.
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