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Fracturas de tobillo en ancianos: ¿tenemos nuevos conceptos?
Resumen
- La relevancia de las fracturas de tobillo geriátricas aumenta continuamente.
- El tratamiento de estos pacientes sigue siendo un desafío y requiere estrategias diagnósticas y terapéuticas adaptadas, ya que el cumplimiento de la carga parcial de peso es difícil de mantener en comparación con los pacientes más jóvenes.
- Además, en los ancianos, incluso las lesiones de bajo impacto pueden provocar un traumatismo grave de los tejidos blandos, lo que influye en el momento y las estrategias quirúrgicas.
- Recientemente, se ha descubierto que el abordaje posterolateral directo y las técnicas de fijación con placa, los implantes angulares estables y el enclavado intramedular del peroné distal mejoran los conceptos estratégicos.
- Este artículo tiene como objetivo proporcionar una visión general completa del diagnóstico y los aspectos recientes con respecto a cómo se debe abordar esta difícil entidad de lesiones.
Epidemiología
Las
fracturas de tobillo son muy comunes, con una incidencia anual de 74 por
100 000 personas y una edad media de 56 años en Alemania (1).
Curiosamente, el 60% de las fracturas se producen en mujeres, con un
aumento de la incidencia entre los 40 y los 70 años (1). Con los cambios
demográficos, la relevancia de las fracturas de tobillo, especialmente
en los ancianos, aumentará. Sin embargo, existen varias diferencias con
respecto al diagnóstico, el patrón de fractura y las estrategias de
tratamiento al comparar la población de ancianos con los pacientes más
jóvenes.
Condiciones preexistentes
Las
personas mayores sufren con mayor frecuencia de comorbilidades, que
afectarán la incidencia y el resultado de las fracturas de tobillo. El
sexo femenino, el IMC alto, la diabetes, la polimedicación, así como el
abuso de drogas y el tabaquismo, se han determinado como factores de
riesgo independientes para sufrir una fractura de tobillo (2, 3). A
diferencia de otras fracturas, por ejemplo, de fémur proximal o cuerpo
vertebral, hasta el momento no se ha demostrado una causalidad clara
entre osteoporosis y fracturas de tobillo (4). Sin embargo, parece haber
una correlación positiva entre la densidad mineral ósea y las fracturas
de tobillo en ancianos (5, 6). Además, en la población geriátrica, se
producen con frecuencia cambios en el estado neurovascular, así como
trastornos de cicatrización de heridas, necrosis cutánea y fallos de
implantes (7). Por lo tanto, el tratamiento de estas fracturas sigue
siendo un desafío, que requiere estrategias relacionadas con los tejidos
blandos y su tratamiento.
Mecanismo traumático
En
los ancianos, el traumatismo de baja energía es más dominante (8, 9).
Aun así, el patrón de fractura parece ser más complejo, en comparación
con los pacientes más jóvenes, presentando áreas con patologías
multifragmentarias y conminutas (7, 8). Las lesiones por
pronación-abducción inestables (estadio III), según la clasificación de
Lauge-Hansen, son más comunes en personas mayores de 60 años (10). Estas
fracturas comprometen con frecuencia la envoltura de tejidos blandos
medial, lo que aumenta la gravedad (7).
Consideraciones posoperatorias
El
objetivo principal en el tratamiento de las fracturas de tobillo
geriátricas sigue siendo el logro de una unión estable y la conservación
de la calidad de vida. Se recomiendan seguimientos clínicos y
radiológicos regulares para detectar y tratar complicaciones. Una
concentración adecuada de azúcar en sangre en pacientes con diabetes
mellitus (HbA1c <6,5%) aumenta el resultado radiológico y funcional y
disminuye la tasa de complicaciones en las fracturas de tobillo (57,
58).
En casos de fracturas de tobillo inestables, puede ser deseable una carga restringida posoperatoria durante 6 a 8 semanas. Sin embargo, la carga parcial puede ser muy desafiante o incluso imposible para las personas mayores. Los yesos o las ortesis para caminar pueden reducir la presión máxima con la carga (59), mientras que se recomienda la fisioterapia temprana (7). Recientemente, una revisión sistemática encontró que la carga permisiva temprana podría no solo ser segura sino incluso beneficiosa para las personas mayores de 80 años tanto para fracturas de tobillo inestables tratadas quirúrgicamente como de manera conservadora (60).
Ankle fractures in the elderly: Do we have new concepts? – PubMed
Ankle fractures in the elderly: Do we have new concepts? – PMC
Raschke MJ, Ochman S, Milstrey A. Ankle fractures in the elderly: Do we have new concepts? EFORT Open Rev. 2023 May 9;8(5):223-230. doi: 10.1530/EOR-23-0052. PMID: 37158336; PMCID: PMC10233813.
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