Revisiones bibliográficas. Documentación científica en Ortopedia y Traumatología, medicina deportiva, artroscopia, artroplastia y de todas las patologías del sistema Músculo-Esquelético
El propósito de este estudio fue simular y visualizar la influencia
de la estrategia de alineación en la resección ósea en fenotipos de
rodilla neutral. Se planteó la hipótesis de que se requerirían
diferentes cantidades de resección ósea según la estrategia de
alineación elegida. La hipótesis era que, al visualizar los cortes óseos
correspondientes, sería posible evaluar cuál de las diferentes
estrategias de alineación requería el menor cambio en los tejidos
blandos para el fenotipo elegido pero aún así aseguraba una alineación
aceptable de los componentes y, por lo tanto, podría considerarse la más
adecuada. estrategia de alineación ideal.
Las ilustraciones de las estrategias de alineación ayudan al
cirujano tratante a estimar la oblicuidad de la línea articular
postoperatoria. Al considerar la estrategia de alineación, parece
razonable preferir una estrategia en la que la oblicuidad de la línea de
unión cambie lo menos posible. Aunque para el fenotipo de rodilla
neutral más común, la elección de la estrategia de alineación parece
tener una importancia insignificante, en general, incluso para los
fenotipos neutrales, se pueden observar grandes diferencias en los
cortes óseos dependiendo de la estrategia de alineación elegida.
Schelker BL, Moret CS, von
Eisenhart-Rothe R, Graichen H, Arnold MP, Leclercq V, Huegli RW,
Hirschmann MT. The impact of different alignment strategies on bone cuts
for neutral knee phenotypes in total knee arthroplasty. Knee Surg
Sports Traumatol Arthrosc. 2023 Apr;31(4):1267-1275. doi:
10.1007/s00167-022-07209-7. Epub 2022 Nov 3. PMID: 36326877; PMCID:
PMC10050061.
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Tras
la introducción relativamente reciente del reemplazo de cadera y
rodilla hace aproximadamente medio siglo, la tasa de mejora ha sido
rápida con técnicas quirúrgicas e implantes más sofisticados. Los
esfuerzos iniciales se centraron en reducir las complicaciones graves y
asegurar la longevidad de los implantes mediante el desarrollo de
superficies de apoyo resistentes, fijación biológica y herramientas de
precisión (por ejemplo, asistencia computacional), además de optimizar
los enfoques quirúrgicos hacia técnicas menos invasivas. Aunque la
satisfacción de los pacientes fue alta, se observó un efecto techo [3,
4, 9, 18]. Como consecuencia, y en paralelo al reconocimiento de que
cada articulación es única (anatomía tridimensional, laxitud y
biomecánica) y podría beneficiarse de ser tratada individualmente [2, 5,
7, 8, 10, 16], los médicos comenzaron a revisar los fundamentos del
reemplazo articular, cuestionando finalmente la definición del
posicionamiento óptimo de los componentes [12,13,14,15].
Existen
dos filosofías opuestas para el posicionamiento de los implantes: el
enfoque “anatómico”, en el que el objetivo es preservar la anatomía y la
biomecánica (a menos que sea anómala) de la articulación original tanto
como sea posible; y el enfoque “no anatómico” o “mecánico”, en el que
los implantes se alinean en relación con puntos de referencia
extraarticulares que no tienen relación con la anatomía nativa de la
articulación implantada. Las Figuras 1, 2 y 3 ilustran la evolución de
las técnicas de alineación para la artroplastia total de rodilla (TKA),
rodilla unicondilar (UKA) y total de cadera (THA).
El
Latarjet de arco congruente (CAL) permite la reconstrucción de un mayor
porcentaje de déficit óseo glenoideo porque la superficie inferior del
coracoides es más ancha que el borde lateral del coracoides utilizado
con el Latarjet tradicional (TL).
Los estudios biomecánicos han demostrado una mayor fuerza de fijación inicial entre el injerto y la glenoides con el TL.
En
el TL, la superficie inferior de la coracoides, que es más ancha que el
borde medial utilizado con el CAL, permanece en contacto con el borde
anterior de la glenoides, aumentando la superficie de contacto entre
ambos huesos y facilitando así la consolidación ósea.
La
distancia ósea más corta alrededor del tornillo con el CAL es
potencialmente menos tolerante al error de posicionamiento del tornillo
en comparación con el TL. Además, es potencialmente más probable que la
pared del túnel del tornillo se fracture con el CAL debido al espacio
mínimo entre el tornillo y la pared del injerto.
La CAL puede
ser muy difícil de realizar en pacientes con coracoides muy pequeños,
como mujeres pequeñas o pacientes esqueléticamente inmaduros.
El
radio de curvatura de la cara inferior del injerto coracoideo (usado
con el CAL) es similar al de la glenoides nativa. Esto puede
potencialmente disminuir la presión de contacto a través de la
articulación glenohumeral, evitando cambios degenerativos a largo plazo.
Rossi LA,
Tanoira I, De Cicco FL, Ranalletta M. Traditional versus congruent-arc
Latarjet anatomic and biomechanical perspective. EFORT Open Rev. 2021
Apr 1;6(4):280-287. doi: 10.1302/2058-5241.6.200074. PMID: 34040805;
PMCID: PMC8142695.
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Acromioclavicular joint injuries are common and are often seen in contact athletes. Good to excellent clinical results have been reported using soft-tissue grafts to reconstruct the coracoclavicular ligaments; however, complications remain. Some complications are unique to the surgical technique, particularly clavicle and coracoid fractures that are associated with drilling large or multiple bone tunnels. The described technique allows for an anatomic coracoclavicular reconstruction using a large soft-tissue graft while minimizing the risk of clavicle fracture by avoiding large bone tunnels.
Resumen
Las lesiones de la articulación acromioclavicular son comunes y se observan a menudo en atletas de contacto. Se han descrito resultados clínicos buenos a excelentes con injertos de tejido blando para reconstruir los ligamentos coracoclaviculares; Sin embargo, las complicaciones persisten. Algunas complicaciones son únicas en la técnica quirúrgica, particularmente las fracturas de clavícula y coracoides que se asocian con la perforación de túneles óseos grandes o múltiples. La técnica descrita permite una reconstrucción coracoclavicular anatómica utilizando un gran injerto de tejido blando, minimizando al mismo tiempo el riesgo de fractura de la clavícula evitando grandes túneles óseos.