La base de datos TRY es producto de la colaboración entre 106 instituciones científicas de todo el planeta para crear un auténtico «diccionario de plantas» que reúne 3 millones de rasgos de 69 000 de las 300.000 especies de plantas existentes en la Tierra. La finalidad de esta nueva herramienta, cuya primera versión se ha anunciado en la revista Global Change Biology, es la de proporcionar una fuente de datos indispensable para la investigación de la biodiversidad y las ciencias de la tierra.
«Este importantísimo adelanto en la disponibilidad de información posibilitará predicciones más fiables sobre los cambios que se producirán en los límites de vegetación y en las propiedades de los ecosistemas en caso de cambios en el clima y el uso del suelo», comentó el Dr. Ian Wright de la Universidad Macquarie (Australia), una de las instituciones coordinadoras del proyecto. «La base de datos global TRY también puede revolucionar la investigación sobre la biodiversidad y contribuir a alcanzar nuevas cotas en el conocimiento sobre cómo la cantidad de especies (biodiversidad) y la variación entre especies y sus rasgos (diversidad funcional) afectan a los servicios y funciones del ecosistema.»
Los rasgos de los vegetales, es decir, las propiedades fisiológicas y morfológicas de las plantas, determinan la forma en la que compiten por recursos como la luz, el agua y los nutrientes del suelo, y también a qué velocidad crecen. Estos rasgos también condicionan la influencia que ejercen las plantas en las propiedades de un ecosistema, como la velocidad del ciclo de nutrientes, el uso del agua o la absorción de dióxido de carbono.
La reunión de información sobre rasgos vegetales en un lugar también repercutirá positivamente en la investigación acerca de los efectos del cambio climático sobre los ecosistemas y en todo el planeta, que hasta ahora estaba lastrada por la falta de acceso a datos sobre una cantidad de especies suficiente. La base de datos TRY, el fruto de cuatro años de trabajo, viene a remediar esta laguna científica.
«Los modelos de la vegetación mundial suelen clasificar las especies de plantas en unos pocos tipos funcionales, como pastos o árboles de hoja perenne, pero este planteamiento no refleja la mayor parte de la variación observada en los rasgos vegetales», explicó Christian Wirth, profesor de Ecología Vegetal de la Universidad de Leipzig (Alemania), otra de las instituciones coordinadoras del proyecto.
La base de datos TRY muestra por primera vez a una escala tan grande que la mayor parte de la variación observada en los rasgos vegetales es atribuible a diferencias entre las especies de plantas. Por otro lado, los tipos funcionales de plantas al estilo de los utilizados en los modelos de la vegetación mundial son mucho menos eficaces para reflejar las variaciones entre los rasgos, en el caso de algunos rasgos apenas un 25 %.
Mediante el empleo de modelos de vegetación basados en rasgos se logra una representación más realista y basada en datos empíricos de la biodiversidad en los modelos dedicados a los sistemas terrestres.
La profesora Sandra Díaz del instituto de investigación IMBIV-CONICET (Argentina) comentó sobre la innovadora naturaleza de esta base de datos: «La envergadura de los cambios a los que nos enfrentamos precisa nuevas formas de hacer ciencia, tanto en lo referente al tamaño de las redes y las bases de datos como al elevado grado de colaboración necesario.»
La base de datos TRY está alojada en el Instituto Max Planck de Biogeoquímica en Jena (Alemania). |
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